¿En cuál México queremos despertar
Diario LIbetad / Ricardo Andrade Jardí
Y como toda mentira, mientras más se quiere ocultarla, más se devela la verdad.
Y como toda mentira, mientras más se quiere ocultarla, más se devela la verdad. Y detrás de la mentira está casi siempre la bajeza humana, aferrarse al poder sostenido en la mentira, bajeza de quienes pierden las formas de la democracia porque sus acciones prostituyen la vida cotidiana, con esa bajeza humana se imponen normas y preceptos de violencia que alimentan la doble moral del conservadurismo.
Pruebas de la nacionalidad no mexicana del secretario de Gobernación del desgobierno espurio, datos y documentos oficiales, que presumen el abuso de poder y el tráfico de influencias, a favor, claro, de las empresas de la propia familia, del también usurpador Juan Camilo Mouriño, ministro de la oligarquía teledictacrática y subsecretario cuando los dichos presumidos.
En fin, nada pasa y el sujeto que violenta la constitución y favorece sus propios intereses seguirá como secretario de Gobernación en su meteórica carrera hacia la Presidencia de la República, en 2012, que ya para entonces lo de república, será solo un recuerdo en el imaginario del nuevo y competitivo estado asociado o protectorado del rey, en que se habrá convertido México.
En el nuevo México, tan democrático, que hasta “el rey” nos dejará elegir a nuestro siempre perdedor, en el simulacro electoral, para imponernos al lacayo (siempre ganador) en turno para justificar el derroche económico que presupone una “democracia” comandada por un “rey” e impuesto monarca, por un dictador. En fin.
Habrá que ir acostumbrándonos a ser el explotado territorio bajo el protectorado (control absoluto) de la monarquía española o del yanqui imperio, son los dos países que se disputan seriamente el protectorado de PEMEX… perdón de México. Aunque España se perfila como la ganadora, cuando menos ya lograron, contra todo pronostico jurídico, nacionalizar al español adiestrado para el caso y colocarlo como el segundo hombre más importante del desgobierno usurpador, aunque, en honor a la verdad, todos sabemos que es el primero y el declarado candidato de la corona para virrey, en el periodo 2012 - 2018, del reconquistado México de la Nueva España.
Ojalá nos equivocáramos, pero la imposición de Mouriño al frente de la secretaría de Gobernación del desgobierno, parecería la confirmación… o la confesión de que nuestros apátridas tecnócratas han renunciado a nuestra joven independencia y han comprometido la soberanía a espaldas nuestras, en beneficio de mezquinos intereses.
Tal vez, ante la realidad concreta que se nos presenta, la pregunta ciudadana que se antoja es: ¿En cuál México quieres despertar: en el reconquistado y controlado “protectorado” disfrazado de democracia, o en el de la refundación republicana, con todos los presagios y todos los amores, que este camino supone?
Y como toda mentira, mientras más se quiere ocultarla, más se devela la verdad.
Y como toda mentira, mientras más se quiere ocultarla, más se devela la verdad. Y detrás de la mentira está casi siempre la bajeza humana, aferrarse al poder sostenido en la mentira, bajeza de quienes pierden las formas de la democracia porque sus acciones prostituyen la vida cotidiana, con esa bajeza humana se imponen normas y preceptos de violencia que alimentan la doble moral del conservadurismo.
Pruebas de la nacionalidad no mexicana del secretario de Gobernación del desgobierno espurio, datos y documentos oficiales, que presumen el abuso de poder y el tráfico de influencias, a favor, claro, de las empresas de la propia familia, del también usurpador Juan Camilo Mouriño, ministro de la oligarquía teledictacrática y subsecretario cuando los dichos presumidos.
En fin, nada pasa y el sujeto que violenta la constitución y favorece sus propios intereses seguirá como secretario de Gobernación en su meteórica carrera hacia la Presidencia de la República, en 2012, que ya para entonces lo de república, será solo un recuerdo en el imaginario del nuevo y competitivo estado asociado o protectorado del rey, en que se habrá convertido México.
En el nuevo México, tan democrático, que hasta “el rey” nos dejará elegir a nuestro siempre perdedor, en el simulacro electoral, para imponernos al lacayo (siempre ganador) en turno para justificar el derroche económico que presupone una “democracia” comandada por un “rey” e impuesto monarca, por un dictador. En fin.
Habrá que ir acostumbrándonos a ser el explotado territorio bajo el protectorado (control absoluto) de la monarquía española o del yanqui imperio, son los dos países que se disputan seriamente el protectorado de PEMEX… perdón de México. Aunque España se perfila como la ganadora, cuando menos ya lograron, contra todo pronostico jurídico, nacionalizar al español adiestrado para el caso y colocarlo como el segundo hombre más importante del desgobierno usurpador, aunque, en honor a la verdad, todos sabemos que es el primero y el declarado candidato de la corona para virrey, en el periodo 2012 - 2018, del reconquistado México de la Nueva España.
Ojalá nos equivocáramos, pero la imposición de Mouriño al frente de la secretaría de Gobernación del desgobierno, parecería la confirmación… o la confesión de que nuestros apátridas tecnócratas han renunciado a nuestra joven independencia y han comprometido la soberanía a espaldas nuestras, en beneficio de mezquinos intereses.
Tal vez, ante la realidad concreta que se nos presenta, la pregunta ciudadana que se antoja es: ¿En cuál México quieres despertar: en el reconquistado y controlado “protectorado” disfrazado de democracia, o en el de la refundación republicana, con todos los presagios y todos los amores, que este camino supone?