En el deporte las venganzas son dulces: ANA GUEVARA forjará campeones para México
Quehacer Político
Al ser nombrada por Marcelo Ebrard como coordinadora de Cultura Deportiva, Física y de Salud del DF, será sin duda una piedra política en el caminar de Carlos Hermosillo en la Conade, y de Mario Vázquez Raña en el olimpismo
Marion Jones, Cathy Freeman, Tonique Williams y Sanya Richards ya no serán sus rivales.
Ana Gabriela Guevara ya las hizo a un lado. Ahora la competencia será más fuerte, y su tarea no será ganar medallas, sino forjarlas... ese es su reto: Ser capaz de hacerlo.
A tres meses de explotar contra dirigentes del deporte mexicano, denunciar un cochinero entre federaciones y mandar a la fregada y casi mentarle su mandarina a uno de los ídolos del deporte de las patadas, como lo es el veracruzano Carlos Hermosillo, director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), por su pasividad y por encubrir a ladrones principalmente en el atletismo, entre ellos a su titular Mariano Lara Tijerina, ahora la ex velocista dijo sí a volver a la actividad.
Sin embargo, no será para ir a competir a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, sino que a partir del pasado 23 de abril la ex velocista –medalla de plata de 400 metros planos en Atenas 2004– y envidia de miles de campeones, inició una nueva etapa como funcionaria del Gobierno capitalino, y arropada nada menos que por Marcelo Ebrard Casaubón, quien la nombró como la nueva coordinadora de Cultura Deportiva, Física y de Salud en el Distrito Federal.
Su llegada no fue tan criticada como se esperaba; fue buena para muchos que saben del deporte en México; empero, la sonorense tendrá que sacudirse la primera piedra en el camino: Cambiar la imagen que aportó cuando estuvo muy cercana al ex presidente Vicente Fox Quesada, prácticamente vistiendo los colores blanco y azul.
¿Cuál será la tarea principal de Ana en el Gobierno de la ciudad de México?
Sencillo: Demostrar que México es capaz de forjar campeones, no sólo nacionales, sino a nivel mundial, y que desde un escritorio no se forman los deportistas, sino en los escenarios deportivos. Y esa es su tarea.
UNA ENCOMIENDA NADA FÁCIL
A simple vista el encargo no será simple. Políticamente será complicado, porque tendrá que encarar el burocratismo y la pobre educación deportiva existente en México, y que es la principal causa de que en un país con más de cien millones de habitantes haya más gordos que deportistas en los principales escenarios olímpicos, como sucederá en China 2008.
En lo deportivo, su labor y proyecto sin duda chocarán con idealismos de dirigentes que no saben nada de deporte y que como muchos políticos su ayuda ha quedado en promesas, muy lejos de la necesidad de los verdaderos atletas que en vano y sin ayuda dan su esfuerzo sin recompensa, como lo han hecho varios mandatarios como Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León e incluso el panista Vicente Fox Quesada, quienes llegaron a Los Pinos con la imagen de ser deportistas, pero una vez en el poder pasaron a ignorar al deporte en México.
Ante ello, Ana Guevara, de 31 años, deberá colgar sus medallas en un aparador de su casa; guardar sus diplomas como la del Premio Nacional de Deportes que ganó en varias ocasiones; sus grandes premios meterlos a un banco por si fracasa su idea en el gobierno capitalino.
Al ser nombrada por Marcelo Ebrard como coordinadora de Cultura Deportiva, Física y de Salud del DF, será sin duda una piedra política en el caminar de Carlos Hermosillo en la Conade, y de Mario Vázquez Raña en el olimpismo
Marion Jones, Cathy Freeman, Tonique Williams y Sanya Richards ya no serán sus rivales.
Ana Gabriela Guevara ya las hizo a un lado. Ahora la competencia será más fuerte, y su tarea no será ganar medallas, sino forjarlas... ese es su reto: Ser capaz de hacerlo.
A tres meses de explotar contra dirigentes del deporte mexicano, denunciar un cochinero entre federaciones y mandar a la fregada y casi mentarle su mandarina a uno de los ídolos del deporte de las patadas, como lo es el veracruzano Carlos Hermosillo, director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), por su pasividad y por encubrir a ladrones principalmente en el atletismo, entre ellos a su titular Mariano Lara Tijerina, ahora la ex velocista dijo sí a volver a la actividad.
Sin embargo, no será para ir a competir a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, sino que a partir del pasado 23 de abril la ex velocista –medalla de plata de 400 metros planos en Atenas 2004– y envidia de miles de campeones, inició una nueva etapa como funcionaria del Gobierno capitalino, y arropada nada menos que por Marcelo Ebrard Casaubón, quien la nombró como la nueva coordinadora de Cultura Deportiva, Física y de Salud en el Distrito Federal.
Su llegada no fue tan criticada como se esperaba; fue buena para muchos que saben del deporte en México; empero, la sonorense tendrá que sacudirse la primera piedra en el camino: Cambiar la imagen que aportó cuando estuvo muy cercana al ex presidente Vicente Fox Quesada, prácticamente vistiendo los colores blanco y azul.
¿Cuál será la tarea principal de Ana en el Gobierno de la ciudad de México?
Sencillo: Demostrar que México es capaz de forjar campeones, no sólo nacionales, sino a nivel mundial, y que desde un escritorio no se forman los deportistas, sino en los escenarios deportivos. Y esa es su tarea.
UNA ENCOMIENDA NADA FÁCIL
A simple vista el encargo no será simple. Políticamente será complicado, porque tendrá que encarar el burocratismo y la pobre educación deportiva existente en México, y que es la principal causa de que en un país con más de cien millones de habitantes haya más gordos que deportistas en los principales escenarios olímpicos, como sucederá en China 2008.
En lo deportivo, su labor y proyecto sin duda chocarán con idealismos de dirigentes que no saben nada de deporte y que como muchos políticos su ayuda ha quedado en promesas, muy lejos de la necesidad de los verdaderos atletas que en vano y sin ayuda dan su esfuerzo sin recompensa, como lo han hecho varios mandatarios como Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León e incluso el panista Vicente Fox Quesada, quienes llegaron a Los Pinos con la imagen de ser deportistas, pero una vez en el poder pasaron a ignorar al deporte en México.
Ante ello, Ana Guevara, de 31 años, deberá colgar sus medallas en un aparador de su casa; guardar sus diplomas como la del Premio Nacional de Deportes que ganó en varias ocasiones; sus grandes premios meterlos a un banco por si fracasa su idea en el gobierno capitalino.