México tiene prisa...
Marcela Gómez Zalce
• El (des)informe y la puerta de atrás
• Besamanos en Palacio
El carácter, mi estimado, es la mitad del destino. La carpa legislativa abrió ayer su temporada de entretenimiento y juego político donde la simulación será la estrella que brille en ese firmamento en los próximos tres años. Histórica legislatura, como fue bautizada por varios de los oradores, no sólo por la coyuntura del shock del tiradero económico, político, social y de seguridad desarrollado en escasos 36 meses con ilustre talento por Felipe & his dumb squad sino porque el caminito rumbo al accidentado 2012, pasando por las elecciones del año próximo, parece pavimentarse ya desde San Lázaro...
Que ayer develó el primer esbozo de las lacritas que llevarán al país a la ruta de colisión y/o a ampliar sugerentes mecanismos de emergencia para abrir el paracaídas y evitar el inminente madrazo al concluir la caída libre en la que el (des)gobierno está inmerso. Discursos sobre la gravedad de la crisis económica y rechazo al IVA a medicinas y alimentos, revisar el IETU y el ISR, fomentar el mercado interno, la repetición de la palabra (mágica) diálogo, consenso, negociación, sin faltar, of course, my friend, el mundo feliz de Los Pinos y el PAN presentado por el diputado Clouthier. La realidad de las acciones y los acuerdos responsables de la pasada legislatura que dejó un pésimo sabor de boca por sus excesos, por los arreglones y el tianguis político que engendró bodrios como la reforma electoral y el chisguete fiscal.
PRI y PAN de la mano, orquestaron y aprobaron en medio del coro histérico de los jilgueros oficiales lo que, parajodas de la vida, la 61 Legislatura aspira a darle la vuelta. Pretendiendo echar para atrás y volver, en el caso del Frankenstein electoral, a los felices tiempos del pasado, donde la caja registradora de los medios electrónicos sonaba emocionada sin restricciones, monitoreos ni límites. El caso del chisguete fiscal que tanto alabaron y presumieron, mejor ni hablar.
Hoy, ante la volatilidad y crudeza del contexto nacional sobresalió la mordacidad de Porfirio Muñoz Ledo, que puso varios puntos sobre la íes de la simulación presidencial y el naufragio del barco de gran calado en el orden jurídico (además de ponerle un zape a Ramírez Acuña por negarle la palabra al revoltoso Fernández Noroña), y de la peligrosidad de la mal llamada guerra contra el narcotráfico, cuyo rol de nuestras fuerzas armadas no mereció (¿voluntariamente?) por parte de todos los representantes de los partidos políticos una mención directa, un guiño coquetón o una palmadita en la espalda.
El mamotreto del (des)informe entregado –violando la Constitución al no acudir el Ejecutivo– por la puerta de atrás y por un visiblemente nervioso secretario de Gobernación ante un gélido Ramírez Acuña y un impertérrito Carlos Navarrete, abunda sobre el sonsonete de estos visionarios estadistas del gymboree (con minúsculas) presidencial cuyo mantra es que la crisis “ha tocado fondo” por lo tanto… a joderse millones de mexicanos.
Porque ahora Felipe aclara que México necesita reformas para captar mayores recursos fiscales, cuestión que en tres años de (des)gobierno, para variar y no perder la costumbre, mi estimado, ha fracasado desde su raíz al permitir privilegios y beneficios para la oligarquía que aportó su granito de arena electoral y que hoy, literalmente, palidece de pánico.
En resumen, el panorama esbozado en los discursos de los partidos políticos en San Lázaro fue, en general, de gravedad ante probables conflictos y riesgos por la severidad de la crisis económica (que, no olvide vino de fuera), cuya más grave secuela es el escalofriante desempleo… la más grave amenaza a la seguridad nacional.
Pero no se me agobie con nimiedades ni devastadores catastrofismos porque hoy es la fiesta en Palacio para Felipe. El mismo que no acusa recibo de (nada) la realidad. Hoy es su cortesano besamanos de lambiscones. Hoy da visos de ser un acto de su arrogancia “democrática”. Hoy sus colaboradores lo admirarán, aplaudirán y elogiarán su valentía…
Aunque tiene razón el PAN.
