Larrea al banquillo... en Texas
Marcela Gómez Zalce
• Incontinencia verbal bilateral
• Y ahora... ¡la DEA!
La justicia puede parpadear un tiempo, mi estimado, pero acaba viendo. Distintiva la oleada de incontinencia verbal (o.. ¿control de daños?) de dimes y diretes entre los gobiernos de México y Estados Unidos por la mentada Iniciativa Mérida que trae delicados candados —avalados por la misma Casa Blanca, así que para qué tanto gritou estando el suelo tan parejo—, cuyos cerrajeros están en Washington sopesando el tema de la confianza y certidumbre. Y donde el atorón parece ser una cuestión de… de… semántica en un asunto que aún debe recorrer un camino legislativo tapizado en bulliciosos tiempos electorales.
El caso de la (risa loca) histeria bilateral declarativa donde el lenguaje ha dejado de ser respetuoso y diplomático en momentos donde la organizada delincuencia trae, aunque no lo parezca, en jaque la estrategia de Felipe y en aprietos a nuestros simpáticos vecinos en el área fronteriza —desde donde cruza, sin mayores problemas ni inconvenientes migratorios el célebre Chapo del sexenio a evaluar su negocio en las plazas más calientes— se desencadena una cascada de preocupaciones entre más de un ilustre ciudadano.
Sobre todo cuando en Chihuahua, en conocido lugar de poder económico aparecen divertidas mantas dando puntuales reportes —para ser exactos en un club de Golf— a los pasmados socios sobre cómo van las ejecuciones en la lista negra y quiénes faltan. Algo así como un narco update.
Eso sin mencionar los delicados atropellos en Tamaulipas, donde en célebres restaurantes llegan los traviesos y se llevan prestadas a las mujeres. O en Guerrero, my friend, donde arman extraordinarios reventones con fuegos artificiales y balazos al aire, o en Baja California donde en distintivo lugar, público, of course, practican desparpajadamente el tiro pero… con granadas para ir afinando puntería y… así podría seguir la inimaginable lista donde los encargados del orden… anteponen el desorden jugando al Tío Lolo...
Ejemplos sobran en la mercería discursiva federal sobre el cacareado estado de derecho... Y.
Hablando del brazo de la ley, turns out que a la megalacra de Germán Larrea, cual capillita, le está llegando su fiestecita. Y no en el sentido de echar las campanas al vuelo en su obstinación por darle flit, por la buena o por la mala, a Napoleón Gómez Urrutia, quien fue reelecto por los mineros para continuar al frente del aguerrido sindicato, no, no... sino porque en ese simpático juicio que se lleva a cabo en Brownsville, Texas, el juez Andrew S. Hanen lo ha citado para comparecer within a week y explicar ese curiosito mexican way of doing business por parte de Grupo México en el polémico caso de Asarco.
Va de más decirle, mi estimado, que Larrea utilizó todo su músculo legal en estos meses para evitar el atractivo citatorio pensando quizá que (¡horror! va a salir en la foto) la ley es como en México: elástica y dúctil para el poderoso. El problemita es que el pobre Germán no tiene a su solícito Javier Lozano Alarcón en Brownsville para cumplirle sus deseos de impunidad ante sus evidentes atropellos jurídicos y su mala fe para privilegiar a su propio consorcio.
El escándalo ya es nota en momentos donde el desprestigio y el descrédito internacional son compañeros inseparables de Larrea, y donde aquí a impresentable cómplice, el secretario del Trabajo (sucio), se le volvió a botar ese chip (distintivamente hormonal) al no poder doblegar a líderes de las diversas secciones del simpático sindicato para desconocer el liderazgo de Gómez Urrutia… desatando su acreditada furia de desconocer a la nueva cúpula sindical y retardar los tiempos en una toma de nota que, con la pena, es un mero trámite y donde lo que cuenta, amable lector, es la decisión de los mineros para elegir a quien se les dé su regalada gana para representarlos. Se llama autonomía sindical.
Aunque es obvio que la varita de este gobierno mide de manera diferente a los líderes sindicales. Sobre todo cuando el interés… tiene pies. El quid, my friend, serán las acciones (y reacciones) de cara al otro frente llamado… la reforma laboral.
Por la Mirilla
Y ahora la controvertida DEA con Michelle Leonhart se suma a las pendejadas declarativas afirmando que México y EU están cerca de poner fuera de circulación a los cárteles y que por años Estados Unidos no tuvo al sur de la frontera un socio en quien confiar (¡¿?!) hasta la llegada de Felipe y su achispado Gymboree. Eso para suavizar su genial pronóstico de que la violencia podría empeorar un poco antes de mejorar.
¿¡Qué chingaos querrá decir un poco...?!
