Entre subsidios y yunques
Revista Siempre
Gasta 20 mil millones de dólares el gobierno de Felipe Calderón para sostener los precios actuales de gasolinas y diesel. Con ese dinero podrían ser construidas 3 o 4 refinerías y aligerar las importaciones de combustibles, causantes de cuantiosa derrama.
La suma destinada al subsidio de gasolinas fue dada a conocer por importantes analistas financieros estadounidenses durante una entrevista colectiva de la televisora CNN en español.
Causa asombro a expertos extranjeros que el régimen calderonista se resista a equiparar precios de combustibles de México con los internacionales. No lo entienden y presagian un duro golpe a la economía mexicana cuando se agoten los recursos para soportar dicho subsidio.
Los analistas, entre otros el de la revista Fortune, ignoran que el gobierno de Felipe Calderón trata de evitar reacciones en su contra, en vista de los comicios para diputados federales y seis gubernaturas en el 2009, los cuales espira a ganar.
Por ello aplica el dinero de sobreprecio del petróleo con fines políticos.
En ese propósito, Germán Martínez Cázeres reincorporó a su comité al peor presidente de todos los tiempos, a Vicente Fox, en una medida desesperada.
Adversarios del PAN están de pláceme porque, en cuanto comiencen las campañas para diputados y gobernadores, los candidatos de PRI y PRD sólo tendrán que recordar incontables desmanes del foxismo.
Los votantes carecen de memoria, pero no podrán pasar por alto el desastre educativo realizado por Marta Sahagún de Fox y Elba Esther Gordillo. Imposible olvidar el gasto millonario en la Enciclomedia, la cual denota daños estructurales, a punto del derrumbe. Fox hace gala de cinismo diciendo que registra simples goteras.
El ala tradicional panista se rindió ante la organización fascista del Yunque, la cual dejó de ser secreta y se luce en público como lo hizo el sábado de la semana pasada en León, Guanajuato, donde aparecieron, llenos de felicidad, los yunquistas Manuel Espino y Vicente Fox.
Al lado de ambos se vieron cabizbajos Germán Martínez y el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, al ser retratados con esas figuras retrogradas.
Martínez se tumbó la máscara y declaró: “Yo vengo a decirles que me comprometo con ustedes, a que, con sus victorias, con su historia, con sus gobiernos pero sobre todo con los panistas y ciudadanos libres de Guanajuato, me comprometo en el 2009 a guanajuatizar el país”.
Pobre Germán. Carente de ideología, primero se declaró calderonista puro y, al ver que se le desbarata el partido, se entrega a Vicente Fox y a Manuel Espino. De esa manera se declaró “yunque”.
Pobre Germán. Se comprometió a guanajuatizar a la nación, a meterla en la ultraderecha feroz que el mismo PAN ha rechazado en decenios.
Guanajuato es gobernado por el “yunque” Juan Manuel Oliva y tiene de secretario de Gobierno a Gerardo Mosqueda Martínez y como titular de Educación Pública a Alberto Diosdado, ambos de la misma secta. Persiguen periodistas por ejercer la libertad de expresión y han sometido a presidentes municipales por no acatar su negra doctrina.
Entre ambas vertientes se encuentra Felipe Calderón, en subsidios a combustibles para no alterar a la población, y los “yunques” de Vicente Fox y Manuel Espino. Es el rumbo de México diseñado por el PAN.
Gasta 20 mil millones de dólares el gobierno de Felipe Calderón para sostener los precios actuales de gasolinas y diesel. Con ese dinero podrían ser construidas 3 o 4 refinerías y aligerar las importaciones de combustibles, causantes de cuantiosa derrama.
La suma destinada al subsidio de gasolinas fue dada a conocer por importantes analistas financieros estadounidenses durante una entrevista colectiva de la televisora CNN en español.
Causa asombro a expertos extranjeros que el régimen calderonista se resista a equiparar precios de combustibles de México con los internacionales. No lo entienden y presagian un duro golpe a la economía mexicana cuando se agoten los recursos para soportar dicho subsidio.
Los analistas, entre otros el de la revista Fortune, ignoran que el gobierno de Felipe Calderón trata de evitar reacciones en su contra, en vista de los comicios para diputados federales y seis gubernaturas en el 2009, los cuales espira a ganar.
Por ello aplica el dinero de sobreprecio del petróleo con fines políticos.
En ese propósito, Germán Martínez Cázeres reincorporó a su comité al peor presidente de todos los tiempos, a Vicente Fox, en una medida desesperada.
Adversarios del PAN están de pláceme porque, en cuanto comiencen las campañas para diputados y gobernadores, los candidatos de PRI y PRD sólo tendrán que recordar incontables desmanes del foxismo.
Los votantes carecen de memoria, pero no podrán pasar por alto el desastre educativo realizado por Marta Sahagún de Fox y Elba Esther Gordillo. Imposible olvidar el gasto millonario en la Enciclomedia, la cual denota daños estructurales, a punto del derrumbe. Fox hace gala de cinismo diciendo que registra simples goteras.
El ala tradicional panista se rindió ante la organización fascista del Yunque, la cual dejó de ser secreta y se luce en público como lo hizo el sábado de la semana pasada en León, Guanajuato, donde aparecieron, llenos de felicidad, los yunquistas Manuel Espino y Vicente Fox.
Al lado de ambos se vieron cabizbajos Germán Martínez y el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, al ser retratados con esas figuras retrogradas.
Martínez se tumbó la máscara y declaró: “Yo vengo a decirles que me comprometo con ustedes, a que, con sus victorias, con su historia, con sus gobiernos pero sobre todo con los panistas y ciudadanos libres de Guanajuato, me comprometo en el 2009 a guanajuatizar el país”.
Pobre Germán. Carente de ideología, primero se declaró calderonista puro y, al ver que se le desbarata el partido, se entrega a Vicente Fox y a Manuel Espino. De esa manera se declaró “yunque”.
Pobre Germán. Se comprometió a guanajuatizar a la nación, a meterla en la ultraderecha feroz que el mismo PAN ha rechazado en decenios.
Guanajuato es gobernado por el “yunque” Juan Manuel Oliva y tiene de secretario de Gobierno a Gerardo Mosqueda Martínez y como titular de Educación Pública a Alberto Diosdado, ambos de la misma secta. Persiguen periodistas por ejercer la libertad de expresión y han sometido a presidentes municipales por no acatar su negra doctrina.
Entre ambas vertientes se encuentra Felipe Calderón, en subsidios a combustibles para no alterar a la población, y los “yunques” de Vicente Fox y Manuel Espino. Es el rumbo de México diseñado por el PAN.