ASTILLERO
Julio Hernández López
Oaxaca, se mueve...
* A pesar de las represiones
* Juegos políticos de elite
* Abucheos artísticos
Ulises Ruiz creyó un año atrás que mediante la represión podría aplastar un movimiento magisterial que iba enlazándose con otras expresiones sociales de inconformidad. Durante horas, centenares de policías estatales, apoyados por vehículos terrestres y un helicóptero, enfrentaron a profesores, que con sus familias acampaban en el zócalo de la capital oaxaqueña, y a ciudadanos en general que sin saberlo estaban formando lo que luego sería la famosa Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Con 92 heridos, fracasó aquella primera apuesta por el uso de la fuerza extrema, como fracasó la terrible acometida federal que a finales de su sexenio autorizó Vicente Fox (cuando decía que ya no le importaba nada, que podía decir -en este caso, hacer- cualquier tontería, que al cabo él ya iba de salida) a instancias y por decisión política de Felipe Calderón, que en aquella entidad comenzó a ensayar su opción preferencial por la militarización de la sociedad y la criminalización de las protestas y la disidencia.
A un año de distancia, el movimiento social oaxaqueño muestra una extraordinaria capacidad de supervivencia ante una represión descomunal (a pesar de las divisiones internas, naturales e inducidas; a pesar de la postura mercenaria de presuntos aliados como el perredismo nacional y, sobre todo, estatal), pero también su lucha sostenida es una demostración lamentable de que, a pesar de todo el sufrimiento de una parte de un pueblo (asesinatos, secuestros, tortura; todo un catálogo amplio de violaciones a los derechos humanos), el sistema vigente de complicidades aún es capaz de sostener en el poder a tiranos y represores como el tal Ulises Ruiz, en un perverso juego de intercambios políticos que ha hecho al ocupante oficial de Los Pinos negociar el reconocimiento y apoyo de muy desprestigiados miembros del priísmo, como el propio Ruiz (caído en desgracia luego que sus servicios de mapache de nada sirvieron para levantar a Roberto Madrazo), el góber precioso, Mario Marín, y otros bellos ejemplares similares.
Los rejuegos palaciegos quedan a la vista cuando, por ejemplo, el citado Ulises ha declarado oficialmente que la liberación de un hermano de Flavio Sosa fue negociada con la secretaría federal de Gobernación y que forma parte de un paquete de buena voluntad política que el repudiado gobernante oaxaqueño trata de poner sobre la mesa cuando va entrando en su fase decisoria el análisis que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha hecho sobre las violaciones y agravios cometidos por los gobiernos federal y estatal en aquella entidad. Ulises Ruiz confirma que los tales preceptos legales, es decir, el muy mentado estado de derecho, son simple materia plástica en manos de torvos artífices políticos. A un año del primer golpe represivo, con Flavio Sosa injustamente en prisión (y, como él, otros más tras las rejas, aparte de quienes tienen que vivir escondidos o fuera del país), con un Presidente LegaL militarizado y un movimiento nacional de izquierda debilitado y confuso, Oaxaca resiste. Es decir: sin embargo, se mueve.
