Y el gobierno... pasmado
Por Esto / Marcela Gómez Zalce
• La presión tricolor
• Los disfuncionales del ife
Quien bien escucha, mi estimado, muestra juicio y sabiduría, y quien bien responde, un buen raciocinio. El affaire del chico superpoderoso de Gobernación sigue in crescendo, ahora con las simpáticas declaraciones de Manlio Fabio Beltrones, a quien Televisa le otorgó espléndidos 50 minutos en Primero Noticias para exponer de manera abierta, fina y directa el escándalo relacionado con el poder de la firma de Mouriño en los divertidos contratos con Pemex donde, si le siguen rascando, aparecerá otro ilustre miembro del Gymboree presidencial ayudando a su suegro incómodo.
El líder de los senadores tricolores, en una estupenda estrategia distintiva del olfato político, exhortó a Felipe Calderón a salir a dar la cara y transparentar el tiradero de su vapuleado delfín para que ya agotado el tema, el secretario de Gobernación siga teniendo la voz completa en estas relaciones o en este diálogo con el Congreso. ¿Está claro?
Tan cristal clear, que Juan Camilo le respondió en un evento con la Canacintra, asegurando que más allá de la estridencia del debate público en los últimos 15 meses se han dado los acuerdos necesarios para el país. Y lanzó un grito (porfa, Manlio, porfa) para estar abierto a discutir los temas pendientes...
Y dándole respiración artificial, el buen Germán Martínez se empina, no, no, empina al PAN, obedeciendo órdenes de Los Pinos para defender lo indefendible. Y minutos después, los azules, haciéndose bolas declarativas con eso de la comisión legislativa para investigar lo que medio México vio en divertidos papelitos, son las cerecitas de esta tragicomedia de errores.
Para qué tanta pirueta estando el suelo tan parejo. Para qué entercarse jugando al Tío Lolo (haciéndose pendejos solos) cuando las pruebas mostradas son contundentes. Cuando el tráfico de influencias es irrebatible. Si tuvieran un gramo de decencia y ética política, el funcionario consentido estaría sometido a una rigurosa investigación por parte de su amigo, quien se cansó de escupir la importancia de las manos limpias.
El maravilloso fondo es que este inocente aleteo de mariposita en el charco de Bucareli está desatando el caos doméstico cuyas esquirlas tocarán el esqueleto de Acción Nacional y el corazón de Los Pinos. Porque Juan Camilo es el soporte emocional de Felipe, el consejero, cómplice y aliado. Sacrificarlo no está en sus planes y mejor aventar al sumiso de Germán quien, siendo líder del PAN, olvidó pintar su raya tomando una postura diferente para blindar al partido de la mierda en el ventilador. Y que sea el vocero del Gymboree, Max, quien arrope y defienda. Porque alguien va a tener que dar una explicación sensata sobre las delicadas acusaciones contra el secretario de Gobernación, donde las secuelas de este primer jab, aún no terminan...
Y mientras, el gobierno sin saber qué hacer. Pasmado, no se recupera del KO y la cuenta de protección ya casi finaliza.
Ahora anote que hay más documentos. Y comprometedores contra ese achispado inner circle. Y en este peligroso fuego amigo, las facturas ya se apilan. Y en la acera de enfrente, Andrés Manuel López Obrador como mastín, atento, observa y espera. Con ese sentido del timing inequívoco.
En el colmo de las estupideces, Mouriño ayer habló de las reformas aprobadas cuando todas tienen rasgos de frankenstein. El botón de la electoral es de risa histérica colectiva.
En el ife, el disfuncional de Marco Antonio Gómez Alcántara no fue capaz, en más de un mes, de armar un pauteo para subir a los partidos a la pantalla y además, amaga a la chiquillada y le anuncia al sonriente respetable que se posponen los tiempos de inicio en radio y tv... para que todos comiencen con el pie derecho. (¡!)
En el caso más fácil de los tiempos ordinarios, es decir, sin precampañas o campañas, Gómez y su caterva de inútiles del mentado comité no pudieron descifrar —porque no entienden, que no entienden— el monstruo y como salida fácil pretenden arrancarle 14 segundos diarios a Calderón, al Congreso y a la SCJN de los tiempos fiscales.
Habrá que ver si a Felipe le encanta la idea de que le quiten valiosos segundos ahora que su rostro (y melodiosa voz) no sale ni en chicles o cajetillas de cigarros gracias al talento de Creel, Poire y... Mouriño. Tan mal está el frankenstein electoral que hace parecer al otro, el del chisguete fiscal, en un prodigio de recaudación sexenal.
