PEMEX, UN BOTIN JUGOSO Y APETITOSO PARA LOS ULTRADERECHISTAS

Para José Antonio Cevallos, poder es sinónimo de botín
Jesús Reyes Heroles desafía al PAN

Por:
David Casco Sosa

El nuevo director de Petróleos Mexicanos está entregando la paraestatal a sus amistades más cercanas, logrando con ello convertir a la petrolera en una gran negocio privado, retando y llevándose entre los pies a connotados panistas

“No importa que Felipe Calderón haya ganado las elecciones, aquí en Pemex el poder ahora eres tú. A ti te necesitan para sacar adelante la reforma de Pemex y habrán de pagarte el precio que pidas”.

Tales fueron las palabras que escuchaba con atención Jesús Reyes Heroles González Garza, Director General de Petróleos Mexicanos, de parte de un encendido José Antonio Cevallos Soberanis, Director General Corporativo de Pemex Refinación.

Reyes Heroles asintió con firmeza: “Cierto, de nosotros depende la reforma de este gran organismo, de nuestra capacidad técnica y de la habilidad con que manejemos nuestras relaciones políticas y partidistas. No hay por qué tenerle miedo, ni porque nos tiemble la mano ante el Partido Acción Nacional. Ellos nos ocupan más que nosotros a ellos, así que adelante, tope lo que tope”.

El desafío se lanzaba, el fin buscado por José Antonio Cevallos se lograba, el Director General de Pemex se declaraba listo para subir al ring con cualquier miembro del PAN que lo desafiara y aún con el Comité Ejecutivo Nacional y su propio Consejo Nacional.

Hasta ese punto había hecho mella la insidia de aquel voraz subalterno que lograba calentar a su jefe y lo orillaba a tomar una determinación donde lo más probable es que más temprano que tarde habrá de resultarle dolorosa y contraproducente.

Todo había salido a pedir de boca. José Antonio Cevallos se sintió el hombre fuerte. “El poder en Pemex lo tengo yo y me atengo a las consecuencias. Reyes Heroles ya se me entregó. Hay que acabar con estos nefastos panistas y volver al régimen de priístas, o al menos que sean neutrales o apartidistas”.

Así fanfarroneaba ante un grupo atónito que no creía lo que escuchaba y quienes ! no emitieron comentario alguno. Y es que dicho personaje, de una larga trayectoria en el ámbito petrolero, se dice y comporta cuasi como si la paraestatal más importante de México fuera una empresa de su propiedad, a pesar de ser únicamente titular de Pemex Refinación.

Y así, con toda la mala fe, sin cuidar las formas, con rudeza innecesaria, sin apego a la normatividad, insultando y vejando a subdirectores y gerentes, ignorando derechos y antigüedades, ya no se diga de formalidades propias de servidores públicos comprometidos con una nueva idea de desarrollo y transparencia, José Antonio Cevallos comenzó a maquinar cambios, reestructuraciones y jubilaciones en varias áreas de Pemex.

¿Con qué finalidad? Muy simple: José Antonio Cevallos Soberanis, nombrado por el presidente Felipe Calderón director General de Pemex Refinación a propuesta de Jesús Reyes Heroles González Garza, ávido de más poder y prerrogativa! s, quiere tener el pastel completo al colocar a una de sus gentes –a la cual, dicen, “controla con los ojos”– en la Subdirección de Suministros, desde donde se maneja el 80 por ciento de los suministros de Petróleos Mexicanos, lo cual significa una cantidad más que multimillonaria y sumamente codiciada por los famosos porcentajes de “entres” que se recibirían de “comisión”.

QUEHACER POLÍTICO recibió información y quejas de empleados inconformes por la situación laboral que están viviendo. Y esta información se cotejó con otras fuentes para corroborar su autenticidad. Con base en ello, se pudo armar el complejo rompecabezas que ya está dejando varios “damnificados” en Petróleos Mexicanos. Esta es la historia.

JOSÉ ANTONIO CEVALLOS,EL INSTITUCIONAL INAMOVIBLE

José Antonio Cevallos Soberanis,ingeniero petrolero con casi 40 años de experiencia laboral, prestó sus servicios en el Instituto Mexicano del Petróleo, de 1968 a 1980, para posteriormente incorporarse a la paraestatal en 1980, donde ocupó diversos cargos hasta alcanzar el puesto de director general corporativo de Pemex Exploración y Producción, de 1995 a 2001. Y el 7 de mayo de 2001, a raíz de la reestructuración corporativa de Petróleos Mexicanos, asumió como titular la Dirección Corporativa de Operaciones.

Ya en la administración foxista, y enterados de que Raúl Muñoz Leos, director general de Pemex sería removido de su cargo, José Antonio Cevallos y Juan Bueno Torio –éste último con el cargo de director general de Pemex Refinación– empezaron a candidatearse y cabildear para sucederlo. Pero no fue así; Luis Ramírez Corzo, a la sazón director general corporativo de Pemex Exploración y Perforación, llegó al relevo.

