TELEVISA Y TVAZTECA PRETENDEN SOBORNAR A LOS CONGRESOS LOCALES
jenaro villamil
México, D.F., 18 de septiembre (apro).- No contentos con el autogol del martes 11 de septiembre, Televisa, TV Azteca y sus seguidores de la radio y la pantalla han decidido boicotear la reforma constitucional en materia electoral desde las entidades federativas.
Estiman contar con 19 gobernadores afines que, en su lógica anacrónica, van a poder dar “línea” a sus Congresos locales para evitar que 17 de las 32 entidades ratifiquen la decisión histórica adoptada la semana pasada por el Congreso de la Unión.
Hasta el momento, sólo dos mandatarios estatales han expresado francamente su oposición a la reforma electoral, y por ello impulsarán el veto en sus bancadas: el priista Humberto Moreira, gobernador de Coahuila, a quien Televisa festeja de vez en vez su trayectoria como bailarín de folclore, y el de Aguascalientes, el panista Luis Armando Reynoso Femat, quien presume su amistad con Emilio Azcárraga Jean como si fuera garantía de impunidad mediática.
El precandidato que se ha adelantado en el millonario casting de las televisoras, el “guapo” Enrique Peña Nieto, del Estado de México, decidió no comer lumbre.
A pesar de la campaña de promoción en Televisa, de los 70 millones de dólares anuales que pactó para que la empresa TV Promo –subsidiaria de la televisora-- le preparara su lanzamiento como futuro abanderado del rating, el mexiquense decidió no pelearse con los otros grupos y camarillas de su partido, el tricolor.
Más aún, en nada le ayudó la “argumentación” de la conductora de Ventaneando, Patricia Chapoy, y menos el que Bernardo Gómez presumiera ante los concesionarios que Peña Nieto es casi su empleado.
Otros gobernadores, con sello elbista o con fuertes campañas de compromiso con TV Azteca y Televisa, han prometido en secreto al duopolio que trabajarán para frenar la reforma que los saca del negocio electoral.
Falta saber si Natividad González Parás, de Nuevo León; Eduardo Bours, de Sonora; Miguel Angel Osorio Chong, de Hidalgo; Ney González, de Nayarit; Eugenio Hernández, de Tamaulipas; Félix González Canto, de Quintana Roo, Zeferino Torreblanca, de Guerrero, y el inefable Fidel Herrera, de Veracruz, decidan seguir la ruta de Moreira y Femat.
Aunque lo hicieran, nada garantiza que sus Congresos estatales respondan como si viviéramos en la “dictadura de la pantalla” que sustituye a la “dictadura perfecta” de aquel priismo monolítico.
En realidad, lo que pueden lograr es exhibir un talante autoritario y presidencialista absolutamente fuera de lugar. Si pretenden presumir que ellos son los “niños héroes” del federalismo, en realidad van a exhibirse como ineficaces voceros del canal de las estrellas y de la señal con valor.
El contragolpe del Congreso de la Unión y de las dirigencias nacionales partidistas no se ha hecho esperar. La presidenta de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, calcula que cuentan con 25 Congresos estatales con una correlación de fuerzas favorable para avalar la controvertida reforma.
Los presidentes del PAN, Manuel Espino; PRI, Beatriz Paredes, y PRD, Leonel Cota, ratificaron este martes la alianza de las tres principales fuerzas para completar el proceso de reforma constitucional en los estados.
Hasta ahora, ninguna reforma constitucional en el México contemporáneo ha sido frenada en Congresos locales.
Si el duopolio televisivo piensa que los Congresos también funcionan como “encadenamientos” de señales con el gobernador en turno, sólo estarán demostrando el profundo menosprecio que le tienen a la inteligencia de los propios ciudadanos y legisladores locales.