FOX SUFRIA DE ENCUESTITIS AGUDA!!
Fátima Monterrosa / Ignacio Rodríguez Reyna
Pocos hombres del poder pueden presumir de un hecho poco usual en el sistema político: que su desempeño, su personalidad, sus características personales, su nombre sea objeto central o único de encuestas nacionales levantadas a petición de la Presidencia de la República.
Pero Rubén Aguilar Valenzuela, el vocero del entonces presidente Vicente Fox, sí puede hacer gala de ese hecho. Porque recibió esa distinción no sólo en una sola ocasión, sino en tres.
Alguien en Los Pinos tenía dudas sobre la eficacia de las tareas encomendadas a Rubén Aguilar. Dudas reiteradas porque entre junio de 2005 y abril de 2006 se hicieron tres encuestas telefónicas nacionales para tratar de tener una idea de la percepción de la opinión pública sobre el hoy profesor de la Universidad Iberoamericana.
Tres encuestas encargadas a una misma empresa –Encuestadores Profesionales SA–, con un costo conjunto de alrededor de 150 mil pesos, que sobresalían entre los cientos de encuestas y de temas ordenados por la Presidencia.
Encuestas en las que se preguntaba sobre hechos político electorales y temas de la campaña presidencial (emeequis 071), sobre los sueños presidenciales de Marta
Sahagún y los escándalos que rodearon a sus hijos (emeequis 072), sobre los programas gubernamentales, sobre el conflicto en Oaxaca, sobre el EZLN, sobre la tragedia de la mina Pasta de Conchos, sobre los muertos en Lázaro Cárdenas, Michoacán; sobre los enfrentamientos en San Salvador Atenco, sobre la imagen de Vicente Fox y muchas otras cosas más. Algunas eran de gobernabilidad, muchas otras no.
Hombre de plena confianza de Fox, figura respetada en el mundo jesuita, ex integrante de la estructura de comunicación del grupo insurgente salvadoreño Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, Rubén Aguilar tuvo un desempeño que provocó varias polémicas.
Durante 28 meses le tocó el desafío de cumplir una tarea para nada fácil: cubrir a Vicente Fox de sus múltiples yerros y dislates declarativos, además de tratar de colocar la agenda del gobierno federal y, por si fuera poco, contrarrestar el impacto de las conferencias mañaneras de Andrés Manuel López Obrador.
En esos afanes estaba cuando acuñó una frase que dejó su impronta en la memoria colectiva: “Lo que el Presidente quiso decir...” Y el dicho saltó a la pantalla de televisión, cuando el comediante Jorge Arvizu “El Tata” encarnó a Rubén Aguilar en el programa de televisión La Parodia.