Entre al transparencia y el cinísmo
En línea directa
Al iniciar en el 2000 la época panísta, los partidarios de esa corriente política exhibieron detalles ocultos de la larga época priísta en el poder, así se dijo que eran actos de corrupción todos y cada uno de los cometidos por los Presidentes Priístas en detrimento del patrimonio nacional.
También se dijo que el estricto control político que se ejercía era causa y motivo de su permanencia en el poder.
Pero a toda acción corresponde una reacción y cuando un hombre tan corrupto como cualquier otro llegó a la Presidencia bajo la bandera panísta, lo primero que hizo fue romper con la ley, mutilar los símbolos patrios, vivir como príncipe en un pueblo de mendigos usando toallas de cientos de dólares mientras el pueblo no tiene que comer y se dijo que él no había causado eso.
Muy pronto fue evidente que la corriente que lo puso en el poder era la que había puesto a todos los anteriores Presidentes, una muestra evidente fue el hecho de que igual que Zedillo vendió Ferrocarriles a cambio de tener un trabajo seguro en la compañía ferrocarrilera de Kansas, Estados Unidos, al dejar el poder, también Vicente Fox lesionó la economía nacional cuando en contra de lo dispuesto por el Congreso permitió que una gran transnacional a la que había servido, usara un producto endulzante de exportación en vez de azúcar mexicana, en la elaboración del más popular refresco embotellado que se vende en México.
Fue tanta la corrupción que Fox, Martha Sahagún segunda esposa de éste, y los hijos de esta mujer con su primer matrimonio, ejercieron en México, que traspasó las puertas de los Pinos, y obviamente se supo que el saqueo se habría extendido desde la Aduanas hasta las obras públicas sin licitación, pasando por casi todo aquello que fuera negocio dentro de la administración pública.
Pero con esa magia que tanto le criticaron al PRI, pronto los actos de corrupción fueron usados, y son aún, por apasionados panístas que con cinismo presumen que el hecho que se sepan esos actos de corrupción son muestra de democracia y buen gobierno, porque según ellos, al menos hoy el pueblo sabe, gracias a los actos ilícitos de Vicente Fox, que tales cosas ocurren y preguntan con orgullo ¿Cuándo lo había sabido y lo había podido escribir en la época priísta?
Me parece que esa actitud es confundir la transparencia con el cinismo y pretender convertir en virtud un acto despreciable, y por otra parte, es quitar el mérito a muchos periodistas valientes del pasado y el presente.
Ni el más apasionado de los panístas puede alegar que no existían periodistas que le publicaran sus trapacerías a los Presidentes priístas, sufrieran o no consecuencias por ello, muchos ejemplos hay, la Revista Proceso y otras anteriores a ella han mantenido y mantienen una postura fiel, digna y han publicado de priístas y panístas, reportajes sustentados en la investigación periodística acuciosa, periódicos de todas las tendencias como La Jornada o El Norte han brillado por su apego a la verdad.
Pero junto a ellos podríamos mencionar a cientos de periódicos y revistas que se han atrevido siempre a escribir la verdad, periodistas ejemplares que han entregado su vida honesta al ejercicio de esa noble labor como Renato Leduc, quien vivió y murió modestamente señalando todos los vicios del poder.
Son destacados los caricaturistas que como Rius han mantenido su postura crítica no solamente hacia la corrupción política sino en contra de los abusos de las diversas Iglesias que explotan la credulidad del pueblo y se enriquecen en el nombre de Dios.
No podemos ni debemos jactarnos de la corrupción que nos lastima, de éste estado de excepción que vivimos en donde se usa al Ejército para consumar actos muy similares a los que se pretende combatir y no sabemos donde quedan los millones de dólares, las joyas y las armas forradas de oro que decomisan, en un país donde cualquier soldado puede entrar a la casa de cualquier ciudadano con pretextos baladíes y luego dicen que todo eso era necesario para conservar “el orden”.
No se conserva el orden violentando la Ley y haciendo una cacería de brujas fuera del marco de la legalidad y el tiempo probará que esto no lleva a la tranquilidad y al progreso, al contrario, ejerce el mismo efecto represor que en la época post revolucionaria realizaran los gobiernos pre priístas.
No se puede vender la riqueza nacional como PEMEX alegando que el gobierno ayer priísta y hoy panísta es incompetente, ineficiente y deshonesto para administrar la riqueza del pueblo.
Aún más, la quieren compartir con las compañías extranjeras, ya EXXON está explotando el petróleo de aguas profundas en el Golfo de México porque el gobierno mexicano lejos de su promesa de defender a la patria la está entregando.
Un gobierno que hace gala de su violencia de estado, de su incompetencia y de su corrupción, y encima las exhibe como mérito, es despreciable y debemos luchar en todos los frentes porque no repita otro igual, sea priísta o panísta.
