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jueves, 14 de junio de 2007

MEXICO, S.A.

Carlos Fernández-Vega


Paliza al bolsillo de los mexicananos

* Discurso para disfrazar la realidad
* Difícil competencia con el TLCAN
* El Ejecutivo pasa por encima del Congreso

Consolidado el porrazo contra los consumidores, las "autoridades" anuncian inexistentes "acciones" para "evitar "un golpe a la economía familiar", lo que confirma que el discurso es el truco por ellas preferido para disfrazar la paliza que propinan al bolsillo de los mexicanos.

Lo cierto es que, más allá de sonreír y aplaudir la actitud de los empresarios del ramo (como la de tantos otros con acciones similares), las "autoridades" no tiene mayor cosa que hacer, pues en este 2007 se cumplen 12 años (1995) de que el gobierno federal decidió no controlar el precio de la leche (excepto el de la pasteurizada) y nueve (1998) de que se "liberó" totalmente de tal responsabilidad.

De igual forma ha procedido en el resto de la actividad económica, y como en tantas otras tristes historias del acontecer nacional, el de la industria lechera y sus derivados es un caso más de TLC, concentración, trasnacionalización y dependencia del exterior, que ha reducido el papel de las "autoridades" al de mero espectador (normalmente fuera del estadio).

Un paseo -no grato- por este sector lo ofrece el estudio La cadena productiva de bovinos lecheros y el TLCAN (de los investigadores de la Universidad de Chapingo Valentina Mariscal Aguayo 1, Heriberto Estrella Quintero, Agustín Ruiz Flores, Myriam Sagarnaga Villegas, José María Salas González, y Mariano González Alcorta, con información hasta 2003), del que tomamos algunos pasajes:

Desde antes del arranque del Tratado, Estados Unidos ya era el principal proveedor de leche y derivados del mercado mexicano, y también desde entonces el sector agropecuario del país no ha generado los beneficios esperados por la disminución de las barreras comerciales.

Entre los resultados del TLCAN: pasamos de vendedores a compradores de productos agroalimentarios. A raíz de la modificación a la ley de inversiones extranjeras algunas de las empresas procesadoras han sido vendidas a compañías extranjeras que se han apropiado de marcas nacionales de derivados de leche que para su producción no utilizan leche mexicana. La apertura comercial a raíz del TLCAN y la desgravación gradual en la importación de polvos y lactosueros ha provocado la proliferación de fórmulas lácteas que se venden como leche en el mercado nacional, lo que constituye una competencia desleal con la leche auténtica producida en el país. Estas empresas dependen de los insumos extranjeros y de los cambios en los precios de importación.

Los pequeños productores de leche, que no pudieron competir en el marco del TLCAN se vieron en la necesidad de abandonar la actividad, y emplearse como mano de obra de otras empresas. Desde que comenzó el Tratado México ha erogado por compra de alimentos 78 mil millones de dólares (a la fecha, ese monto supera 125 mil millones).

Estados Unidos subsidia a sus productores de leche (30 a 40 por ciento), de tal manera que al exportarla a México lo hace a un precio más bajo al costo del productor mexicano, que ante esta situación se ve afectado negativamente. Aunque el precio de venta del litro de leche es similar entre productores mexicanos y estadunidenses, el problema inicia con los subsidios.

Los productores mexicanos de leche han perdido 30 por ciento del mercado nacional, desde el arranque del TLCAN, amén que el precio con que entra la competencia es menor al de producción de los lecheros nacionales. La internacionalización de la economía lechera está en gran parte dirigida por transnacionales y se acompaña de una regionalización.

Lo anterior ha provocado que un puñado de empresas concentre más del 75 por ciento de las ventas de la industria de lácteos en México. En cuanto a la leche en polvo, Nestlé acapara el 97.5 por ciento de la obtención de leche en polvo entera y descremada, y el 59 por ciento en leche maternizada.

En Estados Unidos la cooperativa más grande, Dairy Farmers of America, maneja el 26 por ciento de la leche del país. En México, Lala procesa casi el 13 por ciento de la producción nacional de leche fresca y participa con el 26 por ciento del mercado de leche fluida envasada. Además, Alpura, Operadora de Lácteos (Boreal, Mileche y Nutrileche) y Ultralácteo. También se observa una concentración y expansión de transnacionales como Nestlé, Danone, Parmalat y Kraft, con una participación importante en el mercado nacional de lácteos. Concentran gran parte de la producción de leche en polvo, yogur y quesos de alto valor agregado. De reciente presencia, la New Zealand Dairy Borrad adquirió una marca nacional (Noche buena) que utiliza para importar quesos de Nueva Zelanda.

El capítulo agropecuario del TLCAN no sólo estuvo mal hecho para México, sino que tampoco se ha respetado lo en él establecido. Más dramática ha sido la situación del sector lechero. A excepción (hasta 2008) del alimento en polvo, el resto de los productos lácteos quedó libre de arancel (primero de enero de 2009. En ambos casos el gobierno se comprometió a impulsar programas de apoyo, pero salvo algunas acciones tímidas, no ha hecho mucho por estas actividades.

Igual que ahora.

Las rebanadas del pastel

De los trabajadores del Bancomext y la "legalidad" calderonista: "con el decreto presidencial que crea el fideicomiso ProMéxico, el gobierno de Felipe Calderón pasó por encima del Poder Legislativo al eliminar al Bancomext funciones que le asigna su Ley Orgánica, que sólo puede ser modificada por el Congreso de la Unión; no explica, más allá de justificaciones gerenciales y ambiguas generalidades, las razones estratégicas de una medida que profundiza el debilitamiento de un banco de fomento (Bancomext en este caso) crucial para desarrollar políticas públicas que favorezcan la competitividad internacional de los productores mexicanos. No quiso escuchar ni debatir opciones viables que le fueron dadas a conocer e ignoró al plural número de voces que reiteradamente demandó detener esta medida unilateral y cosmética, (cuando se requieren) soluciones de fondo a la pérdida de competitividad internacional que aqueja a nuestra economía".