Fidel y el Petróleo
Fausto Fernández Ponte
I
Los gobernadores de 15 entidades adheridas a la Federación de Estados Unidos Mexicanos han expresado su interés, en algunas instancias con un activismo digno de mejor causa, por echarle mano al botín petrolero. Robarlo bajo coartada pseudolegaloide.
De esos 15 mandatarios locales --en un universo de 31, más un distrito federal-- destaca por ese activismo el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, legendario por su mitomanía patológica --es mentiroso contumaz-- y su vocación corrupta.
Más no sólo eso. Don Fidel es, por añadidura, un personaje cuyo pintoresquismo arquetípico del político profesional a la mexicana tiene manifestaciones fieles a un patético folclorismo de la cultura del poder en nuestro ámbito.
Don Fidel --gusta que le llamen "Tío Fide" y se viste de rojo como color emblemático de la virtud --escasìsima en él-- de la adhesión y fidelidad a premisas falsas del poder y a principios de la moral y ética desechados al ejercer potestades políticas.
Ese estilo tiene por piedra filosofal y, a la vez, importancia axial, el oportunismo, recursividad sin ética y una proclividad irrepresive por conductas que lo identifican como alguien que siempre se quiere pasar de listo. O de "vivo". Vivillo, pues.
II
Naturalmente, éste (mal) distinguido gobernador es dechado del contubernio, con talento muy desarrollado para tirar la piedra y esconder la mano, atributos que inspiran lealtades crematísticas --interesadas-- de no pocos de sus colaboradores y operadores.
Así, don Fidel se ha rodeado de mitómanos, mentirosos, bribones en laya variopinta de corrupción, oportunistas y, obvio antojaríase, de individuos atrabiliarios, autoritarios y de magra sensibilidad política. Se ha rodeado de pillos camaleónicos.
Éstos camaleones son sus clones, pues muchos de sus colaboradores y operadore, entre ellos los mentirosos compulsivos y, ergo, enfermos mentales --como cierto Othón González, de lealtades notoriamnte mutantes-- son, además, camanduleros.
Cultivan a don Fidel. Le soban el ego una y otra vez, por lo que no sorprende advertir en el estado de Veracruz un culto hiperbólico a la personalidad del gobernador. Nuestro personaje es un héroe a la altura del arte; de la lisonja, se entiende.
Pero, ¿qué tiene éso que ver con la intentona ambiciosa, voraz diríase, del señor Herrera de alzarse con parte del botín petrolero, el cual el Presidente de Facto, el espurio Felipe Calderón, pretende vendérselo a pudientes particulares?
III
Éste perínclito héroe del lar veracruzano, hombre dado a prácticas oscurantistas propias de la Edad Media --como las de perseguir periodistas como Martín Serrano, crítico de su gobierno-- y paladín de la simulación es también imitador.
Imita al señor Calderón. Si don Felipe --que carece del acumen para el mimetismo ideoógico y polÍtico de don Fidel-- patea la Constitución y al Pacto Federal para su plutocracia facciosa, ¿por qué no, también, nuestro adalid de Nopaltepec, Ver?
E imitó a un predecesor suyo, Dante Delgado (1988-92), quien en su momento propuso que su gobierno explotare los miles de pozos petroleros clausurados de Petróleos Mexicanos y que por angas o por mangas no aprovecha. Hizo suya una idea ajena.
Y, amén de mostrar conturbadora ignorancia --no conoce la Constitución Federal, sobre todo el artículo 27--, nuestro campeón, éste señor Herrera, propone torpedear el Pacto Federal. ¿Pretende, acaso, erigirse en un dictadorzuelo tropical?
Pensaríase que no. El enfermizo culto a la personalidad que caracteriza su gobierno --funcionarios lambiscones, obsequiosos y sumisos hasta la humillación y una prensa acrítica-- han inducido a don Fidel a creer que será Presidente de la República en 2012.
Y en ello anda, aunque no sea bienquisto de Carlos Salinas, el hombre que resolverá quiénes serán los candidatos del PRI, PAN y el chuchista PRD a la Presidencia. Mientras tanto, don Fidel intenta privatizar el patrimonio nacional, el petróleo.
Glosario:
Acumen: talento, perspicacia, agudeza, ingenio.
Bienquisto: que goza de estima general, de buena fama.
Camanduleros: hipócritas, astutos, embusteros y bellacos.
Perínclito: ínclito en sumo grado. Grande. Heroico.
