El Año de la Rata Foxista
Alvaro Cepeda Neri
La presidenta de Reporteros sin Fronteras-España, María Dolores Masana, en los últimos días del final del año, escribió una nota titulada: Pekín 2008, los jugos de la vergüenza, fundamentada en dos postulados, a los que sometió a un análisis crítico: el casi un centenar de periodistas y ciberdisidentes encarcelados y las constantes violaciones a los derechos humanos, en el contexto del vertiginoso salto al capitalismo salvaje para modernizar autocráticamente a China, en el marco de un escenario pseudocomunista. Y, para el pueblo de mil 300 millones, el opio de sus tradiciones, como la de que este 2008 es el Año de la Rata.
Nosotros, salvo nuestros antepasados que veneraron algunos animales y el águila devorando la serpiente es uno de esos (y que la ahora millonaria ex quesera michoacana mutiló pisoteando la Ley del Escudo y el Himno Nacional) no tenemos afición por colocarle un alias al año nuevo y solamente lo celebramos como una fecha más de las fiestas “Guadalupe-Reyes”. Pero no sería nada mal empezar a bautizar el ciclo de los doce meses, ya que cuando López Portillo tuvimos el sexenio del perro. A propósito de cuando ese presidente del montón, dijo que defendería “el peso como un perro”. Y tuvo el cinismo de agregar: “ya nos saquearon... no nos volverán a saquear”. Pero, hasta la fecha, los banqueros, ayer nativos, ahora extranjeros, nos siguen saqueando.
No se nota que Calderón, al que Fox hasta combatió y casi impide que fuera candidato y sucesor (a la antigüita: con fraude electoral al oponerse a la petición de volver a “contar voto por voto, casilla por casilla”) tenga la mínima voluntad para colaborar con la investigación legislativa, al más que probable, casi seguro enriquecimiento ilícito. Y eso quiere decir que Fox, como la tradición sexenal, será otro fugitivo de la responsabilidad penal y vivirá en la impunidad, conforme a la ley no escrita de encubrirse unos a otros en la cúpula presidencial.
Así, cuando menos que este año nuevo sea, como el chino, el Año de la Rata Foxista. Pues todo el sexenio el señor Fox incurrió en actos y omisiones que perjudicaron los intereses públicos y afectaron la legalidad, honradez, imparcialidad, lealtad y eficiencia, en el desempeño de su cargo. Y, además, Fox, Mart(h)a, los Bribiesca, etcétera, aumentaron sustancialmente su patrimonio, por sí mismos e interpósita persona, como fueron los contratistas favorecidos por ellos. Por lo que no un año, sino todo el sexenio foxista, fueron años de los rateros, a los que Calderón está encubriendo.
La presidenta de Reporteros sin Fronteras-España, María Dolores Masana, en los últimos días del final del año, escribió una nota titulada: Pekín 2008, los jugos de la vergüenza, fundamentada en dos postulados, a los que sometió a un análisis crítico: el casi un centenar de periodistas y ciberdisidentes encarcelados y las constantes violaciones a los derechos humanos, en el contexto del vertiginoso salto al capitalismo salvaje para modernizar autocráticamente a China, en el marco de un escenario pseudocomunista. Y, para el pueblo de mil 300 millones, el opio de sus tradiciones, como la de que este 2008 es el Año de la Rata.
Nosotros, salvo nuestros antepasados que veneraron algunos animales y el águila devorando la serpiente es uno de esos (y que la ahora millonaria ex quesera michoacana mutiló pisoteando la Ley del Escudo y el Himno Nacional) no tenemos afición por colocarle un alias al año nuevo y solamente lo celebramos como una fecha más de las fiestas “Guadalupe-Reyes”. Pero no sería nada mal empezar a bautizar el ciclo de los doce meses, ya que cuando López Portillo tuvimos el sexenio del perro. A propósito de cuando ese presidente del montón, dijo que defendería “el peso como un perro”. Y tuvo el cinismo de agregar: “ya nos saquearon... no nos volverán a saquear”. Pero, hasta la fecha, los banqueros, ayer nativos, ahora extranjeros, nos siguen saqueando.
No se nota que Calderón, al que Fox hasta combatió y casi impide que fuera candidato y sucesor (a la antigüita: con fraude electoral al oponerse a la petición de volver a “contar voto por voto, casilla por casilla”) tenga la mínima voluntad para colaborar con la investigación legislativa, al más que probable, casi seguro enriquecimiento ilícito. Y eso quiere decir que Fox, como la tradición sexenal, será otro fugitivo de la responsabilidad penal y vivirá en la impunidad, conforme a la ley no escrita de encubrirse unos a otros en la cúpula presidencial.
Así, cuando menos que este año nuevo sea, como el chino, el Año de la Rata Foxista. Pues todo el sexenio el señor Fox incurrió en actos y omisiones que perjudicaron los intereses públicos y afectaron la legalidad, honradez, imparcialidad, lealtad y eficiencia, en el desempeño de su cargo. Y, además, Fox, Mart(h)a, los Bribiesca, etcétera, aumentaron sustancialmente su patrimonio, por sí mismos e interpósita persona, como fueron los contratistas favorecidos por ellos. Por lo que no un año, sino todo el sexenio foxista, fueron años de los rateros, a los que Calderón está encubriendo.