DESDE EL AIRE
Revista Proceso
Desde las alturas, las propiedades del expresidente Vicente Fox son un basto tapete verde que abarca más de tres mil hectáreas con sembradíos de hortalizas de exportación, magueyales de agave azul o tierras de agostadero en las que pasta su ganado de alto registro. La carretera Léon-Cuerámaro corre por esta fértil región del Bajío guanajuatense, es la delgadísima cinta de asfalto gris que, allá abajo, atraviesa el enorme feudo de Fox.
Y en medio de la extensa alfombra vegetal se aprecian las tres casas en las que, actualmente, Fox vive su retiro dorado: el casco de la Hacienda San Cristóbal, la residencia de La Granja y el conjunto de lujosas cabañas de La Estancia. Desde las nubes se ven sus rojizos techos de teja, sus piscinas azules, sus lagos artificiales, sus jardines bien podados, sus canchas de fútbol y de tenis… todo el paraíso privado que construyó siendo presidente de México. Desde las alturas, las propiedades del expresidente Vicente Fox son un basto tapete verde que abarca más de tres mil hectáreas con sembradíos de hortalizas de exportación, magueyales de agave azul o tierras de agostadero en las que pasta su ganado de alto registro.
La carretera Léon-Cuerámaro corre por esta fértil región del Bajío guanajuatense, es la delgadísima cinta de asfalto gris que, allá abajo, atraviesa el enorme feudo de Fox.
Y en medio de la extensa alfombra vegetal se aprecian las tres casas en las que, actualmente, Fox vive su retiro dorado: el casco de la Hacienda San Cristóbal, la residencia de La Granja y el conjunto de lujosas cabañas de La Estancia. Desde las nubes se ven sus rojizos techos de teja, sus piscinas azules, sus lagos artificiales, sus jardines bien podados, sus canchas de fútbol y de tenis… todo el paraíso privado que construyó siendo presidente de México.