Giro de 180 grados sólo para favorecidos
México SA
Carísimo le sale al país el “antipopulismo” del inquilino de Los Pinos, porque en su primer año de estancia en la residencia oficial ha condonado impuestos, cancelado créditos fiscales, otorgado subsidios a ciertos alimentos, congelado “actualizaciones” (léase aumentos) de tarifas eléctricas hasta el próximo año, reducido las mismas sólo para el sector empresarial (en campaña lo prometió para los mexicanos de a pie), anticipa recursos a los estados y así por el estilo, de tal suerte que si mantiene el paso se comerá los ingresos provenientes de la “reforma” fiscal recientemente aprobada por el Congreso.
Ni así puede contener la caída en los índices de aprobación ciudadana que reportan las encuestas, pero mientras alguien toma nota de esta situación, ayer el michoacano pintó una raya más al tigre: “quiero antes de finalizar y proceder a dar el banderazo al Operativo Guadalupe-Reyes, el Operativo de Seguridad de esta Temporada Vacacional 2007, instruir aquí al secretario de Comunicaciones y Transportes y al director de Caminos y Puentes Federales para que en coordinación con la Secretaría de Hacienda me presenten a la brevedad un esquema por el que podamos reducir sustancialmente el costo de las casetas en las autopistas federales, cuando menos en las que son más caras y salen del promedio general. Por lo menos para estas vacaciones ojalá podamos, antes de que la gente salga merecidamente a descansar, ojalá podamos ofrecerles un descuento en las casetas, por lo menos en las casetas más elevadas en su costo en el país”.
Los vacacionistas que utilicen las carreteras de cuota estarán felices por tal anuncio (siempre y cuando se concrete), pero resulta que el propio gobierno de la “continuidad”, vía Luis Téllez (uno de los ayer aludidos por el inquilino de Los Pinos) recién anunció con bombo y platillo que el pavoroso pasivo del Farac (el “rescate” carretero zedillista y foxista cuyo monto se aproxima a 180 mil millones de pesos) prácticamente sería borrado de la deuda nacional, porque se utilizarían las cuotas carreteras para tal fin.
La “antipopulista” decisión de reducir las tarifas eléctricas a los sectores industrial, comercial y de servicios tendrá un costo cercano a 7 mil millones de pesos en 2008, de acuerdo con las propias estimaciones gubernamentales, pero hasta el momento no se conoce cuánto dejará de percibir el erario por el anuncio hecho ayer por el inquilino de Los Pinos, animado por el inicio del Lupe-Reyes, independientemente de los mil 500 millones que del erario salieron para “rehabilitar” la Autopista del Sol.
Recuerdo una perla de los dorados tiempos de campaña electoral, en los que Felipe Calderón se expresaba así sobre las “medidas populistas” de reducir el precio de los energéticos: en marzo de 2006 aseguraba que ante esa propuesta “lo que hay que hacer es denunciar la falacia, y eso es lo que voy a hacer; no tiene sustento, no hay manera con qué pagar eso; es decir, él (el de apodo de pez), por ejemplo, está planteando una vuelta a la política de endeudamiento del gobierno, que ya sabemos en qué termina... Ya México, en nombre de los pobres empobreció, a través de gobernantes irresponsables, a la mitad de la población. Y eso es lo que pasaría si se llevaran adelante esas propuestas... La gente tiene que saber que la alternativa para salir adelante no es a partir de un capricho de un gobernante... No se trata de bajarlo por capricho del Presidente... La trampa, la salida falsa, es decir que se van a bajar los energéticos por decreto del gobierno; no se trata de sacarle a la gente de una bolsa para metérsela en la otra”. Pero en junio del mismo año dio un giro de 180 grados: “les vamos a pagar la mitad de sus recibos de luz y gas... con posibilidad de llegar a 100 por ciento en ambos casos”. Esa promesa se las hizo a los mexicanos de a pie, pero ya en Los Pinos la reducción de tarifas se concretó sólo a favor de los sectores industrial, comercial y de servicios.
Ahora, por cortesía de quien aseguraba que el populismo “es una falacia” y que “los demagogos se centran en la expansión del gasto más allá de la capacidad de crecimiento”, los vacacionistas que utilicen las carreteras de cuota tal vez se ahorren algunos pesos, pero siempre en el entendido que gobierno y empresarios ya tendieron la cama para lo que viene: el gasolinazo a partir del primer día de 2008, con la consecuente escalada (segunda por el mismo motivo) de precios y tarifas, cuotas carreteras incluidas.
Lo único bueno de todo esto es que según el inquilino de Los Pinos otro era “el populista” y el “peligro para México”.
Las rebanadas del pastel
De la lectoría que, sin eufemismos, corre el riesgo de explotar: “en los últimos años se han producido desniveles de terreno en avenidas y calles por las que corren ductos de Pemex, al oriente de la delegación Iztapalapa, en específico en la avenida Plan de Ayala de los Ejidos de Santa María Aztahuacán y su continuación, calle Siete de la Colonia Santa Cruz Meyehualco. Ante esta situación, desde 2005 hemos presentado escritos ante diferentes instancias oficiales locales (Protección Civil en Iztapalapa) y federales (Comisión Reguladora de Energía, Secretaría de Energía), así como ante la propia empresa concesionaria (Gas Natural México), no sólo para recabar información sobre el estado que guardan los ductos, sino para informarles sobre las anomalías y deficiencias detectadas por los vecinos en las señalizaciones y otras instalaciones superficiales, sin que a la fecha las instancias señaladas hayan mostrado interés o dado respuesta satisfactoria a esta inquietud. Desde la instalación del ducto no hemos visto a persona o instancia inspeccionar o monitorear la red, ni revisar el estado de las señalizaciones y demás instalaciones superficiales. Por el peligro latente que representa tener un ducto de gas a alta presión en la puerta de nuestros hogares, vecinos del oriente de Iztapalapa solicitamos sea modificada la ruta por la que corren actualmente los ductos en cuestión”
Carísimo le sale al país el “antipopulismo” del inquilino de Los Pinos, porque en su primer año de estancia en la residencia oficial ha condonado impuestos, cancelado créditos fiscales, otorgado subsidios a ciertos alimentos, congelado “actualizaciones” (léase aumentos) de tarifas eléctricas hasta el próximo año, reducido las mismas sólo para el sector empresarial (en campaña lo prometió para los mexicanos de a pie), anticipa recursos a los estados y así por el estilo, de tal suerte que si mantiene el paso se comerá los ingresos provenientes de la “reforma” fiscal recientemente aprobada por el Congreso.
