Cambios en el gabinete, por desgaste prematuro del gabinete presidencial: Camilo Valenzuela
Dossier Político
Los cambios en las secretarías de Gobernación (SEGOB) y de Desarrollo Social (SEDESOL) obedecen al desgaste intenso y acelerado que están sufriendo el gobierno de quien ejerce la presidencia de la República y los integrantes del grupo dominante, ante el cúmulo de medidas contrarias al interés nacional y social que están derivando en protestas y encono.
Así lo consideró Camilo Valenzuela, presidente del Consejo Nacional y precandidato a la presidencia nacional del PRD, al comentar la designación de Juan Camilo Mouriño y Ernesto Cordero, respectivamente, en esas dependencias.
En su opinión, a un año de iniciado el presente gobierno, las dos piezas clave del gabinete: la operación de la política interna y la operación de la política social, han acumulado una serie de desaciertos que obligan a realizar cambios.
Es bien sabido, indicó, que todo cambio en el gobierno implica un reacomodo de fuerzas de poder y, es evidente, que se busca dar cohesión al gabinete y las piezas políticas que lo integran y forman parte del grupo de quien está al frente del Poder Ejecutivo.
Los nombramientos en Gobernación y Desarrollo Social (Mouriño y Cordero) secretarías clave, son promociones para dos personajes integrantes del equipo duro enquistado en el gobierno. Pero es evidente, precisó Camilo Valenzuela, que este ajuste en el gabinete no significa posibilidad alguna de cambio en la agresiva política económica y social ni en el regresivo proceso autoritario que se impone y expresa con el peso creciente de los cuerpos policíacos y militares del Estado con el pretexto de combatir al narcotráfico y el crimen organizado.
Por lo anterior, el Frente Nacional Contra la Represión continuará con las protestas públicas para denunciar la violación a los derechos humanos, igual que el denominado Diálogo Nacional, que prepara tres eventos masivos: 18 de enero, contra la Ley del ISSSTE; 31 de enero, por la renegociación del TL en materia agropecuaria; y 18 de marzo, rechazo a la pretensión de privatizar el petróleo.
Los cambios en las secretarías de Gobernación (SEGOB) y de Desarrollo Social (SEDESOL) obedecen al desgaste intenso y acelerado que están sufriendo el gobierno de quien ejerce la presidencia de la República y los integrantes del grupo dominante, ante el cúmulo de medidas contrarias al interés nacional y social que están derivando en protestas y encono.
Así lo consideró Camilo Valenzuela, presidente del Consejo Nacional y precandidato a la presidencia nacional del PRD, al comentar la designación de Juan Camilo Mouriño y Ernesto Cordero, respectivamente, en esas dependencias.
En su opinión, a un año de iniciado el presente gobierno, las dos piezas clave del gabinete: la operación de la política interna y la operación de la política social, han acumulado una serie de desaciertos que obligan a realizar cambios.
Es bien sabido, indicó, que todo cambio en el gobierno implica un reacomodo de fuerzas de poder y, es evidente, que se busca dar cohesión al gabinete y las piezas políticas que lo integran y forman parte del grupo de quien está al frente del Poder Ejecutivo.
Los nombramientos en Gobernación y Desarrollo Social (Mouriño y Cordero) secretarías clave, son promociones para dos personajes integrantes del equipo duro enquistado en el gobierno. Pero es evidente, precisó Camilo Valenzuela, que este ajuste en el gabinete no significa posibilidad alguna de cambio en la agresiva política económica y social ni en el regresivo proceso autoritario que se impone y expresa con el peso creciente de los cuerpos policíacos y militares del Estado con el pretexto de combatir al narcotráfico y el crimen organizado.
Por lo anterior, el Frente Nacional Contra la Represión continuará con las protestas públicas para denunciar la violación a los derechos humanos, igual que el denominado Diálogo Nacional, que prepara tres eventos masivos: 18 de enero, contra la Ley del ISSSTE; 31 de enero, por la renegociación del TL en materia agropecuaria; y 18 de marzo, rechazo a la pretensión de privatizar el petróleo.