México tiene prisa y no puede perder el tiempo… efectivamente hay prisa, mucha prisa, pero por sacar a estos disfuncionales, incapaces, torpes e ineptos funcionarios del poder, por no poder y cuya capacidad de destrucción, my friend, podría ser, aunque no lo parezca, todavía descomunal…
• El (des)informe y la puerta de atrás
• Besamanos en Palacio
El carácter, mi estimado, es la mitad del destino. La carpa legislativa abrió ayer su temporada de entretenimiento y juego político donde la simulación será la estrella que brille en ese firmamento en los próximos tres años. Histórica legislatura, como fue bautizada por varios de los oradores, no sólo por la coyuntura del shock del tiradero económico, político, social y de seguridad desarrollado en escasos 36 meses con ilustre talento por Felipe & his dumb squad sino porque el caminito rumbo al accidentado 2012, pasando por las elecciones del año próximo, parece pavimentarse ya desde San Lázaro...
Que ayer develó el primer esbozo de las lacritas que llevarán al país a la ruta de colisión y/o a ampliar sugerentes mecanismos de emergencia para abrir el paracaídas y evitar el inminente madrazo al concluir la caída libre en la que el (des)gobierno está inmerso. Discursos sobre la gravedad de la crisis económica y rechazo al IVA a medicinas y alimentos, revisar el IETU y el ISR, fomentar el mercado interno, la repetición de la palabra (mágica) diálogo, consenso, negociación, sin faltar, of course, my friend, el mundo feliz de Los Pinos y el PAN presentado por el diputado Clouthier. La realidad de las acciones y los acuerdos responsables de la pasada legislatura que dejó un pésimo sabor de boca por sus excesos, por los arreglones y el tianguis político que engendró bodrios como la reforma electoral y el chisguete fiscal.
PRI y PAN de la mano, orquestaron y aprobaron en medio del coro histérico de los jilgueros oficiales lo que, parajodas de la vida, la 61 Legislatura aspira a darle la vuelta. Pretendiendo echar para atrás y volver, en el caso del Frankenstein electoral, a los felices tiempos del pasado, donde la caja registradora de los medios electrónicos sonaba emocionada sin restricciones, monitoreos ni límites. El caso del chisguete fiscal que tanto alabaron y presumieron, mejor ni hablar.
Hoy, ante la volatilidad y crudeza del contexto nacional sobresalió la mordacidad de Porfirio Muñoz Ledo, que puso varios puntos sobre la íes de la simulación presidencial y el naufragio del barco de gran calado en el orden jurídico (además de ponerle un zape a Ramírez Acuña por negarle la palabra al revoltoso Fernández Noroña), y de la peligrosidad de la mal llamada guerra contra el narcotráfico, cuyo rol de nuestras fuerzas armadas no mereció (¿voluntariamente?) por parte de todos los representantes de los partidos políticos una mención directa, un guiño coquetón o una palmadita en la espalda.
El mamotreto del (des)informe entregado –violando la Constitución al no acudir el Ejecutivo– por la puerta de atrás y por un visiblemente nervioso secretario de Gobernación ante un gélido Ramírez Acuña y un impertérrito Carlos Navarrete, abunda sobre el sonsonete de estos visionarios estadistas del gymboree (con minúsculas) presidencial cuyo mantra es que la crisis “ha tocado fondo” por lo tanto… a joderse millones de mexicanos.
Porque ahora Felipe aclara que México necesita reformas para captar mayores recursos fiscales, cuestión que en tres años de (des)gobierno, para variar y no perder la costumbre, mi estimado, ha fracasado desde su raíz al permitir privilegios y beneficios para la oligarquía que aportó su granito de arena electoral y que hoy, literalmente, palidece de pánico.
En resumen, el panorama esbozado en los discursos de los partidos políticos en San Lázaro fue, en general, de gravedad ante probables conflictos y riesgos por la severidad de la crisis económica (que, no olvide vino de fuera), cuya más grave secuela es el escalofriante desempleo… la más grave amenaza a la seguridad nacional.
Pero no se me agobie con nimiedades ni devastadores catastrofismos porque hoy es la fiesta en Palacio para Felipe. El mismo que no acusa recibo de (nada) la realidad. Hoy es su cortesano besamanos de lambiscones. Hoy da visos de ser un acto de su arrogancia “democrática”. Hoy sus colaboradores lo admirarán, aplaudirán y elogiarán su valentía…
Aunque tiene razón el PAN.
México tiene prisa y no puede perder el tiempo… efectivamente hay prisa, mucha prisa, pero por sacar a estos disfuncionales, incapaces, torpes e ineptos funcionarios del poder, por no poder y cuya capacidad de destrucción, my friend, podría ser, aunque no lo parezca, todavía descomunal…
posted by H2AGUA at
10:18 p.m.
