INDICE POLITICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
USD 205 MILLONES, "RECHINANDO DE LIMPIOS"
TIENE RAZÓN MI amigo el financiero: Ahora resulta que la administración calderonista "lava lana", "blanquea dólares", los deja "rechinando de limpios".
Incautados al ya célebre Zhenli Ye Gon, más de 205 millones de dólares fueron enviados por la administración en funciones a un banco estadounidense, donde seguro deben estar "sudando" intereses, aunque a ciencia cierta nadie sepa ¿para beneficio de quién?
Y apenas venimos enterándonos.
Porque con el mayor de los sigilos, cual si se tratara de un asunto reservado del cual no debieran enterarse los contribuyentes –que también somos electores--, el dinero salió del país prácticamente "indocumentado". George Washington, su efigie, debe tener mojadas las espaldas.
Ingenuos no son quienes se convirtieron también en "sacadólares".
¿O será, acaso, que ellos tampoco tienen confianza en el sistema bancario "mexicano"? ¿Ni siquiera en el que "gobierna" Guillermo Ortiz?
Señalan las leyes mexicanas que esos dineros deben permanecer a resguardo de la autoridad judicial, hasta en tanto no se dilucide su origen. Y aunque en el caso de este que fue incautado de la residencia de Ye Gon, había cierta claridad –oscurecida con las declaraciones del mismo, donde devela que le pidieron que cooperara o le daban "cuello"--, el proceso no ha concluido. Ni siquiera ha empezado, para más señas.
Reos de sospecha se convierten en automático quienes manejaron cual si fuera propio este enorme recurso monetario.
No estaría de más, entonces, recordarles que el lavado de dinero es la adquisición, utilización, conversión o transmisión de bienes que proceden de alguna de las actividades delictivas relacionadas con las drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, bandas armadas, organizaciones o grupos terroristas, para ocultar o encubrir su origen o ayudar a la persona que haya participado en la actividad delictiva o eludir las consecuencias jurídicas de sus actos, así como la ocultación o encubrimiento de su verdadera naturaleza, origen, localización, disposición, movimientos o de la propiedad o derechos sobre los mismos, aun cuando las actividades que la generen se desarrollen en el territorio de otro estado.
El lavado de dinero, en pocas palabras, es una de las formas con que los delincuentes tratan de asegurarse que al final de cuentas su actividad les reditúe en riqueza.
Este instrumento ilegal, es un método que emplean los delincuentes: narcotraficantes, secuestradores, terroristas, traficantes de armas, chantajistas o estafadores con tarjetas de crédito y ahora hasta funcionarios públicos, mecanismos para que todos ellos disfracen el origen de 'su' dinero lo que les permite evitar que sea detectado y que se les enjuicie cuando lo utilizan.
Así actuaron, pues, los nada "ingenuos" administradores "públicos" de este nuestro sufrido país.
Como si el dinero fuera suyo.
Más ahora que, todo indica, ya está "rechinando de limpio".
A menos que…
TIENE RAZÓN MI amigo el financiero: Ahora resulta que la administración calderonista "lava lana", "blanquea dólares", los deja "rechinando de limpios".
Incautados al ya célebre Zhenli Ye Gon, más de 205 millones de dólares fueron enviados por la administración en funciones a un banco estadounidense, donde seguro deben estar "sudando" intereses, aunque a ciencia cierta nadie sepa ¿para beneficio de quién?
Y apenas venimos enterándonos.
Porque con el mayor de los sigilos, cual si se tratara de un asunto reservado del cual no debieran enterarse los contribuyentes –que también somos electores--, el dinero salió del país prácticamente "indocumentado". George Washington, su efigie, debe tener mojadas las espaldas.
Ingenuos no son quienes se convirtieron también en "sacadólares".
¿O será, acaso, que ellos tampoco tienen confianza en el sistema bancario "mexicano"? ¿Ni siquiera en el que "gobierna" Guillermo Ortiz?
Señalan las leyes mexicanas que esos dineros deben permanecer a resguardo de la autoridad judicial, hasta en tanto no se dilucide su origen. Y aunque en el caso de este que fue incautado de la residencia de Ye Gon, había cierta claridad –oscurecida con las declaraciones del mismo, donde devela que le pidieron que cooperara o le daban "cuello"--, el proceso no ha concluido. Ni siquiera ha empezado, para más señas.
Reos de sospecha se convierten en automático quienes manejaron cual si fuera propio este enorme recurso monetario.
No estaría de más, entonces, recordarles que el lavado de dinero es la adquisición, utilización, conversión o transmisión de bienes que proceden de alguna de las actividades delictivas relacionadas con las drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, bandas armadas, organizaciones o grupos terroristas, para ocultar o encubrir su origen o ayudar a la persona que haya participado en la actividad delictiva o eludir las consecuencias jurídicas de sus actos, así como la ocultación o encubrimiento de su verdadera naturaleza, origen, localización, disposición, movimientos o de la propiedad o derechos sobre los mismos, aun cuando las actividades que la generen se desarrollen en el territorio de otro estado.
El lavado de dinero, en pocas palabras, es una de las formas con que los delincuentes tratan de asegurarse que al final de cuentas su actividad les reditúe en riqueza.
Este instrumento ilegal, es un método que emplean los delincuentes: narcotraficantes, secuestradores, terroristas, traficantes de armas, chantajistas o estafadores con tarjetas de crédito y ahora hasta funcionarios públicos, mecanismos para que todos ellos disfracen el origen de 'su' dinero lo que les permite evitar que sea detectado y que se les enjuicie cuando lo utilizan.
Así actuaron, pues, los nada "ingenuos" administradores "públicos" de este nuestro sufrido país.
Como si el dinero fuera suyo.
Más ahora que, todo indica, ya está "rechinando de limpio".
A menos que…