SER Y PARECER
Las próximas detonaciones
Por: Mayo E. Ríos Estavillo
Las torpezas de Fox en el ejercicio del poder han provocado daños y consecuencias que habrá de exigirle el pueblo mexicano
No ha terminado el sexenio del Gobierno del cambio y ya se dejaron sentir las primeras detonaciones que ha dejado el nulo oficio político de quien se propuso, en uno más de los profundos sueños que provoca la adicción al Prozac, poner a México al día y a la vanguardia.
Al presidente Fox le ha tronado literalmente su sexenio y su miopía política y el desinterés por el destino de la nación lo llevó a la insultante e irresponsable decisión de evadir una vez más su responsabilidad, y pretender viajar a Australia para ausentarse de los problemas del país que nunca gobernó, tal y como lo hizo también en su natal Guanajuato, cuando dicen pretendió gobernar esta entidad que constantemente dejaba en manos de su secretario de Gobierno.
Aunque se le ve cansado y fastidiado, no han llegado aún los peores momentos para Vicente Fox. Sin el respaldo ni! la credibilidad de la mayoría de los mexicanos, con la situación política y económica a la que ninguna familia escapa, con los enemigos que genera el poder mal ejercido, y ya con el apoyo retirado de la nobleza mexicana, el hombre de las botas de charol se quedará pronto sin aliados y sin la televisión como instrumento de operación política para defender lo indefendible y ocultar lo inocultable, con la enorme posibilidad de que este mismo medio que lo fabricó y llevó al poder sea quien ventile sus fracasos y excesos como gobernante.
Empeñado en ser recordado como el artífice de la democracia, Vicente Fox hace pensar mañosamente a los mexicanos que la sola alternancia política ha traído beneficios a nuestro país y que, a manera de repetir falacias en formato de 20 segundos, aceptaremos una realidad que se vive sólo en su cabaña acogedora, que cump! le con el único objetivo de mantenerlo en pie frente a ! las evid entes crisis depresivas del primer mandatario que colman en autismo recurrente.
Hablar de los verdaderos logros sexenales de Fox implicaría decir muy poco de un gobernante que se caracterizó más por su sinrazón política, sus puntadas verbales y su debilidad por las faldas de Marta y los viajes al extranjero. Los fracasos en materia educativa, laboral y de seguridad pública son vergonzosos, tan sólo por mencionar aquellos temas en los cuales centró su oferta política cuando se ungió como candidato.
Mucho queda aún por venir a Fox, que se muere por llegar a San Cristóbal para subirse al caballo y comerse a Marta a besos. Tal parece que el ranchero enamorado ni siquiera sospecha todavía que las torpezas en el ejercicio del poder provocan daños y consecuencias, que habrá de exigirle el pueblo mexicano y reprocharle hasta Vicentillo III, cuando herede del padre y abuelo! bienes y riquezas malhabidas aunadas al inherente desprestigio de su resquebrajada familia. El tiempo no se equivoca, todos los excesos son malos.
Para Vicente Fox los problemas del país nunca fueron prioritarios, y esa es la más simple explicación que podemos encontrar de un gobernante que evadió durante seis años las más elementales necesidades de nuestra sociedad, y deja un país en el caos que provoca la ingobernabilidad y el crimen organizado infiltrado en las más altas esferas del poder.
A diferencia del pasado, las detonaciones que se aproximan, poco tienen que ver con una responsabilidad que Vicente Fox nunca asumió.
Las próximas detonaciones vienen orquestadas desde el poder que para sobrevivir tendrá que legitimarse y desde los aliados que ya beneficiados, buscarán hacer favores a cualquier costo, aunque ese costo implique el sacrificio de la actual familia presidencial.
Quehacer Político
Por: Mayo E. Ríos Estavillo
Las torpezas de Fox en el ejercicio del poder han provocado daños y consecuencias que habrá de exigirle el pueblo mexicano
No ha terminado el sexenio del Gobierno del cambio y ya se dejaron sentir las primeras detonaciones que ha dejado el nulo oficio político de quien se propuso, en uno más de los profundos sueños que provoca la adicción al Prozac, poner a México al día y a la vanguardia.
Al presidente Fox le ha tronado literalmente su sexenio y su miopía política y el desinterés por el destino de la nación lo llevó a la insultante e irresponsable decisión de evadir una vez más su responsabilidad, y pretender viajar a Australia para ausentarse de los problemas del país que nunca gobernó, tal y como lo hizo también en su natal Guanajuato, cuando dicen pretendió gobernar esta entidad que constantemente dejaba en manos de su secretario de Gobierno.
Aunque se le ve cansado y fastidiado, no han llegado aún los peores momentos para Vicente Fox. Sin el respaldo ni! la credibilidad de la mayoría de los mexicanos, con la situación política y económica a la que ninguna familia escapa, con los enemigos que genera el poder mal ejercido, y ya con el apoyo retirado de la nobleza mexicana, el hombre de las botas de charol se quedará pronto sin aliados y sin la televisión como instrumento de operación política para defender lo indefendible y ocultar lo inocultable, con la enorme posibilidad de que este mismo medio que lo fabricó y llevó al poder sea quien ventile sus fracasos y excesos como gobernante.
Empeñado en ser recordado como el artífice de la democracia, Vicente Fox hace pensar mañosamente a los mexicanos que la sola alternancia política ha traído beneficios a nuestro país y que, a manera de repetir falacias en formato de 20 segundos, aceptaremos una realidad que se vive sólo en su cabaña acogedora, que cump! le con el único objetivo de mantenerlo en pie frente a ! las evid entes crisis depresivas del primer mandatario que colman en autismo recurrente.
Hablar de los verdaderos logros sexenales de Fox implicaría decir muy poco de un gobernante que se caracterizó más por su sinrazón política, sus puntadas verbales y su debilidad por las faldas de Marta y los viajes al extranjero. Los fracasos en materia educativa, laboral y de seguridad pública son vergonzosos, tan sólo por mencionar aquellos temas en los cuales centró su oferta política cuando se ungió como candidato.
Mucho queda aún por venir a Fox, que se muere por llegar a San Cristóbal para subirse al caballo y comerse a Marta a besos. Tal parece que el ranchero enamorado ni siquiera sospecha todavía que las torpezas en el ejercicio del poder provocan daños y consecuencias, que habrá de exigirle el pueblo mexicano y reprocharle hasta Vicentillo III, cuando herede del padre y abuelo! bienes y riquezas malhabidas aunadas al inherente desprestigio de su resquebrajada familia. El tiempo no se equivoca, todos los excesos son malos.
Para Vicente Fox los problemas del país nunca fueron prioritarios, y esa es la más simple explicación que podemos encontrar de un gobernante que evadió durante seis años las más elementales necesidades de nuestra sociedad, y deja un país en el caos que provoca la ingobernabilidad y el crimen organizado infiltrado en las más altas esferas del poder.
A diferencia del pasado, las detonaciones que se aproximan, poco tienen que ver con una responsabilidad que Vicente Fox nunca asumió.
Las próximas detonaciones vienen orquestadas desde el poder que para sobrevivir tendrá que legitimarse y desde los aliados que ya beneficiados, buscarán hacer favores a cualquier costo, aunque ese costo implique el sacrificio de la actual familia presidencial.
Quehacer Político