SALVESE QUIEN PUEDA, EL YUNQUE SE QUIERE APODERAR DE MEXICO!!!!

Cuidado con la reforma electoral, es del Yunque

Por José Luis Sánchez González
martes, 26 de junio de 2007

A casi un año de haber cometido el mayor fraude electoral en la historia del país, el IFE gesta ahora un nuevo golpe hacia la población mexicana: La Reforma Electoral.

Inmerso como está el país en una dinámica de distracción por los golpes que Felipe Calderón está dando a la población mexicana con acciones que tienden a debilitar la maltrecha economía mexicana, Calderón ha instruido a los funcionarios del IFE que trabajen sobre el proyecto de una Reforma Electoral.

Sabedor de que no ganó en las pasadas elecciones del 2 de julio del año pasado, Calderón pretende ahora afianzar su proyecto político de más de 20 años.

Para lograrlo, necesita tener el control político sobre el país, lo que hasta ahora no tiene. Los Partidos Políticos jugarán un papel importante en ese proyecto, será una factura que Feli-Pillo les habrá de cobrar como consecuencia del enjuague dado en la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto a que el IFE no tiene la facultad de interponer controversias constitucionales, refiriéndose al recorte que había planeado sobre estos organismos públicos, lo que ya no se dará por decisión ministerial.

Tras ese oscuro acuerdo en donde la Suprema Corte le dio palo al IFE, ahora le toca a Calderón cobrar el favor a los institutos políticos y nada mejor que su proyecto de Reforma Electoral.

Felipe Calderón pretende, a través del IFE, pulverizar TODOS LOS DISTRITOS del país bajo el pretexto de que los actuales ya no cumplen con su cometido. Veamos porqué.

De acuerdo al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), una sección debe tener un rango de ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral de 50 a 1,500 electores. Un distrito Electoral lo conforman ene número de secciones.

La dinámica poblacional de nuestro país es intensa. Tenemos aún una alta tasa de crecimiento que el gobierno federal no ha sido capaz de detener. Como consecuencia de ello, efectivamente, en algunas secciones este rango ha sido ya rebasado.

Bajo tal pretexto, se pretende entonces llevar al cabo ese proyecto de pulverizar los Distritos a nivel nacional, una vez que nuestro Estado sirvió -una vez más- de prueba piloto para los experimentos panistas con resultados positivos para ellos.

En efecto. Felipe Calderón sabe bien que ese ejercicio fue desarrollado en Yucatán en el año de 1995 por personal precisamente del IFE (los mismos que aún continúan haciendo de las suyas y cobrando jugosos sueldos a partir de ese momento; recordemos además la porquería que esta gente hizo con las Listas Nominales en las elecciones locales del 2004 en donde cambiaron fotos y datos de ciudadanos; incluso hubo quienes denunciaron que habían aparecido fotografías de personas fallecidas pero con otros datos en su casillero, ese es el IFE de hoy día), y que resultó benéfico para los panistas, ampliamente exitoso.

Ahora, Felipe Calderón pretende que México entero quede a merced del YUNQUE cuyos integrantes están afiliados a organismos internacionales que llevan en su sangre el sueño guajiro de dominar al mundo entero y tener a los humanos como bestias de carga, en la miseria, de rodillas a sus caprichos de grandeza mayúscula bajo un fariseísmo que manipula la fe cristiana para engatusar a quienes no tienen la posibilidad de enterarse debidamente de sus fines demoníacos.

El alarido causado por la Reforma Fiscal, la debacle de la selección nacional en manos de "Huguito", el traspiés de la Ley Televisa, la Ley del Issste y todo lo que pueda ser un distractor, lo está aprovechando Calderón para ocultar su demoníaco plan.

Si los Partidos Políticos le siguen el juego al PAN, cara visible del Yunque, estarán dejando a México peor que como estaba quedando con la Ley Televisa.
Yucatán debe servir de ejemplo. Los políticos tienen que entender el mensaje que los yucatecos hemos enviado al país al mandar por un caño a un gobierno panista. Es lo peor que le puede pasar a un pueblo, así lo hemos entendido y vivido, el ser sometido y sojuzgado por la corriente ultraconservadora y que hoy día, amafiado como está el PAN a través del Yunque con otros organismos afines, pretende someter al país mientras sangra las pocas riquezas que le quedan a México, exactamente igual y como Patricio Patrón Laviada y sus amigos hicieron aquí en Yucatán durante seis largos años que están llegando a su fin, un fin que ha llegado a ser glorioso e histórico por la forma como se escribió.

La actuación de Vicente Fox también debe ser encuadrada en esa dimensión de corrupción y de desdén hacia el pueblo mexicano ahora que están empezando a salir todos los millonarios enjuagues que realizó en detrimento de nuestra economía.
El pulverizar los Distritos dará mayores ventajas electorales al PAN. Le quitará ventajas reales a los partidos que gobiernan aquellos Estados donde el PAN es minoría y revertirá esta tendencia.

Así ocurrió en Yucatán hace más de diez años y el artífice de esta estrategia fue precisamente el IFE de Ernesto Zedillo, el traidor que entregó al país en manos de los ultraconservadores y que en su administración inyectó el virus de la corrupción y de la falta de certeza en ese instituto electoral.

Los mexicanos no debemos permitir más canalladas que atentan en forma directa contra nosotros. De concretarse este nuevo detonante panista, nuestros hijos serían los que estarían sufriendo las consecuencias de estar gobernados por la ultraderecha y en nuestro ocaso como seres humanos, nosotros también estaríamos lamentando seriamente no haber actuado con la firmeza, el aplomo y la decisión con la que el pasado día 20 actuamos la gran mayoría de los yucatecos para desterrar un gobierno corrupto hasta no más, lleno de injusticias y de impunidad.

Tenemos los antecedentes. Solamente falta actuar con firmeza y no permitir que la Reforma Electoral de Felipe Calderón llegue a cuajar. No nos distraigamos. Por más polvo que los panistas levanten, no debemos de perder de vista todos los ángulos de acción de Felipe Calderón. Su actitud taimada, debe ser nuestro foco rojo permanente.