Coahuila: Coahuila, a merced de los Zetas
* Capos han dejado el trasiego de droga para dedicarse a robar, secuestrar y cobrar cuotas
PIEDRAS NEGRAS, Coah.– Ni los tan publicitados levantones de Guillermo Anaya o de Librado Piña han servido para que la Federación o el estado pongan un alto a los delincuentes que tienen aterrorizado a Coahuila. La población se encuentra totalmente indefensa a merced de grupos de hampones sin escrúpulos que han dejado el trasiego de droga para dedicarse a robar, secuestrar y cobrar cuota a todo aquel que se encuentren.
Tan sólo hace unos días, hombres fuertemente armados a bordo de camionetas se encontraban en los alrededores del municipio de Zaragoza, deteniendo a quienes pasaran por ahí e interrogándolos para dilucidar si podrían obtener alguna jugosa ganancia al privarlos de su libertad.
Una pareja de mediana edad que alcanzó a pasar por el lugar fue detenida durante seis horas, maniatada, amenazada y golpeada, y al ver que verdaderamente el matrimonio no contaba con recursos económicos, los liberaron tras robarles el vehículo Lobo en el que viajaban.
Al respecto, las autoridades, quienes son las que más cobran y más beneficios obtienen, hacen oídos sordos, y esto es sin distingo de partidos. Igual pasa con el mismísimo gobernador Humberto Moreira, quien a pesar de que habla mucho sobre este asunto le han temblado las corvas.
También Guillermo Anaya, quien hizo mutis después de que él mismo fuera amenazado en la carretera de Sabinas, de la misma manera que el pomposo embajador de México en España, Jorge Zermeño Infante, quien en el sexenio pasado como senador presidió la Comisión de Seguridad, por lo que sin duda es responsable directo de permitir que una bola de iletrados y malandrines, por el sólo hecho de andar armados y en grupos, se haya apoderado del estado y se encargue de tener aterrorizado al país entero.
En esta región se ha hecho más patente y descarada la actuación de estos grupos delictivos desde la caída del Z14, Efraín Torres La Chispa, quien era el que mangoneaba la plaza a su antojo.
Como se recordará, en el mes de marzo La Chispa se apagó cuando cayó abatido a balazos en el municipio de Villarín, Veracruz, donde se desarrollaba una carrera de caballos entre El Langostino y El Peligro.
La competencia fue tan pareja que sólo se dilucidó con fotofinish, en donde El Peligro resultaba ganador, pero el gusto le duró muy poco al Z14, pues el pago de la apuesta fue un primer balazo en el costado y seis más por la espalda, incluyendo el consabido de gracia.
Efraín Torres fue sepultado con un nombre ficiticio, y desenterrado horas más tarde, pues se rumora que el mismo Heriberto Lazcano solicitó su cadáver al dudar del deceso, ya que eran varios millones de dólares los que el fallecido le debía.
En fin, que como en el cuento de la hidra, al cortar una cabeza salen más y más pequeñas, El Cien, El Metro y El Chino, sobrenombres con los que se dan a conocer quienes rigen hasta el momento los municipios de Sabinas, Monclova, Piedras Negras Acuña, Rosita y Zaragoza, buscan dinero por doquier para pagar la nómina de mañosos, y mandar algo para el jefe Lazcano.
Todo esto mientras que el gobernador del PRI y el presidente del PAN se hacen como que la virgen les habla. Lo peor de todo es que si se decía que el control militar era el único remedio, hoy día parece percibirse que sólo elementos castrenses, pero de Estados Unidos, serán los que podrían poner un alto a tanto estropicio.
PIEDRAS NEGRAS, Coah.– Ni los tan publicitados levantones de Guillermo Anaya o de Librado Piña han servido para que la Federación o el estado pongan un alto a los delincuentes que tienen aterrorizado a Coahuila. La población se encuentra totalmente indefensa a merced de grupos de hampones sin escrúpulos que han dejado el trasiego de droga para dedicarse a robar, secuestrar y cobrar cuota a todo aquel que se encuentren.
Tan sólo hace unos días, hombres fuertemente armados a bordo de camionetas se encontraban en los alrededores del municipio de Zaragoza, deteniendo a quienes pasaran por ahí e interrogándolos para dilucidar si podrían obtener alguna jugosa ganancia al privarlos de su libertad.
Una pareja de mediana edad que alcanzó a pasar por el lugar fue detenida durante seis horas, maniatada, amenazada y golpeada, y al ver que verdaderamente el matrimonio no contaba con recursos económicos, los liberaron tras robarles el vehículo Lobo en el que viajaban.
Al respecto, las autoridades, quienes son las que más cobran y más beneficios obtienen, hacen oídos sordos, y esto es sin distingo de partidos. Igual pasa con el mismísimo gobernador Humberto Moreira, quien a pesar de que habla mucho sobre este asunto le han temblado las corvas.
También Guillermo Anaya, quien hizo mutis después de que él mismo fuera amenazado en la carretera de Sabinas, de la misma manera que el pomposo embajador de México en España, Jorge Zermeño Infante, quien en el sexenio pasado como senador presidió la Comisión de Seguridad, por lo que sin duda es responsable directo de permitir que una bola de iletrados y malandrines, por el sólo hecho de andar armados y en grupos, se haya apoderado del estado y se encargue de tener aterrorizado al país entero.
En esta región se ha hecho más patente y descarada la actuación de estos grupos delictivos desde la caída del Z14, Efraín Torres La Chispa, quien era el que mangoneaba la plaza a su antojo.
Como se recordará, en el mes de marzo La Chispa se apagó cuando cayó abatido a balazos en el municipio de Villarín, Veracruz, donde se desarrollaba una carrera de caballos entre El Langostino y El Peligro.
La competencia fue tan pareja que sólo se dilucidó con fotofinish, en donde El Peligro resultaba ganador, pero el gusto le duró muy poco al Z14, pues el pago de la apuesta fue un primer balazo en el costado y seis más por la espalda, incluyendo el consabido de gracia.
Efraín Torres fue sepultado con un nombre ficiticio, y desenterrado horas más tarde, pues se rumora que el mismo Heriberto Lazcano solicitó su cadáver al dudar del deceso, ya que eran varios millones de dólares los que el fallecido le debía.
En fin, que como en el cuento de la hidra, al cortar una cabeza salen más y más pequeñas, El Cien, El Metro y El Chino, sobrenombres con los que se dan a conocer quienes rigen hasta el momento los municipios de Sabinas, Monclova, Piedras Negras Acuña, Rosita y Zaragoza, buscan dinero por doquier para pagar la nómina de mañosos, y mandar algo para el jefe Lazcano.
Todo esto mientras que el gobernador del PRI y el presidente del PAN se hacen como que la virgen les habla. Lo peor de todo es que si se decía que el control militar era el único remedio, hoy día parece percibirse que sólo elementos castrenses, pero de Estados Unidos, serán los que podrían poner un alto a tanto estropicio.