A manera de respuesta
María Teresa Jardí
Me queda claro que se necesita dinero para que AMLO se movilice y además los legisladores se han encargado de ir poniendo las trabas para que no sea fácil la constitución de otros partidos. Pero AMLO tiene dos millones de ciudadanos mexicanos, si no es que más, afiliados a la única Presidencia Legítima, a la que ya ni él se refiere y del movimiento ciudadano es de donde debe salir el dinero necesario y con ese caudal humano construirse el partido que genere la esperanza de cambio para México.
Luego de lo ocurrido con el PRD donde a Encinas le arrebataron de la misma manera, como Fecal lo hizo con la Presidencia de la República ganada por AMLO, la presidencia del PRD, es vergonzoso tener miedo a perder lo que, como limosna, los que detentan el Poder como amos, les avienta a los partidos en México y me alarma que así sea en el caso de AMLO.
La lucha del movimiento ciudadano que AMLO, sin duda, encabeza, entiendo —o más bien yo quisiera que así fuera— es por recobrar la ética para rearmar el entramado ético de todas y cada una de las instituciones mínimas necesarias para el buen funcionamiento de un país cualquiera y me alarma que no sea así.
No se trata de mantener costosísimas estructuras creadas para proteger el que no sigan funcionando las otras. La CNDH es un perfecto ejemplo al respecto. La crea Salinas de Gortari ante el malestar ciudadano que hace proliferar pequeñas organizaciones no gubernamentales que enfrentan, desde sus diversas posibilidades, las crecientes violaciones a los derechos humanos. Nace por decreto de Salinas de Gortari luego de que diversos sectores sociales, incluidos los empresarios cristianos, que en Chihuahua — a la salida de una reunión con dueños de huertos manzaneros a los que también acaba el TLC dejando entrar manzanas de mejor vista y peor sabor— le exigen con pancartas el retiro de la PGR de esa entidad. La CNDH se crea para no atacar la corrupción que se evidenciaba ya entonces que se había apoderado de los cuerpos policiacos. Y hoy, en México, no tenemos ni policía ni Ombudsman.
La figura del Ombudsman, respetadísima en casi cualquier otro lugar del planeta por su autoridad moral, que es su único caudal, aquí apesta. Y, sí, puede que las ONGs estén pensando en los millones que el Senado yanqui va a dar para acallar el intervencionismo que el Plan México significa. Pero eso no cambia el hecho de que la CNDH haya sido asesinada por una gastritis ni tampoco el de que haya nacido diabética ni que debido a su enfermedad congénita haya sido acompañada desde su creación de una gran estructura innecesaria si hubiera nacido simplemente como el Ombudsman solitario, pero sano, del que por el respeto moral indiscutiblemente que aparejado a su persona tiene ganado a pulso a lo largo de toda su vida, se atienden, sin discusión alguna, todas y cada una de las recomendaciones que emite.
Me alarma que AMLO siga en el PRD y es ofensivo para el movimiento ciudadano el que “Los Chuchos” pretendan “encabezarlo” para controlarlo.
Y me alarma que se vaya quedando en lo de “la no entrega de lo que nos pueda quedar de petróleo” cuando salta a la vista cuánto más productivo no sería el encabezar la oposición a que se sigan explotando los pozos, como ahora se pretende hacer en Progreso, con toda la destrucción de vida marina que propicia y con las terribles consecuencias aparejadas al fenómeno, que por un tiempo corto trae aparente bonanza al lugar en el que proliferan tienditas y lugares que ofrecen comidas al lado de las casas necesarias para que se prostituyan los que de fuera son contratados en los empleos, con buenos salarios, que se van, una vez acabado de explotar el recurso, dejando al lugar tan muerto como la CNDH encabezada por José Luis Soberanes.
Me alarma que a estas alturas no se estén ya promoviendo las alternativas al uso del petróleo impulsando a todos los mexicanos a usarlas. Me alarma que no se esté impulsando a todos los mexicanos en el trabajo casa por casa, a exigir cuentas claras por lo que a los remanentes del petróleo, ya vendido, toca.
En fin, me alarma que un movimiento como el ciudadano no esté sirviendo para, al mismo tiempo que “Las Adelitas” buscan convencer a los mexicanos de que no se acepte que se siga entregando el petróleo, explicar porqué no se puede aceptar a un usurpador como cabeza de uno de los tres poderes, que se exterminan a sí mismos cuando uno no es legítimo, haciendo ver las graves consecuencias, incluso evidenciadas en los ejecutados diarios, que trae consigo la usurpación de la Presidencia.
Me alarma que el usurpador esté dejando de ser el usurpador, que es, en la mente de AMLO.
