Aznar, la cena y la aclaración de López-Mestre
Por Esto / Alvaro Cepeda Neri
Amenazante correo apareció en mi buzón. Y tiene el nombre Ana López-Mestre Martínez que, al parecer, es la misma persona que señaló en dos entrevistas la dueña del restaurante que preparó y sirvió una cena para Aznar y séquito, a mediados del año 2006, cuando los Foxes (Martucha y Chente) abusaron de lo lindo en Los Pinos y del poder presidencial. La señora Lucila Molina de Merlos les contó a los reporteros de las revistas: Al Punto y de Contralínea, que contratada por Mart(h)a, nunca le pagaron el importe de la comilona, a pesar y muy a pesar de que estuvo tratando de comunicarse con la señora López-Mestre Martínez, a quien identificó como la secretaria privada de la “mami” de los bribones Bribiesca.
En su (a mi juicio) ultimátum, López-Mestre asegura que tengo un blog titulado Un rayito de esperanza, donde aparece mi columna del día 3 de julio de 2006 y muy segura dice que mi crítica se fundamenta en una información falsa “y no coincide tampoco con las declaraciones de la señora Molina de Merlos”. Y, en consecuencia, apela “a un mínimo de ética profesional” para que “a la brevedad corrija o baje de su blog” lo que publiqué porque al no ser sustentada en una información “verdadera”, me dice, “afecta directamente mi reputación personal”.
Insisto, pues, en que la quejosa e indignada López-Mestre no ha leído lo que publicó la revista Al punto, que llevó como título: Del plato a la mesa, se cae la paga (20/VI/06). Y donde la entrevistada dijo que buscó a López-Mestre para que le cubriera el importe, y a quien ella conoció al ser contratada, verse cara a cara con Mart(h)a y etcétera. Quien ahora me amaga dice que no era secretaria privada de la Sahagún y que no intervino para nada respecto al banquete y que menos se negó a contestar las llamadas telefónicas, pues “al no tener que ver en este asunto, nunca me buscaron”. Y no solamente en esa revista apareció con lujo de detalles lo que comenté y cité de información, sino que en dos números de Contralínea del 15 y 30 de junio de 2006, ahondaron en el hecho.
Me exige López-Mestre que haga valer su derecho de réplica, y ahora le respondo “a la brevedad” confirmándole que la dueña del restaurante dijo en la revista Al punto la mayor parte de la información donde sustento mi crítica y que confirmó Contralínea. En cuanto a lo del blog ni es mío ni sé quién ha pirateado mi trabajo, por lo cual ha de tener mi retadora López-Mestre que buscar al dueño de esa página de Internet y reclamarle (y hasta la autorizo para que quite mi columna, para satisfacer su apetito de censura). Y si no era la secretaria privada de Mart(h)a, entonces: ¿cuál era su cargo? Por otra parte Aznar (y su asesor Solá) que son un par de neofascistas, al parecer estuvo de regreso el pasado 17 de este mes, como nos lo informa en su columna Francisco Rodríguez, titulada: ¡Aznar en Los Pinos! (Impacto, El diario: 22/IV/08). La señora López-Mestre, está servida.
Amenazante correo apareció en mi buzón. Y tiene el nombre Ana López-Mestre Martínez que, al parecer, es la misma persona que señaló en dos entrevistas la dueña del restaurante que preparó y sirvió una cena para Aznar y séquito, a mediados del año 2006, cuando los Foxes (Martucha y Chente) abusaron de lo lindo en Los Pinos y del poder presidencial. La señora Lucila Molina de Merlos les contó a los reporteros de las revistas: Al Punto y de Contralínea, que contratada por Mart(h)a, nunca le pagaron el importe de la comilona, a pesar y muy a pesar de que estuvo tratando de comunicarse con la señora López-Mestre Martínez, a quien identificó como la secretaria privada de la “mami” de los bribones Bribiesca.
En su (a mi juicio) ultimátum, López-Mestre asegura que tengo un blog titulado Un rayito de esperanza, donde aparece mi columna del día 3 de julio de 2006 y muy segura dice que mi crítica se fundamenta en una información falsa “y no coincide tampoco con las declaraciones de la señora Molina de Merlos”. Y, en consecuencia, apela “a un mínimo de ética profesional” para que “a la brevedad corrija o baje de su blog” lo que publiqué porque al no ser sustentada en una información “verdadera”, me dice, “afecta directamente mi reputación personal”.
Insisto, pues, en que la quejosa e indignada López-Mestre no ha leído lo que publicó la revista Al punto, que llevó como título: Del plato a la mesa, se cae la paga (20/VI/06). Y donde la entrevistada dijo que buscó a López-Mestre para que le cubriera el importe, y a quien ella conoció al ser contratada, verse cara a cara con Mart(h)a y etcétera. Quien ahora me amaga dice que no era secretaria privada de la Sahagún y que no intervino para nada respecto al banquete y que menos se negó a contestar las llamadas telefónicas, pues “al no tener que ver en este asunto, nunca me buscaron”. Y no solamente en esa revista apareció con lujo de detalles lo que comenté y cité de información, sino que en dos números de Contralínea del 15 y 30 de junio de 2006, ahondaron en el hecho.
Me exige López-Mestre que haga valer su derecho de réplica, y ahora le respondo “a la brevedad” confirmándole que la dueña del restaurante dijo en la revista Al punto la mayor parte de la información donde sustento mi crítica y que confirmó Contralínea. En cuanto a lo del blog ni es mío ni sé quién ha pirateado mi trabajo, por lo cual ha de tener mi retadora López-Mestre que buscar al dueño de esa página de Internet y reclamarle (y hasta la autorizo para que quite mi columna, para satisfacer su apetito de censura). Y si no era la secretaria privada de Mart(h)a, entonces: ¿cuál era su cargo? Por otra parte Aznar (y su asesor Solá) que son un par de neofascistas, al parecer estuvo de regreso el pasado 17 de este mes, como nos lo informa en su columna Francisco Rodríguez, titulada: ¡Aznar en Los Pinos! (Impacto, El diario: 22/IV/08). La señora López-Mestre, está servida.