NI OBREROS NI OBRADOR
Felipe Calderón ha aceptado y no sólo tácitamente, hasta con uniforme que le quedó grande, el título de Primer Soldado de México. Pero rechazó el de Primer Obrero del País, que se otorgaba a todos los mandatarios el 1 de mayo.
Quizá por que obrero suena casi igual a Obrador.
No quiso ver don Felipe el desfile de los obreros que están en un hoyo, pero sí acudió a premiar a Lorena Ochoa que juega 18 de golf. Y también asistió a la boda —misa incluida— de la hija de un miembro de su gabinete de apellido Córdova, allá en Guanajuato.
(Aclaración impertinente: no confundir a este señor Córdova, secretario de Salud, con “Cordovita”, como por ahí llaman al joven Mouriño, jefe de la Oficina de la Presidencia, en memoria del primer asesor de Salinas de Gortari.)
Esperamos que ayer 5 de mayo sí le haya tomado la jura de bandera a los conscriptos —¡faltaba más!— Y no se dude que el 10 de mayo también dirija un mensaje a las madres, porque de lo contrario… ya sabe usted.