…Y no pasa nada
Rumbo de México
“Suave Patria: te amo no cual mito, sino por tu verdad de pan bendito… inaccesible al deshonor, floreces…, patria, sé siempre igual, fiel a tu espejo diario”. Vivo días lopezvelardianos, invadido por una “íntima tristeza reaccionaria” al percibir que México se volvió una sucesión de episodios que al presentarse cíclicamente son objeto del mismo análisis, igual tratamiento al del año pasado y al del próximo y, eso sí, cada vez menos tiempo para que la conciencia colectiva olvide y conceda la impunidad del desgano a hechos que deberían sancionarse ejemplarmente.
Somos el país del no pasa nada, las más delicadas trasgresiones se resuelven simplemente negándolas, sin pruebas, hasta sin argumentos. Un simple “no es cierto” o un todavía más manido “son mentiras de mis enemigos” aderezados con una media sonrisa de perdonavidas bastan para brincar el charco más lodoso.
Un ejemplo es el informe de revisión de la cuenta pública 2006 del Auditor Superior de la Federación. Es un rosario impresionante de corrupción y malos manejos, encabezados por Fox y Sahagún, nuestros Bonnie y Clyde tropicales, que ascienden a 33 mil millones de pesos sólo en el segmento revisado, pues es sabido que las auditorías son selectivas a partir de una muestra cuyos resultados aconsejan, en su caso, profundizar hasta el total si es necesario en las irregularidades.
Pero no, no será así. Muchos saldos de la revisión al ejercicio 2005, tan dramáticos como los del 2006, no han tenido ninguna consecuencia. Siguen impunes los abusos en la megabiblioteca Vasconcelos, las tropelías en la construcción de autopistas, las desviaciones en órganos jurisdiccionales autónomos, sin sanciones. Por eso aseguro que el país se volvió episódico, ahora vivimos días en los que se señalarán con energía estos abusos, igual que el año pasado, para olvidarlos enseguida por los resultados de los cochineros en el PRD y en Alternativa, que a su vez serán desplazados por la reforma energética, hasta llegar a septiembre cuando el tema será si se toma la tribuna para el informe, y así hasta la náusea, sin efectos, sin castigos, con plena impunidad.
Días lopezvelardianos, sin que nadie “corte a la epopeya un gajo” y “viviendo al día, de milagro, como la lotería”.
El IFE es otro ejemplo doloroso, ¿ante quién responderán Larios, Gamboa y González Garza, después del desaseo y atropello normativo previo a su designación, porque Leonardo Valdés simplemente resultó incompetente
El presidente del órgano electoral ha fallado y operado mal cada uno de los asuntos relevantes que ha enfrentado. La propuesta de “exhibir” las boletas es la cereza del pastel; lo último que esperaban sus patrocinadores partidistas es que en un incontenible arranque frente a los medios, que lo pierden, se le ocurriera de pronto revivir ese tema del que ahora quiere salir contradiciendo su postura inicial.
El caso de los spots, el incremento a sus percepciones, la tibieza para afrontar, a pesar de la contundencia de la ley, la rebelión de los concesionarios negándose a transmitir las pautas ordenadas, el descontento de los otros consejeros ignorados por quien siente ser el mandón del instituto, son apenas esbozos de lo que viene. No es difícil imaginar el aquelarre en que se convertirá el proceso electoral de 2009.
Se equivocaron los diputados y con ello nos colocaron nuevamente en un escenario incierto y peligroso. ¿A quién acudir
¿a quién responsabilizar con todas sus consecuencias legales
chi lo sa.
Podemos lamentar también la debilidad del gobierno, el incremento de la violencia, la fragilidad de la economía, la incapacidad del gabinete, pero tal vez nos adelantaríamos al turno efímero que
tendrán en su momento sin que nada pase, hasta que pase…
“Suave Patria: te amo no cual mito, sino por tu verdad de pan bendito… inaccesible al deshonor, floreces…, patria, sé siempre igual, fiel a tu espejo diario”. Vivo días lopezvelardianos, invadido por una “íntima tristeza reaccionaria” al percibir que México se volvió una sucesión de episodios que al presentarse cíclicamente son objeto del mismo análisis, igual tratamiento al del año pasado y al del próximo y, eso sí, cada vez menos tiempo para que la conciencia colectiva olvide y conceda la impunidad del desgano a hechos que deberían sancionarse ejemplarmente.
Somos el país del no pasa nada, las más delicadas trasgresiones se resuelven simplemente negándolas, sin pruebas, hasta sin argumentos. Un simple “no es cierto” o un todavía más manido “son mentiras de mis enemigos” aderezados con una media sonrisa de perdonavidas bastan para brincar el charco más lodoso.
Un ejemplo es el informe de revisión de la cuenta pública 2006 del Auditor Superior de la Federación. Es un rosario impresionante de corrupción y malos manejos, encabezados por Fox y Sahagún, nuestros Bonnie y Clyde tropicales, que ascienden a 33 mil millones de pesos sólo en el segmento revisado, pues es sabido que las auditorías son selectivas a partir de una muestra cuyos resultados aconsejan, en su caso, profundizar hasta el total si es necesario en las irregularidades.
Pero no, no será así. Muchos saldos de la revisión al ejercicio 2005, tan dramáticos como los del 2006, no han tenido ninguna consecuencia. Siguen impunes los abusos en la megabiblioteca Vasconcelos, las tropelías en la construcción de autopistas, las desviaciones en órganos jurisdiccionales autónomos, sin sanciones. Por eso aseguro que el país se volvió episódico, ahora vivimos días en los que se señalarán con energía estos abusos, igual que el año pasado, para olvidarlos enseguida por los resultados de los cochineros en el PRD y en Alternativa, que a su vez serán desplazados por la reforma energética, hasta llegar a septiembre cuando el tema será si se toma la tribuna para el informe, y así hasta la náusea, sin efectos, sin castigos, con plena impunidad.
Días lopezvelardianos, sin que nadie “corte a la epopeya un gajo” y “viviendo al día, de milagro, como la lotería”.
El IFE es otro ejemplo doloroso, ¿ante quién responderán Larios, Gamboa y González Garza, después del desaseo y atropello normativo previo a su designación, porque Leonardo Valdés simplemente resultó incompetente
El presidente del órgano electoral ha fallado y operado mal cada uno de los asuntos relevantes que ha enfrentado. La propuesta de “exhibir” las boletas es la cereza del pastel; lo último que esperaban sus patrocinadores partidistas es que en un incontenible arranque frente a los medios, que lo pierden, se le ocurriera de pronto revivir ese tema del que ahora quiere salir contradiciendo su postura inicial.
El caso de los spots, el incremento a sus percepciones, la tibieza para afrontar, a pesar de la contundencia de la ley, la rebelión de los concesionarios negándose a transmitir las pautas ordenadas, el descontento de los otros consejeros ignorados por quien siente ser el mandón del instituto, son apenas esbozos de lo que viene. No es difícil imaginar el aquelarre en que se convertirá el proceso electoral de 2009.
Se equivocaron los diputados y con ello nos colocaron nuevamente en un escenario incierto y peligroso. ¿A quién acudir
¿a quién responsabilizar con todas sus consecuencias legales
chi lo sa.
Podemos lamentar también la debilidad del gobierno, el incremento de la violencia, la fragilidad de la economía, la incapacidad del gabinete, pero tal vez nos adelantaríamos al turno efímero que
tendrán en su momento sin que nada pase, hasta que pase…