La crisis del PAN
Dossier
La elección del nuevo dirigente nacional del Partido Acción Nacional, Germán Martínez, que es calificada por con sorna por algunos como sucesión, pues no hubo en realidad competencia electoral para elegirlo, mostró a un PAN dividido hasta la confrontacioón, y sumido en una crisis interna de la que no acierta a salir, que lo ha llevado a una serie de derrotas electorales durante el año 2007, y que ha causado desánimo y confusión entre sus filas.
El año pasado, el PAN ganó una sola gubernatura en las que estuvieron en disputa: Baja California, donde se vio en aprietos ante un candidato ciertamente poderoso en lo económico, como Jorge Hank, pero terriblemente débil en lo político, tanto por su criticada trayectoria personal como por su enorme falta de habilidad política. Su candidato, José Guadalupe Osuma fue un candidato mediano, con una trayectoria política reducida, que obtuvo la votación mayoritaria, más por rechazo a Hank y al PRI, que por reconocimiento a sus dotes políticas.
En la contienda por las gubernaturas de Yuctán y Michoacán, los candidatos del PAN, perdieron. La derrota más dolorosa fue la de Yucatán, que era gobernada por un connotado panista, Patricio Patrón Laviada, quien finalmente, después de haber derrotado al PRI por primera vez en la historia del estado, se convirtió, al final de su gobierno, en un factor que contribuyó de manera importante a la derrota del PAN, pues amplios sectores de la sociedad observaron y criticaron como algunos funcionarios de su gobierno cayeron en actos de corrupción.
Por otra parte, la lucha por la presidencia nacional del PAN, se convirtió en una abierta y pública lucha de Manuel Espino contra el grupo político de Felipe Calderón, sobre todo, en contra de Camilo Mouriño, César Nava, Gerán Martínez, orge Manzanera, entre otros, a quienes acusó constantemente, y en público, de utilizar el poder de la Presidencia de la República, para tratar de favorecer candidatos, ofrecer dádivas a cambio de lealtades, y de realizar tareas paralelas, y en ocasiones, contrapuestas, a la dirección nacional del PAN, en elecciones estatales.
El espectáculo que dio Espino fue el de un PAN profundamente confrontado al interior y desanimado al exterior. Muchos son los panistas que han señalado la falta de mística política de algunos panistas, a quienes que más les interesó las posiciones administrativas y los recursos que llevan aparejados. En buena medida, tales señalamientos, de los propios panistas, son resultado del descontento ante la actuación de muchos panistas que llegar a ocupar posiciones de elección y que, en lugar de realizar un mayor trabajo político, con miras a la construcción de una mayor base electoral, se constituyeron en camarillas cerradas y excluyentes, con miras a heredarse el poder y los presupuestos públicos. En Sonora, varios panistaas lo señalaron, entre ellos, Oscar Ochoa Patrón.
Lamentable que el PAN ya no cuente con destacados intelectuales y decididos e inteligentes organizadores, como los tuvieron en otros años y décadas. La última figura de talla sobresaliente que ha tenido el PAN fue Carlos Castillo Peraza. Posteriormente, no son conocidas figuras de talla parecida en el PAN. Calderón, Nava, Martínez, son jóvenes que se formaron intelecetual y políticamente al lado de Casdtillo Peraza. Proximamente, observaremos si son capaces de impulsar al PAN, hacia una práctica política más ética, comprometida y preparada, como lo hizo en otros tiempos y por lo que fue reconocido como el partido democrático de México, por excelencia.
La elección del nuevo dirigente nacional del Partido Acción Nacional, Germán Martínez, que es calificada por con sorna por algunos como sucesión, pues no hubo en realidad competencia electoral para elegirlo, mostró a un PAN dividido hasta la confrontacioón, y sumido en una crisis interna de la que no acierta a salir, que lo ha llevado a una serie de derrotas electorales durante el año 2007, y que ha causado desánimo y confusión entre sus filas.
El año pasado, el PAN ganó una sola gubernatura en las que estuvieron en disputa: Baja California, donde se vio en aprietos ante un candidato ciertamente poderoso en lo económico, como Jorge Hank, pero terriblemente débil en lo político, tanto por su criticada trayectoria personal como por su enorme falta de habilidad política. Su candidato, José Guadalupe Osuma fue un candidato mediano, con una trayectoria política reducida, que obtuvo la votación mayoritaria, más por rechazo a Hank y al PRI, que por reconocimiento a sus dotes políticas.
En la contienda por las gubernaturas de Yuctán y Michoacán, los candidatos del PAN, perdieron. La derrota más dolorosa fue la de Yucatán, que era gobernada por un connotado panista, Patricio Patrón Laviada, quien finalmente, después de haber derrotado al PRI por primera vez en la historia del estado, se convirtió, al final de su gobierno, en un factor que contribuyó de manera importante a la derrota del PAN, pues amplios sectores de la sociedad observaron y criticaron como algunos funcionarios de su gobierno cayeron en actos de corrupción.
Por otra parte, la lucha por la presidencia nacional del PAN, se convirtió en una abierta y pública lucha de Manuel Espino contra el grupo político de Felipe Calderón, sobre todo, en contra de Camilo Mouriño, César Nava, Gerán Martínez, orge Manzanera, entre otros, a quienes acusó constantemente, y en público, de utilizar el poder de la Presidencia de la República, para tratar de favorecer candidatos, ofrecer dádivas a cambio de lealtades, y de realizar tareas paralelas, y en ocasiones, contrapuestas, a la dirección nacional del PAN, en elecciones estatales.
El espectáculo que dio Espino fue el de un PAN profundamente confrontado al interior y desanimado al exterior. Muchos son los panistas que han señalado la falta de mística política de algunos panistas, a quienes que más les interesó las posiciones administrativas y los recursos que llevan aparejados. En buena medida, tales señalamientos, de los propios panistas, son resultado del descontento ante la actuación de muchos panistas que llegar a ocupar posiciones de elección y que, en lugar de realizar un mayor trabajo político, con miras a la construcción de una mayor base electoral, se constituyeron en camarillas cerradas y excluyentes, con miras a heredarse el poder y los presupuestos públicos. En Sonora, varios panistaas lo señalaron, entre ellos, Oscar Ochoa Patrón.
Lamentable que el PAN ya no cuente con destacados intelectuales y decididos e inteligentes organizadores, como los tuvieron en otros años y décadas. La última figura de talla sobresaliente que ha tenido el PAN fue Carlos Castillo Peraza. Posteriormente, no son conocidas figuras de talla parecida en el PAN. Calderón, Nava, Martínez, son jóvenes que se formaron intelecetual y políticamente al lado de Casdtillo Peraza. Proximamente, observaremos si son capaces de impulsar al PAN, hacia una práctica política más ética, comprometida y preparada, como lo hizo en otros tiempos y por lo que fue reconocido como el partido democrático de México, por excelencia.