FEMINICIDOS Y CRIMEN ORGANIZADO

Llega el PAN y gobiernan los narcos

Por: Samuel Schmidt

Leemos sobre ejecutados y nos parece que es uno más de los actos cotidianos mexicanos. Parece que nos hemos insensibilizado respecto a los asesinatos.

Durante muchos años, grupos de feministas, en ocasiones extranjeros como los españoles, levantaron la voz contra los feminicidios en Ciudad Juárez y manipulando los números de las víctimas lograron llamar la atención mundial sobre el tema. Solamente les faltó indicar que en el mismo período cientos de hombres habían sido asesinados. El problema adquirió notoriedad por la evidente falta de atención y respeto al tema. El remedo de gobernador chihuahuense Francisco Barrio llegó a decir: “Ultimamente no han sido tantas”.

Salvando las distancias, la misma actitud de menospreció a la pérdida de vidas la continuó el panista Vicente Fox en cuyo sexenio se registraron nueve mil ejecuciones, de las cuales el 50% (como consigna El Universal) fueron en Michoacán. No obstante lo grave del caso, el remedo de presidente se negó a actuar frente a la evidencia. ¿Será por el perredismo del gobernador Cárdenas?

Parece evidente que a donde ha llegado el PAN a gobernar el narco se desata y entre las consecuencias se encuentra una elevación del crimen; esto ha provocado que los pseudogobernantes enfrenten los casos de ejecución como cuestión del narco como pretexto para no investigar.

Un pueblo siempre suspicaz como el mexicano no deja de pensar que algo grave debe suceder para que una situación como esta se mantenga.

De Barrio se decía que protegía narcotraficantes y él ciertamente tiene un deficit de explicaciones frente a la acusación del llamado Señor de los Cielos y del gobierno de Estados Unidos. De lo que no queda duda es que cuando fue gobernador, el Cartel de Juárez se apoderó de esa porción de la frontera.

Con Vicente Fox es evidente el descontrol que tuvo el mundo del crimen organizado que haciendo justicia a su nombre estaba mejor organizado que la policía.

Hemos sugerido aquí que la llegada de gigantescas remesas del exterior pudo haber sido una maniobra gubernamental para lavar dinero del narco, con lo que ambos compartían proyectos: el gobierno parecía eficiente equilibrando la macroeconomía y los narcos aumentaban su poderío.

Paralelamente, aumentaron los muertos en la frontera; los que huían del infierno foxista se encontraron con la crueldad del infierno bushista, pero esto parece ser harina de otro costal, aunque en el gran diseño de las cosas todos estos temas podrían estar bien conectados, porque Bush no detuvo a un solo capo del narco mientras que tal vez el peso del narco ayudó a que no reventara la economía de Estados Unidos.

El caso es que el gobierno de los cowboys produjo miles de asesinados.