Nota por la que fue decomisada en Zacatecas la Revista Proceso el 27 de enero

La siguiente nota es la que caló fuerte entre la clase poderosa del gobierno y motivó que la edición del 27 de enero fuera comprada en su totalidad por achichincles del Gobierno del Estado, de verdad que yo no entiendo a Amalia, una mujer que desde su juventud militó en la izquierda, una mujer que padeció en carne propia las embestidas de un sistema político mexicano que por 7 decadas tuvo las riendas del poder en México, ahora resulta que olvidó todos sus ideales, sus sueños, sus metas y ahora se le ve tan felíz y contenta con el PELELE ESPURIO de FeCAL, que pena y que tristeza, seguramente más de uno esta totalmente decepcionado de esta mujer que desafio a su propio padre al militar en un partido de izquierda (su padre fue Gobernador de Zacatecas, gobenador emanado del PRI, así mismo fue embajador en rusia y varios paises), vaya con Amalia, todo iba tan bien!!!!!! pero llega FeCAL y le agarra la pierna y sopas perdió todo


Territorio del Miedo

* Zacatecas dejó de ser un estado seguro desde que llegaron Los Zetas. Debido a la violencia, muchas familias han emigrado a Estados Unidos, y cuando los presidentes municipales le expusieron a la gobernadora Amalia García su preocupación por estos hechos, ella les recomendó: "No se metan con esa gente"...


ZACATECAS, ZAC- La presencia de un piquete de militares con traje de combate en el aeropuerto de la capital zacatecana el miércoles 16, para revisar con un perro entrenado el equipaje de los pasajeros y la tripulación del vuelo 774 de Aero-mar, fúe apenas una muestra de que en la entidad ya se perdió la tranquilidad de la que antes presumía.

Buena parte de la población, sobre todo la de municipios colindantes con Durango. Jalisco. Coahuila y Aguascalientes, vive atemorizada porque grupos de sicarios recorren la entidad cometiendo secuestros y extorsiones sin que nadie los detenga.

Zacatecas no se ha salvado de la guerra que libran los cárteles de la droga, y las autoridades lo saben. En una reunión del Consejo Estatal de Seguridad Pública, a comienzos de 2007, la gobernadora Amalia García Medina recibió el reporte de que integrantes de Los Zetas, el brazo armado del cártel del Golfo, operaban en el estado. En esa reunión. García Medina instruyó a sus colaboradores para que estuvieran pendientes de los "grupos extraños" y les pidió que mantuvieran en sigilo las investigaciones para "no alertar a la población", relata a la reportera uno de los asistentes a ese encuentro, que pide mantenerse en el anonimato: una señal del miedo palpable en el estado.

En un reporte de inteligencia del gobierno federal que Proceso consultó, se indica que durante el último año se registraron aquí 40 levantones atribuidos a Los Zetas, quienes también ahuyentaron a los distribuidores de droga del cártel de Sinaloa que antes dominaban esta plaza.


La acción más espectacular realizada por los sicarios del cártel del Golfo ocurrió en Jerez, el pasado 28 de diciembre, cuando rescataron a dos de los tres individuos que habían secuestrado al prestamista Abel González González y quienes habían sido detenidos la víspera en Tlaltcnango.

El ataque, en el que murieron siete policías, ocurrió cuando los plagiarios eran trasladados a la capital del estado. Poco después. 12 agentes de la policía ministerial renunciaron con el argumento de que carecían de armas y equipo para enfrentarse con tan peligrosos delincuentes.

El mencionado informe señala que "se desconoce la cantidad real" de los agresores. Sin embargo, mientras la delegación de la Policía Federal Preventiva (PFP). que participó en el operativo con dos vehículos, reportó que fueron "70 personas a bordo de 20 vehículos", la Procuraduría de Justicia de Zacatecas informó que se trató de entre "40 y 50 personas que viajaban en 10 vehículos y que portaban rifles AK-47 y AR-15".

El documento enfatiza que en el traslado de los reos no participó la Procuraduría General de la República (PGR). a pesar de que fue notificada y se le solicitó que atrajera el caso. "No se estimó la capacidad de organización de los delincuentes" ni se pidió el apoyo del Ejército Mexicano, que sólo participó de manera parcial.


