EL TONTO INUTIL
Finaliza el Gobierno del Tonto Útil
Por Alfredo Velarde
En las postrimerías de escándalo de un sexenio que pudo ser notable por la incumplida promesa democrática que portó inicialmente en sus alforjas el ahora desfondado gobierno Marlboro del “cambio que nunca llegó”, que finiquita un tiempo de espanto marcado por la sordera y ceguera de una torpe administración criminal , rotundamente contraproducente para el interés nacional y que documenta el generalizado desencanto y la indignación nacional en contra suya por la entrega descarada del país a los propósitos imperiales de nuestro vecino del norte, si algo convoca la náusea , además de la ignominiosa represión en contra de disidencias ejemplares como las de Atenco y Oaxaca , es precisamente por la (infra) cultura del dislate declarativo que caracterizó al casi exánime régimen de alternancia conservador y que, si bien el titular del poder ejecutivo en retirada no inventó, dada la rica tradición de cinismo de la clase política priísta que lo antecede en la historia, la actual y ya declinante administración del presidente Vicente Fox, condujo a la torpeza verbal que lo caracterizó, invariablemente, a niveles de paroxismo antes inimaginables por lo que demostró exhibiendo la supina ignorancia casi proverbial de los políticos profesionales , especialmente de los panistas . Indudablemente, la contribución del panismo en la materia ha sido notablemente vergonzosa. No hay duda en que, en tal asignatura, “nuestro presidente” mostró niveles de excelencia para desgracia patria francamente sobresalientes.
Todavía hay quien piensa –a contrapelo de nuestra valoración- que, en realidad, los inagotables raudales de torpeza política y sobre todo declarativa de Vicente Fox, han sido –bien vistas las cosas- una impostura que ha respondido a una estrategia mediática que perseguía, ante el perfil bronco y atrabancado del ranchero guanajuatense rompiendo protocolos, des solemnizar a la decadente figura de la institución presidencial.
Eso fue declarado con impune cinismo y en el límite de la desvergüenza, para sorpresa de algunos en cadena nacional y horario estelar, ante la periodista Denisse Mercker , en su noticiero dominical de las noches, por el tristemente célebre vocero presidencial, tampoco caracterizado por ser un hombre particularmente lúcido: Rubén Aguilar . Claro que Don Burrén , como en justicia le dicen algunos, al lado de Fox, parecería casi un “intelectual orgánico” en la acepción gramsciana del concepto.
Pero nosotros pensamos que no; que Vicente Fox es casi tan tonto como ignorante y reaccionario ; que la tendencia irrefrenable para sus recurrentes y lenguaraces tropiezos verbales, son producto de una ignorancia cierta de dimensiones oceánicas; y que esa estupidez prácticamente congénita, en su caso, ha sido en extremo funcional para que el presidente que ya se va -¡al fin!-, cumpliera con un papel del que no ha tenido verdadera ni real conciencia de fondo, pero que ha servido enormemente a los propósitos más conservadores del capitalismo salvaje de credo neoliberal que padecemos.
En este orden de ideas, Don Vicente, ha sido el tonto útil por antonomasia de intereses que lo trascienden; una suerte de “muñeco de ventrílocuo” y el Rey Desnudo que sirvió, con toda la mala fe que en su ignorancia es capaz de concebir, creyendo sinceramente que con su “labor” de analfabeto funcional de la política, verdaderamente servía a los “intereses superiores de la nación” , cuando, realmente, fue cuña de la canalla clerical ; del voraz e insaciable empresariado foráneo y de las Empresas Transnacionales , de la corrupta oligarquía mexicana del tipo de la de Carlos Slim ; y, sobretodo, de lo más putrefacto de la clase política , especialmente de la priísta , como en el irresuelto y recientísimo caso Oaxaca, en donde los operadores políticos que funcionan detrás del presidente –cual Tlacaélel (el poder detrás del trono)-, han podido actuar sin las interferencias que alguien como el presidente pudo hacer si, claro, éste no fuese tan reaccionario, torpe e ignorante.
El sexenio termina, entonces, bajo negros nubarrones y peores augurios porque, quienes saben de la política, están claramente convencidos de que la imposición fraudulenta de Felipe Calderón Hinojosa , será tan mala, funesta y tan contraria al interés nacional, como la foxista, pero con una circunstancia agravante que irremediablemente complicará a su malhadada e impopular “gestión”. ¿Cuál es éstá? Que Felipe no es tan estúpido y por tanto más peligroso, al grado tal que bien podría –en mala hora- desarrollar una estrategia política más eficaz para lograr lo que Fox no pudo ni podría haber logrado, precisamente por sus limitaciones intelectuales . Y ese riesgo está ahí, por supuesto, si lo dejamos y no hacemos lo conducente para impedirlo. Y es que el horno no está para bollos, en la ruta inadvertida por muchos, de ese sinuoso camino que no tenemos empacho en definir como el camino hacia la, por cierto, más que necesaria, urgente, Segunda Revolución Mexicana .
Por eso indigna tanto, dicho sea ello como comentario final, la negativa de la diócesis oaxaqueña, al negar las instalaciones religiosas, para fungir de escudo al riesgo real de detenciones en contra de la dirección colectiva de la APPO, a la luz del inconcluso e irresuelto conflicto oaxaqueño. Mientras la Secretaría de Gobernación, saca tiempo adicional a favor del sátrapa Ulises Ruiz , para desarrollar su presunto “proyecto de pacificación de la entidad” (en realidad una guerra sucia ), la esforzada dirección política del legítimo e insumiso movimiento oaxaqueño, sigue en riesgo frente a los sicarios criminales del dinosaúrico priísmo de la sureña entidad, claro, con la ceguera del presidente que a nadie debe sorprender, a la hora final de su todavía inconcluso “mandato”.
