EL MUNDO AL REVES
Raúl Sinobas Solís
Comprender a los políticos resulta complicado. Unas veces por falta de información y otras por exceso de mensajes encontrados, la política resulta poco atractiva para muchos ciudadanos.
Y eso le ocurre en estos momentos al ex presidente Vicente Fox y al principal propagandista de la ultraderecha mexicana, el cardenal Norberto Rivera Carrera.
Fox fue un símbolo del hartazgo social por la corrupción de muchos gobiernos priístas. Rivera Carrera lo es por no cumplir sus compromisos con López Obrador. Hoy, los dos son juzgados por los tribunales del gobierno virtual y legítimo del tabasqueño.
Fox engañó a sus votantes desde que emprendió su campaña proselitista pateando ataúdes tricolores. Y con el apoyo de Ernesto Zedillo se apoderó de la silla presidencial para que todo siguiera igual e incrementara a niveles insospechados su entonces precario patrimonio económico.
Hoy, es juzgado por posibles actos de corrupción y por sus constantes mentiras. Por eso derriban sus estatuas y se le investiga por enriquecimiento ilícito, por posibles desvíos de recursos del erario, tráfico de influencias, nepotismo y violar la ley de servidores públicos que prohibe quedarse con regalos caros.
Esos seguidores de López Obrador que reclaman cárcel para Fox, también persiguen al cardenal Rivera, a quien no le perdonan haberse aliado primero con el tabasqueño y luego con Felipe Calderón al final de la campaña presidencial de 2006.
Rivera no cuenta con el apoyo mayoritario de la jerarquía católica y los conflictos son por dinero. Incluso ya se le busca una salida digna para enviarlo a Roma. También lo acusan de haber hecho una alianza con López Obrador para presumir obras de mejoramiento en la Basílica de Guadalupe, que es patrimonio de otros.
Quizás los perredistas que antes apoyaban a Fox para sacar al PRI de Los Pinos y a Rivera para que éste no estorbara al tabasqueño en su lucha por la Presidencia de la República, logren que el ex presidente se autoexlie en el extranjero para ser olvidado, y enviar al cardenal al ostracismo en los jardines de el Vaticano. ¿Ex presidentes y príncipes de la Iglesia católica perseguidos en México?
Total, un mundo al revés.