Es inconcebible
Diario Libertad / María Teresa Jardí
A ver si me explico. Fernández Noroña tendría que dejar de hacerle el juego al usurpador y dedicarse a combatir al usurpador.
Claro, que le tomaron el pelo. Le tomaron el pelo en Los Pinos porque él fue a que le tomaran el pelo. Y aunque le hubieran firmado como recibidos los documentos donde demuestra que Mouriño nació en España y es hijo de madre y padre españoles, también le habrían tomado el pelo.
En lugar de viajecitos a España, Fernández Noroña tendría que dedicarse a combatir al usurpador. A los usurpadores se les combate y no se hace tratos con ellos para que si muestran documentos de que renunciaron a la nacionalidad, entonces se acaba el litigio.
Mouriño es un delincuente, como lo es Calderón, usados ambos, más el segundo que el primero porque el segundo se encuentra entre los patrones de Felipillo, por la derecha franquista en manos de Aznar, a la que le hace el favor nuevamente la ETA de poner bombas para que no siga Rodríguez Zapatero como jefe del gobierno español. Igual como fue usado aquí Marcos por la derecha foxista y que lo sería por la fecalista, si algo pintará todavía Marcos.
Mouriño y Calderón no tienen valores ni principios, la amoralidad los acompaña, son perversos a los que mueve un solo interés: el dinero. Son como los narcos y por eso se alían a ellos.
Volteemos a ver lo que ocurre en otros países donde la ética no ha sido tirada del todo a la basura, como ha sucedido en México. Cuando se descubre un desfalco, un abuso de poder, una mentira, un problema de conflicto de intereses, vamos... hasta un desliz amoroso con una corista, renuncia de inmediato el implicado y a veces, incluso, se suicida.
Aquí, perdida también la vergüenza, a Mouriño sus delitos le dan estatus entre empresarios, jerarcas eclesiásticos, legisladores y ministros, así como gobernadores priístas y perredistas, y por eso a la llegada a la reunión de la Conago, en la ciudad de Campeche sitiada, lo que debería avergonzarlos a todos, lo reciben como héroe, de la corrupción, evidentemente, porque aquí eso es ya lo único que despierta admiración. Tanto tienes, tanto vales. No tienes, eres basura y como basura tratan al pueblo del que viven, al que asesinan y gracias al que son lo que no serían en ningún otro lugar del planeta, donde ellos serían tratados como la basura que ellos sí son.
Hacerles el juego es una pésima jugada. AMLO sigue en pie porque no ha caído todavía en la tentación de sus compañeros de partido, de reconocer al usurpador como el pato que habita en Los Pinos. En el instante en que lo haga, se acaba AMLO y mal hacen los cercanos a AMLO en prestarse con tonterías a seguir el juego que a la usurpación conviene.
Es muy fácil, sólo se tiene que llamar usurpador al usurpador, y entender que todos los que con él trabajan, incluidos los bien pagados ministros y legisladores, forman parte de la usurpación que Calderón encabeza. Punto. Y claro hay que denunciar los negocios de Mouriño, pero hacerlo en Los Pinos o en la PGR es una tomadura de pelo para los mexicanos.
Lo único que tenemos hoy es el movimiento ciudadano y a este movimiento que, crece y crece, es al que hay que mantener informado en aras de que pueda tomar las providencias, que lo obliguen a tomar, en el momento preciso y, por la misma razón, también se debe mantener informada a la comunidad internacional y si se quiere litigar, hay que hacerlo en instancias internacionales. Si se dio marcha atrás en la monstruosidad --contenida en la Ley GESTAPO, avalada por los legisladores de la usurpación-- de permitir que los Zetas, que por las mañanas son AFIS, entraran a patadas a las casas, es porque el revivido FNCR amenazó con litigarlo ante las instancias internacionales.
Y ahí está el IFE como otro ejemplo de lo que digo. Los legisladores perredistas de la usurpación se prestaron a poner como presidente del instituto, enterrado por Ugalde, al que garantiza los intereses de la derecha usurpadora y ya aumentó veinticinco mil pesos al salario, de suyo monumental, de los consejeros, en clara solidaridad con los dos pesos aumentados al salario mínimo.
Es decir, la usurpación corrompe porque no es legítima. Y lo ilegitimo se combate, incluso, por instinto de sobrevivencia. México está dejando de ser y, a la vuelta de la esquina, podemos encontrar que ya no es una nación libre ni soberana, y desgastarse en tonterías y además, haciéndole el juego al usurpador, es inconcebible.
A ver si me explico. Fernández Noroña tendría que dejar de hacerle el juego al usurpador y dedicarse a combatir al usurpador.