Y tras la salida de Muñoz Leos, aquellos personajes, también dejaron la paraestatal: Bueno Torio se fue como candidato a senador por el PAN, y Cevallos Soberanis, con la jubilación bajo el brazo, pasó a la dirección general del Instituto Mexicano del Petróleo.

Cabe recordar que al inicio de la administración de Vicente Fox Quesada, llegó a Pemex un ejército de cuadros panistas con alguna experiencia en otros niveles y esferas. Uno de ellos fue José Mario Garza Benavides, quien venía de ser el secretario General de Gobierno de Nuevo León con el gobernador Fernando Canales Clariond.

A Garza Benavides lo colocan primero a nivel gerencial, para crearle posteriormente, con Luis Ramírez Corzo como director general de Pemex, un área denominada Subdirección de Suministros, misma que fue ubicada en la Dirección Corporativa de Operaciones, bajo el mando de Marcos Ramírez Silva, enemigo frontal de José Antonio Cevallos Soberanis, a quien sustituyó al salir éste jubilado.

¿Cuál era la función de esta Subdirección de Suministros? Pues coordinar el 80 por ciento del total de las adquisiciones de Pemex, o sea, comprar lo requerido por la paraestatal con un presupuesto nada despreciable de muchos miles de millones de pesos.

Huelga decir que por la naturaleza de las operaciones de este despacho, los porcentajes que se manejan –por debajo de la mesa, obviamente– con los proveedores, alcanzan cifras multimillonarias. Son los famosos “entres”. “Te doy la concesión para que me vendas tu producto en grandes cantidades, pero te cobro el 10 por ciento”, es lo que se estila, aseguran los que saben.

Así las cosas, terminó con más pena que gloria la administración de Vicente Fox y la consabida de Luis Ramírez Corzo.

JOSÉ ANTONIO CEVALLOS, EL AMBICIOSO RECICLADO

Ya en esta administración federal, llegó Jesús Reyes Heroles a tomar las riendas de Petróleos Mexicanos, y lo primero que hizo fue pedir la aprobación de Felipe Calderón para nombrar a dos altos funcionarios en la paraestatal: Raúl Alejandro Livas Elizondo –hombre de confianza del nuevo director–, y José Antonio Cevallos Soberanis, en los cargos de titulares de la Dirección Corporativa de Operaciones y Pemex Refina-ción, respectivamente.

Las fuentes, plenamente identificadas por este semanario, detallan que hubo un tercer hombre propuesto por Reyes Heroles, pero que no fue aceptado. Se trata de Roberto Ortega Lomelí, otro viejo conocido del nuevo director de Pemex, quien fue sugerido para ocupar la Dirección General Corporativa de Administración, y ante la negativa, fue acomodado como coordinador ejecutivo de la Dirección General.
“Se presumía que este triunvirato –Raúl Alejandro Livas, José Antonio Cevallos y Roberto Ort! ega– iba a tener la función operativa de la nueva image! n, proye cción y operación de Pemex”, refieren los empleados consultados.

Sin embargo, “la audacia y perversidad de José Antonio Cevallos se impuso a la timidez y tibieza de Raúl Alejandro Livas y a la actitud mermada de Roberto Ortega, quien se sentía golpeado al no haber alcanzado la Dirección General Corporativa de Administración. Con toda la mala fe, Cevallos Soberanis empezó a golpear a infinidad de funcionarios, de subdirectores y gerentes hacia abajo, que según él le estorbaban en sus propósitos, claramente definidos por el tiempo y la experiencia que tenía en Pemex”.

La pregunta no se hace esperar: ¿Cuáles eran estos propósitos de José Antonio Cevallos?

La respuesta es inmediata: “En el área de Cevallos Soberanis (Pemex Refinación) existe un ejercicio presupuestal superior a los mil millones de dólares, lo cual representa un jugoso botín para él y sus allegados. Esa fue la misma área en donde Juan Bueno Torio no salió tan bien librado al documentarse que, por su cercanía con la señora Marta Sahagún, se permitieron toda clase de negocios para beneficiar a familiares de la llamada pareja presidencial, tanto a hermanos de Fox como a los jóvenes Bribiesca”.

FUERA EL PANISTA

Las mismas fuentes aseguran que en un afán por demás voraz, y sobre todo fuera de su área de competencia y facultades, José Antonio Cevallos convenció a Raúl Livas Elizondo para jubilar al panista José Mario Garza Benavides, titular de la Subdirección de Suministros, “con el insidioso argumento de que había que acabar con los panistas y volver al régimen de priístas”.

Sin embargo, subrayan los informantes, lo que en realidad quería Cevallos Soberanis era manejar el 80 por ciento del suministr! o de Pemex, lo que equivale a muchos miles de millones de pes! os. “Ent onces, lo que hizo José Antonio Cevallos fue sacar a José Mario Garza para meter en su lugar a Raúl Mendoza Mata, incondicional suyo que incluso hace años fungió como su jefe y a quien controla hasta con los ojos”.

Y así, enfatizan, con los ojos, es como Cevallos Soberanis va a controlar las adquisiciones millonarias de Pemex, donde precisamente se dan los “entres” y los famosos “porcentajes”.

