SAHAGÚN: "EL QUE ES BUEY, HASTA LA COYUNTA…"
Índice Político
POBRE NUEVA RICA. Marta Sahagún no escapa de la mediocridad de la clasemediera venida a más. Ahora tiene dinero, mucho dinero. Joyas. Está "viajada" y va por el mundo en aviones privados. Luce ropas caras. Vive en un palacete rural. Calza Manolo Blahnik. Se hospeda en suites presidenciales. Pero lo mentalmente clasemediera la delata.
Queda en evidencia la todavía actual esposa de Vicente Fox, no sólo por los "horrores" ortográficos y sintácticos de su más reciente misiva al periodista Jorge Ramos, quien en El Universal de este lunes dio a conocer las miserias con las que la zamorana llegó a Los Pinos y las riquezas con las que salió "forrada", también por su clasemediera y chocante expresión "familia acomodada" y, peor aún, por su declaración patrimonial en la que sus joyas e implementos agrícolas quedaron ubicadas bajo un solo rubro en el que se totalizan poco más de 800 mil pesos.
Debe guardar los collares y anillos en el establo. Y la coyunda en el alhajero. Clásico.
En su carta al diarista, Sahagún lo reta a informar "con precisión y mucha más verdad" (jejeje), cual si la verdad tuviese gradaciones.
Típico de las "familias acomodadas", cuya escolarización no es su fuerte. Dicen expertos que "alguien proveniente de familia desestructurada puede conseguir buenos itinerarios en formación escolar; al contrario, alguien proveniente de familia acomodada puede describir escolarizaciones de conflicto y rechazo. Este aspecto queda muy claro en la búsqueda empírica sobre el éxito y el fracaso escolar según el origen social; un hecho conocido, aunque no pocas veces considerado por la sociología de la educación (J. Casal y otros, Èxit i fracàs escolar a Catalunya, Barcelona, Fundación Jaume Bofill, 1993). Sahagún, recuérdese, "estudió" hasta la secundaria en una escuela "patito". En Dublín, Irlanda, eso sí.
Ahora que, con eso de las joyas, "la señora Marta" –cual ruralmente la llama su marido en turno— es toda una joyita. Habitués de Los Pinos en el sexenio anterior, cuentan como a la señora le gustaba presumir las finas piedras, las delicadas monturas de metales preciosos. Y que en el colmo del mal gusto, hasta daba precios y nombres de quienes le obsequiaban los adornos salidos de las orfebrerías de Cartier, Bvlgari, Boucheron.
"Este me lo dio Olegario"… y señalaba un collar que sólo los really wealthy pueden adquirir. "Este me lo dio mi general Clemente, el de la Defensa"… y mostraba tamaña y pesada medallota con el más alto kilataje en oro, al más puro y exquisito estilo art nacó. "Este reloj me lo regaló… y cuesta como 45 mil dólares" Y así, todos los días.
Marta Sahagún, pues, no escapa de su origen clasemediero.
Y es que reza bien el refrán: "Aunque la mona se vista de seda…"
O ese otro –las joyas y los implementos agrícolas en un mismo rubro—que la define mejor aún: "El que es buey, hasta la coyunda lambe".
¿A poco no?
POBRE NUEVA RICA. Marta Sahagún no escapa de la mediocridad de la clasemediera venida a más. Ahora tiene dinero, mucho dinero. Joyas. Está "viajada" y va por el mundo en aviones privados. Luce ropas caras. Vive en un palacete rural. Calza Manolo Blahnik. Se hospeda en suites presidenciales. Pero lo mentalmente clasemediera la delata.
Queda en evidencia la todavía actual esposa de Vicente Fox, no sólo por los "horrores" ortográficos y sintácticos de su más reciente misiva al periodista Jorge Ramos, quien en El Universal de este lunes dio a conocer las miserias con las que la zamorana llegó a Los Pinos y las riquezas con las que salió "forrada", también por su clasemediera y chocante expresión "familia acomodada" y, peor aún, por su declaración patrimonial en la que sus joyas e implementos agrícolas quedaron ubicadas bajo un solo rubro en el que se totalizan poco más de 800 mil pesos.
Debe guardar los collares y anillos en el establo. Y la coyunda en el alhajero. Clásico.
En su carta al diarista, Sahagún lo reta a informar "con precisión y mucha más verdad" (jejeje), cual si la verdad tuviese gradaciones.
Típico de las "familias acomodadas", cuya escolarización no es su fuerte. Dicen expertos que "alguien proveniente de familia desestructurada puede conseguir buenos itinerarios en formación escolar; al contrario, alguien proveniente de familia acomodada puede describir escolarizaciones de conflicto y rechazo. Este aspecto queda muy claro en la búsqueda empírica sobre el éxito y el fracaso escolar según el origen social; un hecho conocido, aunque no pocas veces considerado por la sociología de la educación (J. Casal y otros, Èxit i fracàs escolar a Catalunya, Barcelona, Fundación Jaume Bofill, 1993). Sahagún, recuérdese, "estudió" hasta la secundaria en una escuela "patito". En Dublín, Irlanda, eso sí.
Ahora que, con eso de las joyas, "la señora Marta" –cual ruralmente la llama su marido en turno— es toda una joyita. Habitués de Los Pinos en el sexenio anterior, cuentan como a la señora le gustaba presumir las finas piedras, las delicadas monturas de metales preciosos. Y que en el colmo del mal gusto, hasta daba precios y nombres de quienes le obsequiaban los adornos salidos de las orfebrerías de Cartier, Bvlgari, Boucheron.
"Este me lo dio Olegario"… y señalaba un collar que sólo los really wealthy pueden adquirir. "Este me lo dio mi general Clemente, el de la Defensa"… y mostraba tamaña y pesada medallota con el más alto kilataje en oro, al más puro y exquisito estilo art nacó. "Este reloj me lo regaló… y cuesta como 45 mil dólares" Y así, todos los días.
Marta Sahagún, pues, no escapa de su origen clasemediero.
Y es que reza bien el refrán: "Aunque la mona se vista de seda…"
O ese otro –las joyas y los implementos agrícolas en un mismo rubro—que la define mejor aún: "El que es buey, hasta la coyunda lambe".
¿A poco no?