Claro, que le tomaron el pelo. Le tomaron el pelo en Los Pinos porque él fue a que le tomaran el pelo. Y aunque le hubieran firmado como recibidos los documentos donde demuestra que Mouriño nació en España y es hijo de madre y padre españoles, también le habrían tomado el pelo.
En lugar de viajecitos a España, Fernández Noroña tendría que dedicarse a combatir al usurpador. A los usurpadores se les combate y no se hace tratos con ellos para que si muestran documentos de que renunciaron a la nacionalidad, entonces se acaba el litigio.
Mouriño es un delincuente, como lo es Calderón, usados ambos, más el segundo que el primero porque el segundo se encuentra entre los patrones de Felipillo, por la derecha franquista en manos de Aznar, a la que le hace el favor nuevamente la ETA de poner bombas para que no siga Rodríguez Zapatero como jefe del gobierno español. Igual como fue usado aquí Marcos por la derecha foxista y que lo sería por la fecalista, si algo pintará todavía Marcos.
Mouriño y Calderón no tienen valores ni principios, la amoralidad los acompaña, son perversos a los que mueve un solo interés: el dinero. Son como los narcos y por eso se alían a ellos.
Volteemos a ver lo que ocurre en otros países donde la ética no ha sido tirada del todo a la basura, como ha sucedido en México. Cuando se descubre un desfalco, un abuso de poder, una mentira, un problema de conflicto de intereses, vamos... hasta un desliz amoroso con una corista, renuncia de inmediato el implicado y a veces, incluso, se suicida.
Aquí, perdida también la vergüenza, a Mouriño sus delitos le dan estatus entre empresarios, jerarcas eclesiásticos, legisladores y ministros, así como gobernadores priístas y perredistas, y por eso a la llegada a la reunión de la Conago, en la ciudad de Campeche sitiada, lo que debería avergonzarlos a todos, lo reciben como héroe, de la corrupción, evidentemente, porque aquí eso es ya lo único que despierta admiración. Tanto tienes, tanto vales. No tienes, eres basura y como basura tratan al pueblo del que viven, al que asesinan y gracias al que son lo que no serían en ningún otro lugar del planeta, donde ellos serían tratados como la basura que ellos sí son.
Hacerles el juego es una pésima jugada. AMLO sigue en pie porque no ha caído todavía en la tentación de sus compañeros de partido, de reconocer al usurpador como el pato que habita en Los Pinos. En el instante en que lo haga, se acaba AMLO y mal hacen los cercanos a AMLO en prestarse con tonterías a seguir el juego que a la usurpación conviene.
Es muy fácil, sólo se tiene que llamar usurpador al usurpador, y entender que todos los que con él trabajan, incluidos los bien pagados ministros y legisladores, forman parte de la usurpación que Calderón encabeza. Punto. Y claro hay que denunciar los negocios de Mouriño, pero hacerlo en Los Pinos o en la PGR es una tomadura de pelo para los mexicanos.
Lo único que tenemos hoy es el movimiento ciudadano y a este movimiento que, crece y crece, es al que hay que mantener informado en aras de que pueda tomar las providencias, que lo obliguen a tomar, en el momento preciso y, por la misma razón, también se debe mantener informada a la comunidad internacional y si se quiere litigar, hay que hacerlo en instancias internacionales. Si se dio marcha atrás en la monstruosidad --contenida en la Ley GESTAPO, avalada por los legisladores de la usurpación-- de permitir que los Zetas, que por las mañanas son AFIS, entraran a patadas a las casas, es porque el revivido FNCR amenazó con litigarlo ante las instancias internacionales.
Y ahí está el IFE como otro ejemplo de lo que digo. Los legisladores perredistas de la usurpación se prestaron a poner como presidente del instituto, enterrado por Ugalde, al que garantiza los intereses de la derecha usurpadora y ya aumentó veinticinco mil pesos al salario, de suyo monumental, de los consejeros, en clara solidaridad con los dos pesos aumentados al salario mínimo.
Es decir, la usurpación corrompe porque no es legítima. Y lo ilegitimo se combate, incluso, por instinto de sobrevivencia. México está dejando de ser y, a la vuelta de la esquina, podemos encontrar que ya no es una nación libre ni soberana, y desgastarse en tonterías y además, haciéndole el juego al usurpador, es inconcebible.
Comentario: solo quiero decir BRAVO BRAVO BRAVO, ASÍ SE HABLA, QUE OVARIOS DE MUJER, FeCAL DEBERIA DE BEBER LA ORINA DE MARIA TERESA JARDI PA VER SI ALGO SE LE PEGA, PERO ... NA, NO CREO, EL QUE NACE PA CORRUPTO Y USURPADOR, POS CORRUPTO Y USURPADOR SE QUEDA