El 27 de diciembre, efectivos del 53 Batallón de Infantería acudieron a un llamado de las autoridades de Tlaltenango. tomaron nota de la detención de Nicolás Pérez Alvarado y Jorge Hernández Pineda, originarios de Tamaulipas, y de Alejandro Gallegos López, de Zacatecas: así como de la muerte de Luis Guillermo Gálvez Muñoz por un impacto de bala.

El traslado de los delincuentes se inició -continúa el informe- a las 6:20 horas del 28 de diciembre, con la participación de "35 elementos" que viajaban en 10 vehículos: dos de la PFP. dos de la Policía Estatal Preventiva, tres de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito del Estado y tres de la Policía Ministerial.

Según información de la PFP incluida en el documento, a las 17:35 se suscitó un enfrentamiento en la autopista 23 Guadalajara-Zacatecas, en el que murió un policía de Seguridad Pública y Tránsito del estado.

Diez minutos después hubo otro tiroteo que dejó seis policías ministeriales muertos.

A tres agentes que sobrevivieron se los llevaron los sicarios. Los abandonaron en Fresnillo, "en el tramo Estación Morfín", pero sólo uno de ellos está detenido y sujeto a investigación.

En el trayecto hacia Zacatecas, indica el informe, hubo un "fraccionamiento intencional" del convoy y el grupo que resguardaba a Jorge Hernández Pineda aceleró aunque tenía la instrucción de mantener la velocidad. Esto permitió que esos policías evadieran la celada.

El 29 de diciembre Hernández Pineda fue trasladado a las instalaciones de la SIEDO en la Ciudad de México. Los otros dos delincuentes escaparon.

El balance de la fuente federal es que el traslado de los detenidos fue improvisado y se subestimó la capacidad de los delincuentes, lo que denota una "falta de adiestramiento de las fuerzas policiacas estatales".

No se ha descartado que las corporaciones se coludieran con los atacantes, ya que los agentes de Seguridad Pública y Tránsito del estado "no reaccionaron para repeler la agresión".

Otra posibilidad considerada en el documento consultado es que pudo existir una "filtración de información" que permitió a los sicarios conocer la ruta del traslado.

Amenazas permanentes

Durante los dos últimos años los diarios de Zacatecas, cautos en el tratamiento de asuntos relacionados con el narco, han informado de por lo menos 32 asesinatos con las características del crimen organizado: 11 de las víctimas eran policías.

Comerciantes y ganaderos han sufrido secuestros y chantajes. Son frecuentes las extorsiones telefónicas en que los delincuentes se identifican como zetas y proporcionan información completa de las personas a quienes amenazan. Con ello alimentan el miedo y la paranoia. Debido al clima de violencia, muchas familias han optado por emigrar a Estados Unidos.

Un ganadero que estuvo secuestrado casi un mes refiere a la reportera parte de su experiencia. Se muestra inquieto y mira para todos lados, pues supone que la conversación está siendo grabada desde algún sitio. Está convencido de que el lugar de la cita con la reportera está rodeado por "esos señores".

Afirma que no acudió a la procuraduría estatal "porque no quería arriesgar a su gente", y que a pesar de que pagó su rescate no se siente seguro. Sigue recibiendo llamadas telefónicas para decirle que él y su familia son vigilados.

Muy distinta es la actitud de Francisco Quico Torres Gallegos, conductor del programa radiofónico El pueblo canta, en la estación XEIH de Fresnillo. quien no toma en serio las amenazas telefónicas. El pasado 14 de junio transmitió en vivo una llamada en la que le exigían 50 mil pesos, "para cubrir los gastos de la investigación" que supuestamente invirtieron en él y su familia.

Desenfadado y aparentemente tranquilo. Torres Gallegos cuenta que días antes recibió llamadas de esas personas, que se identificaron como zetas. "Pero yo me di cuenta de que son maleantes que están aprovechando el clima nacional, y que no tienen más datos que los que aparecen en cualquier directorio telefónico. Decidí pasar al aire la llamada para que la gente que llegue a ser víctima de esos malandrines reaccione y cuelgue".