Corrupto y despilfarrador
Por Esto
* Así fue el gobierno de Vicente Fox, revela la Auditoría Superior de la Federación (ASF) / Tuvo ingresos extras multimillonarios y NO los aplicó para hacer crecer la economía / NO privilegió programas y proyectos con mayor racionalidad económica y rentabilidad social
MEXICO, D.F., 1 de abril (NTX).- La escasa eficiencia en la asignación de los recursos fue el factor determinante del reducido crecimiento de la economía mexicana durante la pasada administración, concluyó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En el Informe del resultado de la revisión y fiscalización superior de la cuenta pública 2006 expuso que el análisis macroeconómico reciente del país muestra que se obtuvieron abundantes ingresos.
Estos recursos fueron producto de la generación de divisas (un billón 558.4 mil millones de dólares), ingresos excedentes (719 mil 53.9 millones de pesos) y el endeudamiento neto (603 mil 727.9 millones de pesos).
No obstante, considera, fue evidente la escasa eficiencia con la que se aplicaron los instrumentos de política económica para aprovechar óptimamente ese caudal como medio para financiar un impulso sólido y sostenido a las actividades económicas.
“Es posible concluir que la insuficiencia de recursos no fue el factor determinante del reducido crecimiento de la producción nacional en los últimos años, más bien, fue la forma en que se asignaron, al no privilegiar programas y proyectos con mayor racionalidad económica y rentabilidad social”, afirma.
En el documento entregado a la Cámara de Diputados, la ASF señala que del 2001 al 2006 se obtuvieron ingresos excedentes por 719 mil 53.9 millones de pesos, lo que implica que en promedio se alcanzaron 119 mil 842.3 millones de pesos cada año.
Este monto anual es prácticamente igual al que se esperaba con la Iniciativa de Reforma Fiscal en el 2002, de 120 mil millones de pesos.
El Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo 2002-2006, en su escenario de crecimiento económico con reforma fiscal, planteaba que estos recursos hubieran propiciado un crecimiento promedio de 5.2 por ciento.
“La realidad mostró que a pesar de haberse obtenido esos ingresos ni siquiera se alcanzó el crecimiento de 3.4 por ciento proyectado en el escenario inercial, es decir, en ausencia de reforma”, expone el organismo fiscalizador.
En conjunto, los recursos adicionales de esos seis años fueron superados por el mayor gasto neto ejercido, no obstante que se redujo el gasto no programable por efecto del menor costo financiero de la deuda.
El gasto corriente absorbió 49.5 por ciento de los ingresos excedentes (355 mil 598.7 millones de pesos), en particular los capítulos de materiales y suministros, servicios personales, subsidios y transferencias y servicios generales.
En tanto, el gasto de capital representó 54 por ciento (388 mil 966.7 millones de pesos), entre los cuales sobresalen los rubros de subsidios y transferencias ejercidos por los gobiernos estatales y las entidades no sujetas a control presupuestario directo, y otros gastos que en su mayoría se constituyen por inversión financiera.
A la inversión en obras y bienes muebles e inmuebles que efectúa el sector central, sólo se destinó 7.2 por ciento de los recursos (51 mil 940.8 millones de pesos), lo cual implica que a estos dos últimos conceptos ni siquiera se canalizaron los 75 mil 64.7 millones en que se redujeron los intereses, gastos y comisiones de la deuda.
* Así fue el gobierno de Vicente Fox, revela la Auditoría Superior de la Federación (ASF) / Tuvo ingresos extras multimillonarios y NO los aplicó para hacer crecer la economía / NO privilegió programas y proyectos con mayor racionalidad económica y rentabilidad social
MEXICO, D.F., 1 de abril (NTX).- La escasa eficiencia en la asignación de los recursos fue el factor determinante del reducido crecimiento de la economía mexicana durante la pasada administración, concluyó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En el Informe del resultado de la revisión y fiscalización superior de la cuenta pública 2006 expuso que el análisis macroeconómico reciente del país muestra que se obtuvieron abundantes ingresos.
Estos recursos fueron producto de la generación de divisas (un billón 558.4 mil millones de dólares), ingresos excedentes (719 mil 53.9 millones de pesos) y el endeudamiento neto (603 mil 727.9 millones de pesos).
No obstante, considera, fue evidente la escasa eficiencia con la que se aplicaron los instrumentos de política económica para aprovechar óptimamente ese caudal como medio para financiar un impulso sólido y sostenido a las actividades económicas.
“Es posible concluir que la insuficiencia de recursos no fue el factor determinante del reducido crecimiento de la producción nacional en los últimos años, más bien, fue la forma en que se asignaron, al no privilegiar programas y proyectos con mayor racionalidad económica y rentabilidad social”, afirma.
En el documento entregado a la Cámara de Diputados, la ASF señala que del 2001 al 2006 se obtuvieron ingresos excedentes por 719 mil 53.9 millones de pesos, lo que implica que en promedio se alcanzaron 119 mil 842.3 millones de pesos cada año.
Este monto anual es prácticamente igual al que se esperaba con la Iniciativa de Reforma Fiscal en el 2002, de 120 mil millones de pesos.
El Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo 2002-2006, en su escenario de crecimiento económico con reforma fiscal, planteaba que estos recursos hubieran propiciado un crecimiento promedio de 5.2 por ciento.
“La realidad mostró que a pesar de haberse obtenido esos ingresos ni siquiera se alcanzó el crecimiento de 3.4 por ciento proyectado en el escenario inercial, es decir, en ausencia de reforma”, expone el organismo fiscalizador.
En conjunto, los recursos adicionales de esos seis años fueron superados por el mayor gasto neto ejercido, no obstante que se redujo el gasto no programable por efecto del menor costo financiero de la deuda.
El gasto corriente absorbió 49.5 por ciento de los ingresos excedentes (355 mil 598.7 millones de pesos), en particular los capítulos de materiales y suministros, servicios personales, subsidios y transferencias y servicios generales.
En tanto, el gasto de capital representó 54 por ciento (388 mil 966.7 millones de pesos), entre los cuales sobresalen los rubros de subsidios y transferencias ejercidos por los gobiernos estatales y las entidades no sujetas a control presupuestario directo, y otros gastos que en su mayoría se constituyen por inversión financiera.
A la inversión en obras y bienes muebles e inmuebles que efectúa el sector central, sólo se destinó 7.2 por ciento de los recursos (51 mil 940.8 millones de pesos), lo cual implica que a estos dos últimos conceptos ni siquiera se canalizaron los 75 mil 64.7 millones en que se redujeron los intereses, gastos y comisiones de la deuda.