Al iniciar en el 2000 la época panísta, los partidarios de esa corriente política exhibieron detalles ocultos de la larga época priísta en el poder, así se dijo que eran actos de corrupción todos y cada uno de los cometidos por los Presidentes Priístas en detrimento del patrimonio nacional.
También se dijo que el estricto control político que se ejercía era causa y motivo de su permanencia en el poder.
Pero a toda acción corresponde una reacción y cuando un hombre tan corrupto como cualquier otro llegó a la Presidencia bajo la bandera panísta, lo primero que hizo fue romper con la ley, mutilar los símbolos patrios, vivir como príncipe en un pueblo de mendigos usando toallas de cientos de dólares mientras el pueblo no tiene que comer y se dijo que él no había causado eso.
Muy pronto fue evidente que la corriente que lo puso en el poder era la que había puesto a todos los anteriores Presidentes, una muestra evidente fue el hecho de que igual que Zedillo vendió Ferrocarriles a cambio de tener un trabajo seguro en la compañía ferrocarrilera de Kansas, Estados Unidos, al dejar el poder, también Vicente Fox lesionó la economía nacional cuando en contra de lo dispuesto por el Congreso permitió que una gran transnacional a la que había servido, usara un producto endulzante de exportación en vez de azúcar mexicana, en la elaboración del más popular refresco embotellado que se vende en México.
Fue tanta la corrupción que Fox, Martha Sahagún segunda esposa de éste, y los hijos de esta mujer con su primer matrimonio, ejercieron en México, que traspasó las puertas de los Pinos, y obviamente se supo que el saqueo se habría extendido desde la Aduanas hasta las obras públicas sin licitación, pasando por casi todo aquello que fuera negocio dentro de la administración pública.
Pero con esa magia que tanto le criticaron al PRI, pronto los actos de corrupción fueron usados, y son aún, por apasionados panístas que con cinismo presumen que el hecho que se sepan esos actos de corrupción son muestra de democracia y buen gobierno, porque según ellos, al menos hoy el pueblo sabe, gracias a los actos ilícitos de Vicente Fox, que tales cosas ocurren y preguntan con orgullo ¿Cuándo lo había sabido y lo había podido escribir en la época priísta?
Me parece que esa actitud es confundir la transparencia con el cinismo y pretender convertir en virtud un acto despreciable, y por otra parte, es quitar el mérito a muchos periodistas valientes del pasado y el presente.
Ni el más apasionado de los panístas puede alegar que no existían periodistas que le publicaran sus trapacerías a los Presidentes priístas, sufrieran o no consecuencias por ello, muchos ejemplos hay, la Revista Proceso y otras anteriores a ella han mantenido y mantienen una postura fiel, digna y han publicado de priístas y panístas, reportajes sustentados en la investigación periodística acuciosa, periódicos de todas las tendencias como La Jornada o El Norte han brillado por su apego a la verdad.
Pero junto a ellos podríamos mencionar a cientos de periódicos y revistas que se han atrevido siempre a escribir la verdad, periodistas ejemplares que han entregado su vida honesta al ejercicio de esa noble labor como Renato Leduc, quien vivió y murió modestamente señalando todos los vicios del poder.
Son destacados los caricaturistas que como Rius han mantenido su postura crítica no solamente hacia la corrupción política sino en contra de los abusos de las diversas Iglesias que explotan la credulidad del pueblo y se enriquecen en el nombre de Dios.
No podemos ni debemos jactarnos de la corrupción que nos lastima, de éste estado de excepción que vivimos en donde se usa al Ejército para consumar actos muy similares a los que se pretende combatir y no sabemos donde quedan los millones de dólares, las joyas y las armas forradas de oro que decomisan, en un país donde cualquier soldado puede entrar a la casa de cualquier ciudadano con pretextos baladíes y luego dicen que todo eso era necesario para conservar “el orden”.
No se conserva el orden violentando la Ley y haciendo una cacería de brujas fuera del marco de la legalidad y el tiempo probará que esto no lleva a la tranquilidad y al progreso, al contrario, ejerce el mismo efecto represor que en la época post revolucionaria realizaran los gobiernos pre priístas.
No se puede vender la riqueza nacional como PEMEX alegando que el gobierno ayer priísta y hoy panísta es incompetente, ineficiente y deshonesto para administrar la riqueza del pueblo.
Aún más, la quieren compartir con las compañías extranjeras, ya EXXON está explotando el petróleo de aguas profundas en el Golfo de México porque el gobierno mexicano lejos de su promesa de defender a la patria la está entregando.
Un gobierno que hace gala de su violencia de estado, de su incompetencia y de su corrupción, y encima las exhibe como mérito, es despreciable y debemos luchar en todos los frentes porque no repita otro igual, sea priísta o panísta.