Astillas
Laura Pimentel (laura_pimentel_l@ prodigy.net.mx) estuvo en Bellas Artes la pasada noche de lunes: "Fui una de las personas afortunadas en conseguir un boleto para disfrutar a Yo-Yo Ma. Desde luego, en gayola, pues más vale allí que mal acompañada de puros panones del gobierno presente y pasado, ya que de esos estaban llenos los primeros pisos, de muchos de esos farsantes de entre los que reconocí (todos son odiosos) a Molinar Horcasitas y a Cabeza de Vaca, con su nube de guaruras. Nosotros entramos por un costado de Bellas Artes, corriendo porque con tanto cerco se nos hacía tarde. Además, cerraron el estacionamiento para los plebeyos, y los cortesanos fueron los únicos que pudieron dejar sus carruajes ahí; los demás, a correr a algún estacionamiento cercano. Fue una hazaña. Primero, llegar a las inmediaciones de BA, rodear las vallas y entre ellas, una sola entradita donde pasábamos en una fila enorme, de uno por uno y mostrando el boleto. Vigiladísima entradita con EMPs y PFPs antimotines, con toletes, cascos, rodilleras, todo eso en todo lo que abarca la explanada de BA. Era impresionante. Además de los tres retenes que tuvimos que pasar, el último tenía detector de metales y revisión a bolsa abierta para ver si no traíamos granadas, rifles, pistolas, cuchillos o no sé, o por lo menos algún cartelón incómodo. Si hubiera sabido que iba a estar el espurio, me canso que me llevo un cartón o algo. Sólo pudimos chiflar y abuchear. Desde luego que con miedo, porque en cada uno de los accesos a la sala, en las puertas, estaban apostados EMPs, y entre el público había muchos vestidos de civil con armas escondidas o disimuladas entre la ropa. El Yoyo presidencial (yo voy, yo digo, yo hago, yo soy, todo yo, todo yo) ocupó el palco presidencial (...) para que no hubiera duda de que él es 'el presidente'. Por otra parte, entró 'a escena' (es decir, al palco citado) al mismo tiempo que Yo-Yo Ma lo hacía al escenario, de tal manera que, al ver al virtuoso (desde luego, a Yo-Yo Ma) aplaudíamos, pero vimos que volteaban hacia atrás los que sabían que iba a entrar el espurio al palco y, entonces, cuando los demás nos dimos cuenta que era él, abucheamos con todo, y los panones aplaudían, no pudimos hacer más. ¿Qué no le dará vergüenza que en cuanto lugar se presenta siempre hay alguien que lo abuchea? No se puede ir a todos lados perturbando los derechos de los demás a disfrutar libremente de un espectáculo que a nosotros nos cuesta y este 'pelao' nos pone todavía más piedritas en el camino. ¿Por qué no organizó una función privada en el Castillo de Chapultepec (estilo Martita) o en Los Pinos? Que deje de provocar. Que entienda que no es bien recibido entre el pueblo. No lo queremos cerca"...Y, mientras el protector del virrey Mouriño volvía a llenar el exterior de Bellas Artes de guaruras, toletes, escudos, vallas, cadenas y otras manifestaciones escultóricas espurias, ¡hasta mañana, en esta columna manifestante!
* A pesar de las represiones
* Juegos políticos de elite
* Abucheos artísticos
Ulises Ruiz creyó un año atrás que mediante la represión podría aplastar un movimiento magisterial que iba enlazándose con otras expresiones sociales de inconformidad. Durante horas, centenares de policías estatales, apoyados por vehículos terrestres y un helicóptero, enfrentaron a profesores, que con sus familias acampaban en el zócalo de la capital oaxaqueña, y a ciudadanos en general que sin saberlo estaban formando lo que luego sería la famosa Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Con 92 heridos, fracasó aquella primera apuesta por el uso de la fuerza extrema, como fracasó la terrible acometida federal que a finales de su sexenio autorizó Vicente Fox (cuando decía que ya no le importaba nada, que podía decir -en este caso, hacer- cualquier tontería, que al cabo él ya iba de salida) a instancias y por decisión política de Felipe Calderón, que en aquella entidad comenzó a ensayar su opción preferencial por la militarización de la sociedad y la criminalización de las protestas y la disidencia.
A un año de distancia, el movimiento social oaxaqueño muestra una extraordinaria capacidad de supervivencia ante una represión descomunal (a pesar de las divisiones internas, naturales e inducidas; a pesar de la postura mercenaria de presuntos aliados como el perredismo nacional y, sobre todo, estatal), pero también su lucha sostenida es una demostración lamentable de que, a pesar de todo el sufrimiento de una parte de un pueblo (asesinatos, secuestros, tortura; todo un catálogo amplio de violaciones a los derechos humanos), el sistema vigente de complicidades aún es capaz de sostener en el poder a tiranos y represores como el tal Ulises Ruiz, en un perverso juego de intercambios políticos que ha hecho al ocupante oficial de Los Pinos negociar el reconocimiento y apoyo de muy desprestigiados miembros del priísmo, como el propio Ruiz (caído en desgracia luego que sus servicios de mapache de nada sirvieron para levantar a Roberto Madrazo), el góber precioso, Mario Marín, y otros bellos ejemplares similares.