Me queda claro que se necesita dinero para que AMLO se movilice y además los legisladores se han encargado de ir poniendo las trabas para que no sea fácil la constitución de otros partidos. Pero AMLO tiene dos millones de ciudadanos mexicanos, si no es que más, afiliados a la única Presidencia Legítima, a la que ya ni él se refiere y del movimiento ciudadano es de donde debe salir el dinero necesario y con ese caudal humano construirse el partido que genere la esperanza de cambio para México.
Luego de lo ocurrido con el PRD donde a Encinas le arrebataron de la misma manera, como Fecal lo hizo con la Presidencia de la República ganada por AMLO, la presidencia del PRD, es vergonzoso tener miedo a perder lo que, como limosna, los que detentan el Poder como amos, les avienta a los partidos en México y me alarma que así sea en el caso de AMLO.
La lucha del movimiento ciudadano que AMLO, sin duda, encabeza, entiendo —o más bien yo quisiera que así fuera— es por recobrar la ética para rearmar el entramado ético de todas y cada una de las instituciones mínimas necesarias para el buen funcionamiento de un país cualquiera y me alarma que no sea así.
No se trata de mantener costosísimas estructuras creadas para proteger el que no sigan funcionando las otras. La CNDH es un perfecto ejemplo al respecto. La crea Salinas de Gortari ante el malestar ciudadano que hace proliferar pequeñas organizaciones no gubernamentales que enfrentan, desde sus diversas posibilidades, las crecientes violaciones a los derechos humanos. Nace por decreto de Salinas de Gortari luego de que diversos sectores sociales, incluidos los empresarios cristianos, que en Chihuahua — a la salida de una reunión con dueños de huertos manzaneros a los que también acaba el TLC dejando entrar manzanas de mejor vista y peor sabor— le exigen con pancartas el retiro de la PGR de esa entidad. La CNDH se crea para no atacar la corrupción que se evidenciaba ya entonces que se había apoderado de los cuerpos policiacos. Y hoy, en México, no tenemos ni policía ni Ombudsman.
La figura del Ombudsman, respetadísima en casi cualquier otro lugar del planeta por su autoridad moral, que es su único caudal, aquí apesta. Y, sí, puede que las ONGs estén pensando en los millones que el Senado yanqui va a dar para acallar el intervencionismo que el Plan México significa. Pero eso no cambia el hecho de que la CNDH haya sido asesinada por una gastritis ni tampoco el de que haya nacido diabética ni que debido a su enfermedad congénita haya sido acompañada desde su creación de una gran estructura innecesaria si hubiera nacido simplemente como el Ombudsman solitario, pero sano, del que por el respeto moral indiscutiblemente que aparejado a su persona tiene ganado a pulso a lo largo de toda su vida, se atienden, sin discusión alguna, todas y cada una de las recomendaciones que emite.
Me alarma que AMLO siga en el PRD y es ofensivo para el movimiento ciudadano el que “Los Chuchos” pretendan “encabezarlo” para controlarlo.
Y me alarma que se vaya quedando en lo de “la no entrega de lo que nos pueda quedar de petróleo” cuando salta a la vista cuánto más productivo no sería el encabezar la oposición a que se sigan explotando los pozos, como ahora se pretende hacer en Progreso, con toda la destrucción de vida marina que propicia y con las terribles consecuencias aparejadas al fenómeno, que por un tiempo corto trae aparente bonanza al lugar en el que proliferan tienditas y lugares que ofrecen comidas al lado de las casas necesarias para que se prostituyan los que de fuera son contratados en los empleos, con buenos salarios, que se van, una vez acabado de explotar el recurso, dejando al lugar tan muerto como la CNDH encabezada por José Luis Soberanes.
Me alarma que a estas alturas no se estén ya promoviendo las alternativas al uso del petróleo impulsando a todos los mexicanos a usarlas. Me alarma que no se esté impulsando a todos los mexicanos en el trabajo casa por casa, a exigir cuentas claras por lo que a los remanentes del petróleo, ya vendido, toca.
En fin, me alarma que un movimiento como el ciudadano no esté sirviendo para, al mismo tiempo que “Las Adelitas” buscan convencer a los mexicanos de que no se acepte que se siga entregando el petróleo, explicar porqué no se puede aceptar a un usurpador como cabeza de uno de los tres poderes, que se exterminan a sí mismos cuando uno no es legítimo, haciendo ver las graves consecuencias, incluso evidenciadas en los ejecutados diarios, que trae consigo la usurpación de la Presidencia.
Me alarma que el usurpador esté dejando de ser el usurpador, que es, en la mente de AMLO.