Machetearte
Por Alfredo Velarde
En las postrimerías de escándalo de un sexenio que pudo ser notable por la incumplida promesa democrática que portó inicialmente en sus alforjas el ahora desfondado gobierno Marlboro del “cambio que nunca llegó”, que finiquita un tiempo de espanto marcado por la sordera y ceguera de una torpe administración criminal , rotundamente contraproducente para el interés nacional y que documenta el generalizado desencanto y la indignación nacional en contra suya por la entrega descarada del país a los propósitos imperiales de nuestro vecino del norte, si algo convoca la náusea , además de la ignominiosa represión en contra de disidencias ejemplares como las de Atenco y Oaxaca , es precisamente por la (infra) cultura del dislate declarativo que caracterizó al casi exánime régimen de alternancia conservador y que, si bien el titular del poder ejecutivo en retirada no inventó, dada la rica tradición de cinismo de la clase política priísta que lo antecede en la historia, la actual y ya declinante administración del presidente Vicente Fox, condujo a la torpeza verbal que lo caracterizó, invariablemente, a niveles de paroxismo antes inimaginables por lo que demostró exhibiendo la supina ignorancia casi proverbial de los políticos profesionales , especialmente de los panistas . Indudablemente, la contribución del panismo en la materia ha sido notablemente vergonzosa. No hay duda en que, en tal asignatura, “nuestro presidente” mostró niveles de excelencia para desgracia patria francamente sobresalientes.
Todavía hay quien piensa –a contrapelo de nuestra valoración- que, en realidad, los inagotables raudales de torpeza política y sobre todo declarativa de Vicente Fox, han sido –bien vistas las cosas- una impostura que ha respondido a una estrategia mediática que perseguía, ante el perfil bronco y atrabancado del ranchero guanajuatense rompiendo protocolos, des solemnizar a la decadente figura de la institución presidencial.
Eso fue declarado con impune cinismo y en el límite de la desvergüenza, para sorpresa de algunos en cadena nacional y horario estelar, ante la periodista Denisse Mercker , en su noticiero dominical de las noches, por el tristemente célebre vocero presidencial, tampoco caracterizado por ser un hombre particularmente lúcido: Rubén Aguilar . Claro que Don Burrén , como en justicia le dicen algunos, al lado de Fox, parecería casi un “intelectual orgánico” en la acepción gramsciana del concepto.
Pero nosotros pensamos que no; que Vicente Fox es casi tan tonto como ignorante y reaccionario ; que la tendencia irrefrenable para sus recurrentes y lenguaraces tropiezos verbales, son producto de una ignorancia cierta de dimensiones oceánicas; y que esa estupidez prácticamente congénita, en su caso, ha sido en extremo funcional para que el presidente que ya se va -¡al fin!-, cumpliera con un papel del que no ha tenido verdadera ni real conciencia de fondo, pero que ha servido enormemente a los propósitos más conservadores del capitalismo salvaje de credo neoliberal que padecemos.
En este orden de ideas, Don Vicente, ha sido el tonto útil por antonomasia de intereses que lo trascienden; una suerte de “muñeco de ventrílocuo” y el Rey Desnudo que sirvió, con toda la mala fe que en su ignorancia es capaz de concebir, creyendo sinceramente que con su “labor” de analfabeto funcional de la política, verdaderamente servía a los “intereses superiores de la nación” , cuando, realmente, fue cuña de la canalla clerical ; del voraz e insaciable empresariado foráneo y de las Empresas Transnacionales , de la corrupta oligarquía mexicana del tipo de la de Carlos Slim ; y, sobretodo, de lo más putrefacto de la clase política , especialmente de la priísta , como en el irresuelto y recientísimo caso Oaxaca, en donde los operadores políticos que funcionan detrás del presidente –cual Tlacaélel (el poder detrás del trono)-, han podido actuar sin las interferencias que alguien como el presidente pudo hacer si, claro, éste no fuese tan reaccionario, torpe e ignorante.
El sexenio termina, entonces, bajo negros nubarrones y peores augurios porque, quienes saben de la política, están claramente convencidos de que la imposición fraudulenta de Felipe Calderón Hinojosa , será tan mala, funesta y tan contraria al interés nacional, como la foxista, pero con una circunstancia agravante que irremediablemente complicará a su malhadada e impopular “gestión”. ¿Cuál es éstá? Que Felipe no es tan estúpido y por tanto más peligroso, al grado tal que bien podría –en mala hora- desarrollar una estrategia política más eficaz para lograr lo que Fox no pudo ni podría haber logrado, precisamente por sus limitaciones intelectuales . Y ese riesgo está ahí, por supuesto, si lo dejamos y no hacemos lo conducente para impedirlo. Y es que el horno no está para bollos, en la ruta inadvertida por muchos, de ese sinuoso camino que no tenemos empacho en definir como el camino hacia la, por cierto, más que necesaria, urgente, Segunda Revolución Mexicana .
Por eso indigna tanto, dicho sea ello como comentario final, la negativa de la diócesis oaxaqueña, al negar las instalaciones religiosas, para fungir de escudo al riesgo real de detenciones en contra de la dirección colectiva de la APPO, a la luz del inconcluso e irresuelto conflicto oaxaqueño. Mientras la Secretaría de Gobernación, saca tiempo adicional a favor del sátrapa Ulises Ruiz , para desarrollar su presunto “proyecto de pacificación de la entidad” (en realidad una guerra sucia ), la esforzada dirección política del legítimo e insumiso movimiento oaxaqueño, sigue en riesgo frente a los sicarios criminales del dinosaúrico priísmo de la sureña entidad, claro, con la ceguera del presidente que a nadie debe sorprender, a la hora final de su todavía inconcluso “mandato”.
Machetearte