No, my friend, estos disfuncionales improvisados no dan una... ¡Una!
• La presión tricolor
• Los disfuncionales del ife
Quien bien escucha, mi estimado, muestra juicio y sabiduría, y quien bien responde, un buen raciocinio. El affaire del chico superpoderoso de Gobernación sigue in crescendo, ahora con las simpáticas declaraciones de Manlio Fabio Beltrones, a quien Televisa le otorgó espléndidos 50 minutos en Primero Noticias para exponer de manera abierta, fina y directa el escándalo relacionado con el poder de la firma de Mouriño en los divertidos contratos con Pemex donde, si le siguen rascando, aparecerá otro ilustre miembro del Gymboree presidencial ayudando a su suegro incómodo.
El líder de los senadores tricolores, en una estupenda estrategia distintiva del olfato político, exhortó a Felipe Calderón a salir a dar la cara y transparentar el tiradero de su vapuleado delfín para que ya agotado el tema, el secretario de Gobernación siga teniendo la voz completa en estas relaciones o en este diálogo con el Congreso. ¿Está claro?
Tan cristal clear, que Juan Camilo le respondió en un evento con la Canacintra, asegurando que más allá de la estridencia del debate público en los últimos 15 meses se han dado los acuerdos necesarios para el país. Y lanzó un grito (porfa, Manlio, porfa) para estar abierto a discutir los temas pendientes...
Y dándole respiración artificial, el buen Germán Martínez se empina, no, no, empina al PAN, obedeciendo órdenes de Los Pinos para defender lo indefendible. Y minutos después, los azules, haciéndose bolas declarativas con eso de la comisión legislativa para investigar lo que medio México vio en divertidos papelitos, son las cerecitas de esta tragicomedia de errores.
Para qué tanta pirueta estando el suelo tan parejo. Para qué entercarse jugando al Tío Lolo (haciéndose pendejos solos) cuando las pruebas mostradas son contundentes. Cuando el tráfico de influencias es irrebatible. Si tuvieran un gramo de decencia y ética política, el funcionario consentido estaría sometido a una rigurosa investigación por parte de su amigo, quien se cansó de escupir la importancia de las manos limpias.
El maravilloso fondo es que este inocente aleteo de mariposita en el charco de Bucareli está desatando el caos doméstico cuyas esquirlas tocarán el esqueleto de Acción Nacional y el corazón de Los Pinos. Porque Juan Camilo es el soporte emocional de Felipe, el consejero, cómplice y aliado. Sacrificarlo no está en sus planes y mejor aventar al sumiso de Germán quien, siendo líder del PAN, olvidó pintar su raya tomando una postura diferente para blindar al partido de la mierda en el ventilador. Y que sea el vocero del Gymboree, Max, quien arrope y defienda. Porque alguien va a tener que dar una explicación sensata sobre las delicadas acusaciones contra el secretario de Gobernación, donde las secuelas de este primer jab, aún no terminan...
Y mientras, el gobierno sin saber qué hacer. Pasmado, no se recupera del KO y la cuenta de protección ya casi finaliza.
Ahora anote que hay más documentos. Y comprometedores contra ese achispado inner circle. Y en este peligroso fuego amigo, las facturas ya se apilan. Y en la acera de enfrente, Andrés Manuel López Obrador como mastín, atento, observa y espera. Con ese sentido del timing inequívoco.
En el colmo de las estupideces, Mouriño ayer habló de las reformas aprobadas cuando todas tienen rasgos de frankenstein. El botón de la electoral es de risa histérica colectiva.
En el ife, el disfuncional de Marco Antonio Gómez Alcántara no fue capaz, en más de un mes, de armar un pauteo para subir a los partidos a la pantalla y además, amaga a la chiquillada y le anuncia al sonriente respetable que se posponen los tiempos de inicio en radio y tv... para que todos comiencen con el pie derecho. (¡!)
En el caso más fácil de los tiempos ordinarios, es decir, sin precampañas o campañas, Gómez y su caterva de inútiles del mentado comité no pudieron descifrar —porque no entienden, que no entienden— el monstruo y como salida fácil pretenden arrancarle 14 segundos diarios a Calderón, al Congreso y a la SCJN de los tiempos fiscales.
Habrá que ver si a Felipe le encanta la idea de que le quiten valiosos segundos ahora que su rostro (y melodiosa voz) no sale ni en chicles o cajetillas de cigarros gracias al talento de Creel, Poire y... Mouriño. Tan mal está el frankenstein electoral que hace parecer al otro, el del chisguete fiscal, en un prodigio de recaudación sexenal.
No, my friend, estos disfuncionales improvisados no dan una... ¡Una!