Otra fuente de ingresos fabulosos son los grandes proyectos de la paraestatal, como Cantarell y otros más recientes en vías de aprobarse, que se echarán a andar una vez clarificada la reforma que hará en este organismo. Estos proyectos más que estratégicos, están –y estarán– a cargo de la Dirección Corporativa de Ingeniería y Desarrollo de Proyectos.

Hasta antes de la atropellada intervención de Cevallos Soberanis, esta área estaba a cargo de Federico M! artínez, un eficiente servidor público que había sido “prestado” por Ingenieros Civiles Asociados (ICA) por su eficacia y seriedad.

Pero por las presiones de José Antonio Cevallos, también se jubiló y fue colocado en su lugar Ernesto Ríos Montero, “quien es igual de eficiente que su antecesor, pero con un pequeño detalle en contra: Su edad”.

Y es que Ríos Monteros, “a sus 75 años de edad, y lo decimos con respeto sin afán de menospreciarlo, llega con una actitud y voluntad marchita, y ahora le debe al director de Pemex Refinación una obediencia y voluntad total al rescatarlo, como estaba, de un escritorio abandonado en la paraestatal”.

Los empleados de Petróleos Mexicanos consultados por QUEHACER POLÍTICO, precisan que uno más de los funcionarios que rendirán cuentas a Cevallos Soberanis, es Carlos A. Morales-Gil, quien fue ratificado como director general de Pemex Exploración y Producción.

Esta área, PEP –confían–, es una de las más poderosas de la paraestatal, y hay que recordar que Morales-Gil fue subalterno de Cevallos Soberanis, y su protegido cuando éste era titular de la misma área.

“Más claro, ni el agua; negocio redondo. Por no remediarse a tiempo y cuando la danza de los millones sea más que obvia, entonces veremos actuar a la Secretaría de la Función Pública, a cargo de Germán Martínez Cázares, pero para entonces será muy tarde. Se tapará el hoyo, cuando el niño se haya ahogado. Advertidos están”, vaticinan los entrevistados.

JESÚS REYES HEROLES, INSTITUCIONALIDAD TEMPRANA

Al llegar a la titularidad de Petróleos Mexicanos, Jesús Reyes Heroles observó institucionalidad y giró instrucciones para que se reubicaran a subdirectores y gerentes, ya fuera en sus mismas áreas o en otras direcciones gene! rales, “como lo hacen los funcionarios que se precian de tener calidad y estatura”.

Sin embargo, la medida fue acatada a medias, pues en las áreas visualizadas por Cevallos Soberanis se obró sin apego a la normatividad, “insultando y vejando a subdirectores y gerentes, sin respeto a sus derechos laborales y antigüedad, como si fuera el prepotente dueño de una empresa particular que mueve, despide o jubila a sus empleados”.

Jesús Reyes Heroles creía que sus instrucciones se cumplían, pero en lugar de ello fue calentado y subido al ring para una o varias peleas que no le correspondían. Cevallos lo había conducido a un temerario desafío.

Regresando al caso de José Mario Garza Benavides, ahora ex titular de la Subdirección de Suministros, los empleados de Pemex consultados precisan que José Antonio Cevallos fue informado de su procedencia, relaciones y desempeño. Y al entera! rse que no sólo era un destacado miembro del Partido Acción en Nacional, donde incluso forma parte del Consejo Político Nacional, sino que sus relaciones con Juan Camilo Mouriño y César Nava Vázquez, jefe de la oficina de la Presidencia de la República, y secretario particular del Ejecutivo federal, respectivamente, (y hombres de la total confianza de Felipe Calderón), son estrechas, decidió adelantarle su jubilación.

“No obstante esta información, Cevallos Soberanis se encargó de convencer a Raúl Alejandro Livas para ejecutar este cambio, el de José Mario Garza Benavides, para meter en su lugar a Raúl Mendoza Mata, por así convenir a sus intereses. De este movimiento fue informado el director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles, a quien previamente habían calentado y así, con una mano en la cintura, avaló remover al panista”, detallan.

Y ya encarrerado el gato... el director general de Petróleos Mexicanos, sabedor de que este cambio pudiera ocasionarle problemas, habría asegurado...: “Me atengo a las consecuencias”.

Pese a los recortes, partidas millonarias

El presupuesto para Petróleos Mexicanos, este año, es millonario. De los 144 mil 326 millones de pesos propuestos por el presidente Felipe Calderón, los legisladores lo dejaron en 140 mil 802 millones 800 mil pesos.

De esta cifra, a las divisiones Pemex Refinación, Pemex Exploración y Producción, así como el corporativo en su conjunto, se les destinaron tres mil 641 millones, tres mil 187 millones y dos mil 140 millones de pesos, respectivamente.

Del total de este presupuesto asignado, la paraestatal pagará más de diez mil 453 millones de pesos en honorarios y gastos varios, viáticos, servicios auxiliares y gastos generales.

Por ello, dicen en los pasillos de Pemex, “la preocupación y movimientos de José Antonio Cevallos Soberanis en acomodar a gente leal a él en estas áreas. Es un botín más que apetitoso”.