El cuento de las gallinas azules…
Diario Libertad
• Cuidado: Autodestrucción amarilla
• Aullidos priistas
Es glorioso, mi estimado, condenar con una risa. Finaliza la semana de la carcajada histérica donde en todas, pero todas las arenas, se lleva a cabo un distintivo espectáculo grotesco que obliga a reconsiderar si esta bola de megalacras de una clase que presume saber el arte de la política, no debería ser empacada en un contenedor y enviados ( juntos, of course) en fast track al espacio sideral para que allá terminen de arreglar a madrazo limpio sus originales diferencias.
El caso es que entre la cena antropófaga amarilla, donde estos disfuncionales perredistas no ceden el botín… que ya causó motín, y el ridículo circo del reformón energético de un exhausto Felipe que en cada micrófono contesta los tubazos tricolores de Manlio Fabio, my friend, sin que nadie en el PAN (con la simpática excepción del senador Federico Döring), o algún funcionario federal salgan a surtirle su almacén a las lacritas tricolores (se extraña de a madre a Manuel Espino), el bullicio se antoja como de script para Nickelodeon´s Children´s Awards 2008 en varias de sus categorías que ya se nominaron ayer en este irreverente espacio.
La foto del desmadre generalizado comenzó aquella hermosa tarde del 1 de diciembre de 2006, donde Calderón observaba atónito (y Fox con una sonrisa de imbécil quizá totalmente prozaico) la protesta en su Toma entre jaloneos, gritos, porras y codazos. Hoy a 16 meses, mi querido lector, algunos actores han cambiado pero la foto del desmadre sigue, la sonrisa de imbécil ahora en el agobiado rostro presidencial y la dosis de gritos, madrazos e incongruencias llenan los espacios mediáticos donde la avalancha de señales gandallas no tiene desperdicio. Y el detonador del largo conflicto latente es una iniciativa... desconocida.
Chingón.
México, con su surrealismo que asombra manteniendo perplejos, y hartos, a muchos mientras la cartera no alcanza para una vida digna de millones de mexicanos. Excedentes petroleros inéditos que no llegan a la base de la desigual pirámide social. Sueldos legislativos que insultan de parte de lacras que piensan en el futuro político de su caterva y no en el bien común. Funcionarios federales que develan incompetencia integral ante los peligrosos retos sociales donde hay que ser justos, my friend, lo que hay es mucha creatividad mercadotécnica y un talento de estos (no brainers) para atraer... una audiencia de entre seis y ocho años que muere por saber la fórmula mágica para ir a buscar, con sus amigos, el tesorito profundo del que tanto se escucha.
Y Felipe de nuevo, ayer en Acapulco, cual disco rayado, urgiendo convencer… sin convencer ni a los de casa, pues.
Todo girando vertiginosamente mientras recibe tubazos que no originan alarma alguna en el PAN o cierre de filas del Gymboree de Los Pinos… o algo parecido. No, no... estas gallinitas azules cacarean espantadas ante el aullido del coyote tricolor que las tiene bien medidas. Una preguntita sería, ¿dónde rayos está, por poner un cándido ejemplo, Javier Lozano Alarcón, a quien le encanta salir a ladrar a los micrófonos cuando hay bronca…? ¿Por qué no defiende a su jefe de los ataques tricolores en lugar de andar grillando pendejadas como aspirar a suceder al tesorito de Bucareli…? Porque queda claro que si el tabasqueño o el jefe de Gobierno hubieran escupido la mitad de lo que ha afirmado el sonorense they would be on a hot seat, no cree?
Al equipo presidencial le ha faltado… faltado… entrenador, liderazgo y sobre todo claridad para saber, no dónde están, mi estimado, sino adónde van. Desde que el misil amarillo pulverizó al chico superpoderoso en Bucareli están peor que nunca (lo cual ya es un decir) y en la ruta que van están entrando al precipicio del descrédito y con la pena, hay una larga fila de lacritas amarillas en un proceso de autodestrucción masiva y no merecen en estos momentos competencia alguna. Hay que dejar a esta especie coronar su extinción y eclipsar ellos mismos su sol electoral...
Lo interesante de todo el espectáculo político no es tanto la forma, my friend, sino el fondo.
Y el fondo (del que, respetuosamente, ya estamos hasta la madre) es que en sus batallas domésticas tanto los amarillos, Felipe y su dumb squad y los coyotes priistas (y los alternativos socialdemócratas… y el SNTE… y el ife…) se disputan un botín. Y aunque hay niveles, my friend, qué botín...