I
Los gobernadores de 15 entidades adheridas a la Federación de Estados Unidos Mexicanos han expresado su interés, en algunas instancias con un activismo digno de mejor causa, por echarle mano al botín petrolero. Robarlo bajo coartada pseudolegaloide.
De esos 15 mandatarios locales --en un universo de 31, más un distrito federal-- destaca por ese activismo el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, legendario por su mitomanía patológica --es mentiroso contumaz-- y su vocación corrupta.
Más no sólo eso. Don Fidel es, por añadidura, un personaje cuyo pintoresquismo arquetípico del político profesional a la mexicana tiene manifestaciones fieles a un patético folclorismo de la cultura del poder en nuestro ámbito.
Don Fidel --gusta que le llamen "Tío Fide" y se viste de rojo como color emblemático de la virtud --escasìsima en él-- de la adhesión y fidelidad a premisas falsas del poder y a principios de la moral y ética desechados al ejercer potestades políticas.
Ese estilo tiene por piedra filosofal y, a la vez, importancia axial, el oportunismo, recursividad sin ética y una proclividad irrepresive por conductas que lo identifican como alguien que siempre se quiere pasar de listo. O de "vivo". Vivillo, pues.
II
Naturalmente, éste (mal) distinguido gobernador es dechado del contubernio, con talento muy desarrollado para tirar la piedra y esconder la mano, atributos que inspiran lealtades crematísticas --interesadas-- de no pocos de sus colaboradores y operadores.
Así, don Fidel se ha rodeado de mitómanos, mentirosos, bribones en laya variopinta de corrupción, oportunistas y, obvio antojaríase, de individuos atrabiliarios, autoritarios y de magra sensibilidad política. Se ha rodeado de pillos camaleónicos.
Éstos camaleones son sus clones, pues muchos de sus colaboradores y operadore, entre ellos los mentirosos compulsivos y, ergo, enfermos mentales --como cierto Othón González, de lealtades notoriamnte mutantes-- son, además, camanduleros.
Cultivan a don Fidel. Le soban el ego una y otra vez, por lo que no sorprende advertir en el estado de Veracruz un culto hiperbólico a la personalidad del gobernador. Nuestro personaje es un héroe a la altura del arte; de la lisonja, se entiende.
Pero, ¿qué tiene éso que ver con la intentona ambiciosa, voraz diríase, del señor Herrera de alzarse con parte del botín petrolero, el cual el Presidente de Facto, el espurio Felipe Calderón, pretende vendérselo a pudientes particulares?
III
Éste perínclito héroe del lar veracruzano, hombre dado a prácticas oscurantistas propias de la Edad Media --como las de perseguir periodistas como Martín Serrano, crítico de su gobierno-- y paladín de la simulación es también imitador.
Imita al señor Calderón. Si don Felipe --que carece del acumen para el mimetismo ideoógico y polÍtico de don Fidel-- patea la Constitución y al Pacto Federal para su plutocracia facciosa, ¿por qué no, también, nuestro adalid de Nopaltepec, Ver?
E imitó a un predecesor suyo, Dante Delgado (1988-92), quien en su momento propuso que su gobierno explotare los miles de pozos petroleros clausurados de Petróleos Mexicanos y que por angas o por mangas no aprovecha. Hizo suya una idea ajena.
Y, amén de mostrar conturbadora ignorancia --no conoce la Constitución Federal, sobre todo el artículo 27--, nuestro campeón, éste señor Herrera, propone torpedear el Pacto Federal. ¿Pretende, acaso, erigirse en un dictadorzuelo tropical?
Pensaríase que no. El enfermizo culto a la personalidad que caracteriza su gobierno --funcionarios lambiscones, obsequiosos y sumisos hasta la humillación y una prensa acrítica-- han inducido a don Fidel a creer que será Presidente de la República en 2012.
Y en ello anda, aunque no sea bienquisto de Carlos Salinas, el hombre que resolverá quiénes serán los candidatos del PRI, PAN y el chuchista PRD a la Presidencia. Mientras tanto, don Fidel intenta privatizar el patrimonio nacional, el petróleo.
Glosario:
Acumen: talento, perspicacia, agudeza, ingenio.
Bienquisto: que goza de estima general, de buena fama.
Camanduleros: hipócritas, astutos, embusteros y bellacos.
Perínclito: ínclito en sumo grado. Grande. Heroico.