Los rejuegos palaciegos quedan a la vista cuando, por ejemplo, el citado Ulises ha declarado oficialmente que la liberación de un hermano de Flavio Sosa fue negociada con la secretaría federal de Gobernación y que forma parte de un paquete de buena voluntad política que el repudiado gobernante oaxaqueño trata de poner sobre la mesa cuando va entrando en su fase decisoria el análisis que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha hecho sobre las violaciones y agravios cometidos por los gobiernos federal y estatal en aquella entidad. Ulises Ruiz confirma que los tales preceptos legales, es decir, el muy mentado estado de derecho, son simple materia plástica en manos de torvos artífices políticos. A un año del primer golpe represivo, con Flavio Sosa injustamente en prisión (y, como él, otros más tras las rejas, aparte de quienes tienen que vivir escondidos o fuera del país), con un Presidente LegaL militarizado y un movimiento nacional de izquierda debilitado y confuso, Oaxaca resiste. Es decir: sin embargo, se mueve.
Astillas
Laura Pimentel (laura_pimentel_l@ prodigy.net.mx) estuvo en Bellas Artes la pasada noche de lunes: "Fui una de las personas afortunadas en conseguir un boleto para disfrutar a Yo-Yo Ma. Desde luego, en gayola, pues más vale allí que mal acompañada de puros panones del gobierno presente y pasado, ya que de esos estaban llenos los primeros pisos, de muchos de esos farsantes de entre los que reconocí (todos son odiosos) a Molinar Horcasitas y a Cabeza de Vaca, con su nube de guaruras. Nosotros entramos por un costado de Bellas Artes, corriendo porque con tanto cerco se nos hacía tarde. Además, cerraron el estacionamiento para los plebeyos, y los cortesanos fueron los únicos que pudieron dejar sus carruajes ahí; los demás, a correr a algún estacionamiento cercano. Fue una hazaña. Primero, llegar a las inmediaciones de BA, rodear las vallas y entre ellas, una sola entradita donde pasábamos en una fila enorme, de uno por uno y mostrando el boleto. Vigiladísima entradita con EMPs y PFPs antimotines, con toletes, cascos, rodilleras, todo eso en todo lo que abarca la explanada de BA. Era impresionante. Además de los tres retenes que tuvimos que pasar, el último tenía detector de metales y revisión a bolsa abierta para ver si no traíamos granadas, rifles, pistolas, cuchillos o no sé, o por lo menos algún cartelón incómodo. Si hubiera sabido que iba a estar el espurio, me canso que me llevo un cartón o algo. Sólo pudimos chiflar y abuchear. Desde luego que con miedo, porque en cada uno de los accesos a la sala, en las puertas, estaban apostados EMPs, y entre el público había muchos vestidos de civil con armas escondidas o disimuladas entre la ropa. El Yoyo presidencial (yo voy, yo digo, yo hago, yo soy, todo yo, todo yo) ocupó el palco presidencial (...) para que no hubiera duda de que él es 'el presidente'. Por otra parte, entró 'a escena' (es decir, al palco citado) al mismo tiempo que Yo-Yo Ma lo hacía al escenario, de tal manera que, al ver al virtuoso (desde luego, a Yo-Yo Ma) aplaudíamos, pero vimos que volteaban hacia atrás los que sabían que iba a entrar el espurio al palco y, entonces, cuando los demás nos dimos cuenta que era él, abucheamos con todo, y los panones aplaudían, no pudimos hacer más. ¿Qué no le dará vergüenza que en cuanto lugar se presenta siempre hay alguien que lo abuchea? No se puede ir a todos lados perturbando los derechos de los demás a disfrutar libremente de un espectáculo que a nosotros nos cuesta y este 'pelao' nos pone todavía más piedritas en el camino. ¿Por qué no organizó una función privada en el Castillo de Chapultepec (estilo Martita) o en Los Pinos? Que deje de provocar. Que entienda que no es bien recibido entre el pueblo. No lo queremos cerca"...Y, mientras el protector del virrey Mouriño volvía a llenar el exterior de Bellas Artes de guaruras, toletes, escudos, vallas, cadenas y otras manifestaciones escultóricas espurias, ¡hasta mañana, en esta columna manifestante!