¡Adiós!
• Cuidado: Autodestrucción amarilla
• Aullidos priistas
Es glorioso, mi estimado, condenar con una risa. Finaliza la semana de la carcajada histérica donde en todas, pero todas las arenas, se lleva a cabo un distintivo espectáculo grotesco que obliga a reconsiderar si esta bola de megalacras de una clase que presume saber el arte de la política, no debería ser empacada en un contenedor y enviados ( juntos, of course) en fast track al espacio sideral para que allá terminen de arreglar a madrazo limpio sus originales diferencias.
El caso es que entre la cena antropófaga amarilla, donde estos disfuncionales perredistas no ceden el botín… que ya causó motín, y el ridículo circo del reformón energético de un exhausto Felipe que en cada micrófono contesta los tubazos tricolores de Manlio Fabio, my friend, sin que nadie en el PAN (con la simpática excepción del senador Federico Döring), o algún funcionario federal salgan a surtirle su almacén a las lacritas tricolores (se extraña de a madre a Manuel Espino), el bullicio se antoja como de script para Nickelodeon´s Children´s Awards 2008 en varias de sus categorías que ya se nominaron ayer en este irreverente espacio.
La foto del desmadre generalizado comenzó aquella hermosa tarde del 1 de diciembre de 2006, donde Calderón observaba atónito (y Fox con una sonrisa de imbécil quizá totalmente prozaico) la protesta en su Toma entre jaloneos, gritos, porras y codazos. Hoy a 16 meses, mi querido lector, algunos actores han cambiado pero la foto del desmadre sigue, la sonrisa de imbécil ahora en el agobiado rostro presidencial y la dosis de gritos, madrazos e incongruencias llenan los espacios mediáticos donde la avalancha de señales gandallas no tiene desperdicio. Y el detonador del largo conflicto latente es una iniciativa... desconocida.
Chingón.
México, con su surrealismo que asombra manteniendo perplejos, y hartos, a muchos mientras la cartera no alcanza para una vida digna de millones de mexicanos. Excedentes petroleros inéditos que no llegan a la base de la desigual pirámide social. Sueldos legislativos que insultan de parte de lacras que piensan en el futuro político de su caterva y no en el bien común. Funcionarios federales que develan incompetencia integral ante los peligrosos retos sociales donde hay que ser justos, my friend, lo que hay es mucha creatividad mercadotécnica y un talento de estos (no brainers) para atraer... una audiencia de entre seis y ocho años que muere por saber la fórmula mágica para ir a buscar, con sus amigos, el tesorito profundo del que tanto se escucha.
Y Felipe de nuevo, ayer en Acapulco, cual disco rayado, urgiendo convencer… sin convencer ni a los de casa, pues.
Todo girando vertiginosamente mientras recibe tubazos que no originan alarma alguna en el PAN o cierre de filas del Gymboree de Los Pinos… o algo parecido. No, no... estas gallinitas azules cacarean espantadas ante el aullido del coyote tricolor que las tiene bien medidas. Una preguntita sería, ¿dónde rayos está, por poner un cándido ejemplo, Javier Lozano Alarcón, a quien le encanta salir a ladrar a los micrófonos cuando hay bronca…? ¿Por qué no defiende a su jefe de los ataques tricolores en lugar de andar grillando pendejadas como aspirar a suceder al tesorito de Bucareli…? Porque queda claro que si el tabasqueño o el jefe de Gobierno hubieran escupido la mitad de lo que ha afirmado el sonorense they would be on a hot seat, no cree?
Al equipo presidencial le ha faltado… faltado… entrenador, liderazgo y sobre todo claridad para saber, no dónde están, mi estimado, sino adónde van. Desde que el misil amarillo pulverizó al chico superpoderoso en Bucareli están peor que nunca (lo cual ya es un decir) y en la ruta que van están entrando al precipicio del descrédito y con la pena, hay una larga fila de lacritas amarillas en un proceso de autodestrucción masiva y no merecen en estos momentos competencia alguna. Hay que dejar a esta especie coronar su extinción y eclipsar ellos mismos su sol electoral...
Lo interesante de todo el espectáculo político no es tanto la forma, my friend, sino el fondo.
Y el fondo (del que, respetuosamente, ya estamos hasta la madre) es que en sus batallas domésticas tanto los amarillos, Felipe y su dumb squad y los coyotes priistas (y los alternativos socialdemócratas… y el SNTE… y el ife…) se disputan un botín. Y aunque hay niveles, my friend, qué botín...
¡Adiós!