• Incontinencia verbal bilateral
• Y ahora... ¡la DEA!
La justicia puede parpadear un tiempo, mi estimado, pero acaba viendo. Distintiva la oleada de incontinencia verbal (o.. ¿control de daños?) de dimes y diretes entre los gobiernos de México y Estados Unidos por la mentada Iniciativa Mérida que trae delicados candados —avalados por la misma Casa Blanca, así que para qué tanto gritou estando el suelo tan parejo—, cuyos cerrajeros están en Washington sopesando el tema de la confianza y certidumbre. Y donde el atorón parece ser una cuestión de… de… semántica en un asunto que aún debe recorrer un camino legislativo tapizado en bulliciosos tiempos electorales.
El caso de la (risa loca) histeria bilateral declarativa donde el lenguaje ha dejado de ser respetuoso y diplomático en momentos donde la organizada delincuencia trae, aunque no lo parezca, en jaque la estrategia de Felipe y en aprietos a nuestros simpáticos vecinos en el área fronteriza —desde donde cruza, sin mayores problemas ni inconvenientes migratorios el célebre Chapo del sexenio a evaluar su negocio en las plazas más calientes— se desencadena una cascada de preocupaciones entre más de un ilustre ciudadano.
Sobre todo cuando en Chihuahua, en conocido lugar de poder económico aparecen divertidas mantas dando puntuales reportes —para ser exactos en un club de Golf— a los pasmados socios sobre cómo van las ejecuciones en la lista negra y quiénes faltan. Algo así como un narco update.
Eso sin mencionar los delicados atropellos en Tamaulipas, donde en célebres restaurantes llegan los traviesos y se llevan prestadas a las mujeres. O en Guerrero, my friend, donde arman extraordinarios reventones con fuegos artificiales y balazos al aire, o en Baja California donde en distintivo lugar, público, of course, practican desparpajadamente el tiro pero… con granadas para ir afinando puntería y… así podría seguir la inimaginable lista donde los encargados del orden… anteponen el desorden jugando al Tío Lolo...
Ejemplos sobran en la mercería discursiva federal sobre el cacareado estado de derecho... Y.
Hablando del brazo de la ley, turns out que a la megalacra de Germán Larrea, cual capillita, le está llegando su fiestecita. Y no en el sentido de echar las campanas al vuelo en su obstinación por darle flit, por la buena o por la mala, a Napoleón Gómez Urrutia, quien fue reelecto por los mineros para continuar al frente del aguerrido sindicato, no, no... sino porque en ese simpático juicio que se lleva a cabo en Brownsville, Texas, el juez Andrew S. Hanen lo ha citado para comparecer within a week y explicar ese curiosito mexican way of doing business por parte de Grupo México en el polémico caso de Asarco.
Va de más decirle, mi estimado, que Larrea utilizó todo su músculo legal en estos meses para evitar el atractivo citatorio pensando quizá que (¡horror! va a salir en la foto) la ley es como en México: elástica y dúctil para el poderoso. El problemita es que el pobre Germán no tiene a su solícito Javier Lozano Alarcón en Brownsville para cumplirle sus deseos de impunidad ante sus evidentes atropellos jurídicos y su mala fe para privilegiar a su propio consorcio.
El escándalo ya es nota en momentos donde el desprestigio y el descrédito internacional son compañeros inseparables de Larrea, y donde aquí a impresentable cómplice, el secretario del Trabajo (sucio), se le volvió a botar ese chip (distintivamente hormonal) al no poder doblegar a líderes de las diversas secciones del simpático sindicato para desconocer el liderazgo de Gómez Urrutia… desatando su acreditada furia de desconocer a la nueva cúpula sindical y retardar los tiempos en una toma de nota que, con la pena, es un mero trámite y donde lo que cuenta, amable lector, es la decisión de los mineros para elegir a quien se les dé su regalada gana para representarlos. Se llama autonomía sindical.
Aunque es obvio que la varita de este gobierno mide de manera diferente a los líderes sindicales. Sobre todo cuando el interés… tiene pies. El quid, my friend, serán las acciones (y reacciones) de cara al otro frente llamado… la reforma laboral.
Por la Mirilla
Y ahora la controvertida DEA con Michelle Leonhart se suma a las pendejadas declarativas afirmando que México y EU están cerca de poner fuera de circulación a los cárteles y que por años Estados Unidos no tuvo al sur de la frontera un socio en quien confiar (¡¿?!) hasta la llegada de Felipe y su achispado Gymboree. Eso para suavizar su genial pronóstico de que la violencia podría empeorar un poco antes de mejorar.
¿¡Qué chingaos querrá decir un poco...?!
posted by H2AGUA at
10:23 p.m.
