NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS ....

Y todavía faltan cinco años

Por María Teresa Jardí
jueves, 20 de septiembre de 2007

El usurpador encubre las raterías de su delincuente también de ligas mayores antecesor y el país sigue militarizándose porque el tan corrupto sistema político mexicano tiene que cobijarse en las sotanas y los milicos.

Y se preparan ya los chivos expiatorios de siempre (familia Cerezo, familia Canseco Ruiz, Familia Sosa, etc.) para que paguen por lo que tan fácilmente puede resolverse.
Pero lo que no se quiere resolver porque no se trata de una democracia ni siquiera imperfecta. En las democracias, por más imperfectas que sean, cuando el antecesor exhibe una fortuna descomunal que antes de su llegada al poder seis años atrás no tenía, se finge al menos que se le investiga y castiga.

Pero aquí incluso con eso, debidamente acordado entre FecalPillo y el idiota Fox, lo que se busca es agravar la situación, porque lo que necesita, el corruptísimo sistema político fecalprianista, es un estallido social.

Si Ulises Ruiz entregó a los desaparecidos reclamados por el EPR a los milicos como señala en el comunicado del 18 de septiembre el EPR, o los mantienen escondidos vivos y son desaparecidos políticos o los asesinaron y mientras no lo reconozcan así también son desaparecidos políticos. Punto.

Y los responsables: el usurpador, Ulises Ruiz, el PRI y el PAN y el Ejército Nacional, que ha dado el visto bueno para que cualquiera, narcotraficantes incluidos se vistan de militares y porten grados, y luego nos asombramos de que los Zetas existan, tienen en sus manos acabar con los bombazos, basta con que den a conocer públicamente qué hicieron con Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez. Fin del problema.

Y, sí, creo en lo que dice Felipe Canseco Ruiz en una carta motivada por una columna de Raymundo Riva Palacio, publicada en El Universal el día 3 de septiembre, y, al parecer, elaborada retomando datos de un informe elaborado por inteligencia militar de la VIII Región, lo que, efectivamente, en la lógica de los aparatos represivos significa que es otro candidato a ser nuevamente detenido y torturado, o peor aún, desaparecido o asesinado.

"Es absolutamente falso que `responda', participe o tenga yo alguna vinculación con el Ejército Popular Revolucionario. Dicha versión pretende justificar una operación represiva en ciernes en contra de luchadores sociales que desarrollamos nuestra actividad en forma pacífica, democrática y dentro de los marcos constitucionales.
A partir de mi liberación del Penal de Alta Seguridad de Puente Grande, Jalisco, el 30 de julio de 1997, mi actividad ha sido pública y pacífica, al igual que la de los compañeros que compartimos durante siete largos años las celdas de varias prisiones.

Dicha situación le consta a los propios `indicadores' de las diferentes corporaciones de seguridad que no han dejado de vigilar nuestras actividades y mantienen intervenidas nuestras líneas telefónicas. En diversos medios de prensa (La Jornada, revista Proceso y El Universal) yo y los compañeros que compartimos la militancia en la organización política Izquierda Democrática Popular, hemos reiterado nuestra convicción de que existen espacios políticos para que desarrollemos nuestras actividades en forma pacífica y dentro de los marcos constitucionales. He sido uno más de las decenas de miles de oaxaqueños que participamos dentro de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, pero de ninguna manera `respondiendo' a los puntos de vista de alguna organización insurgente político militar, sino como delegado de una comunidad indígena mixe. Con ese carácter participé en la comisión organizadora del Congreso Constitutivo de la APPO; y en diversas ocasiones me permití declarar a varios medios de comunicación llamando a las organizaciones insurgentes a abstenerse de actuar en el marco del conflicto oaxaqueño, estando convencido de que la lucha política pacífica del pueblo logrará la salida del tirano Ulises Ruiz Ortiz y avanzar en la consecución de las diversas demandas populares.

También considero oportuno informarles que la mayoría de la familia Canseco Ruiz no participa en política, por lo cual me parece totalmente desafortunado y tendencioso que los servicios de inteligencia militar del Ejército federal señalen a dicha familia, de la que soy parte, como supuesta fundadora de nada, pues ello puede conducir a colocar en la picota de los cuerpos de seguridad gubernamentales a personas absolutamente ajenas a la política".