Ni así puede contener la caída en los índices de aprobación ciudadana que reportan las encuestas, pero mientras alguien toma nota de esta situación, ayer el michoacano pintó una raya más al tigre: “quiero antes de finalizar y proceder a dar el banderazo al Operativo Guadalupe-Reyes, el Operativo de Seguridad de esta Temporada Vacacional 2007, instruir aquí al secretario de Comunicaciones y Transportes y al director de Caminos y Puentes Federales para que en coordinación con la Secretaría de Hacienda me presenten a la brevedad un esquema por el que podamos reducir sustancialmente el costo de las casetas en las autopistas federales, cuando menos en las que son más caras y salen del promedio general. Por lo menos para estas vacaciones ojalá podamos, antes de que la gente salga merecidamente a descansar, ojalá podamos ofrecerles un descuento en las casetas, por lo menos en las casetas más elevadas en su costo en el país”.
Los vacacionistas que utilicen las carreteras de cuota estarán felices por tal anuncio (siempre y cuando se concrete), pero resulta que el propio gobierno de la “continuidad”, vía Luis Téllez (uno de los ayer aludidos por el inquilino de Los Pinos) recién anunció con bombo y platillo que el pavoroso pasivo del Farac (el “rescate” carretero zedillista y foxista cuyo monto se aproxima a 180 mil millones de pesos) prácticamente sería borrado de la deuda nacional, porque se utilizarían las cuotas carreteras para tal fin.
La “antipopulista” decisión de reducir las tarifas eléctricas a los sectores industrial, comercial y de servicios tendrá un costo cercano a 7 mil millones de pesos en 2008, de acuerdo con las propias estimaciones gubernamentales, pero hasta el momento no se conoce cuánto dejará de percibir el erario por el anuncio hecho ayer por el inquilino de Los Pinos, animado por el inicio del Lupe-Reyes, independientemente de los mil 500 millones que del erario salieron para “rehabilitar” la Autopista del Sol.
Recuerdo una perla de los dorados tiempos de campaña electoral, en los que Felipe Calderón se expresaba así sobre las “medidas populistas” de reducir el precio de los energéticos: en marzo de 2006 aseguraba que ante esa propuesta “lo que hay que hacer es denunciar la falacia, y eso es lo que voy a hacer; no tiene sustento, no hay manera con qué pagar eso; es decir, él (el de apodo de pez), por ejemplo, está planteando una vuelta a la política de endeudamiento del gobierno, que ya sabemos en qué termina... Ya México, en nombre de los pobres empobreció, a través de gobernantes irresponsables, a la mitad de la población. Y eso es lo que pasaría si se llevaran adelante esas propuestas... La gente tiene que saber que la alternativa para salir adelante no es a partir de un capricho de un gobernante... No se trata de bajarlo por capricho del Presidente... La trampa, la salida falsa, es decir que se van a bajar los energéticos por decreto del gobierno; no se trata de sacarle a la gente de una bolsa para metérsela en la otra”. Pero en junio del mismo año dio un giro de 180 grados: “les vamos a pagar la mitad de sus recibos de luz y gas... con posibilidad de llegar a 100 por ciento en ambos casos”. Esa promesa se las hizo a los mexicanos de a pie, pero ya en Los Pinos la reducción de tarifas se concretó sólo a favor de los sectores industrial, comercial y de servicios.
Ahora, por cortesía de quien aseguraba que el populismo “es una falacia” y que “los demagogos se centran en la expansión del gasto más allá de la capacidad de crecimiento”, los vacacionistas que utilicen las carreteras de cuota tal vez se ahorren algunos pesos, pero siempre en el entendido que gobierno y empresarios ya tendieron la cama para lo que viene: el gasolinazo a partir del primer día de 2008, con la consecuente escalada (segunda por el mismo motivo) de precios y tarifas, cuotas carreteras incluidas.
Lo único bueno de todo esto es que según el inquilino de Los Pinos otro era “el populista” y el “peligro para México”.
Las rebanadas del pastel
De la lectoría que, sin eufemismos, corre el riesgo de explotar: “en los últimos años se han producido desniveles de terreno en avenidas y calles por las que corren ductos de Pemex, al oriente de la delegación Iztapalapa, en específico en la avenida Plan de Ayala de los Ejidos de Santa María Aztahuacán y su continuación, calle Siete de la Colonia Santa Cruz Meyehualco. Ante esta situación, desde 2005 hemos presentado escritos ante diferentes instancias oficiales locales (Protección Civil en Iztapalapa) y federales (Comisión Reguladora de Energía, Secretaría de Energía), así como ante la propia empresa concesionaria (Gas Natural México), no sólo para recabar información sobre el estado que guardan los ductos, sino para informarles sobre las anomalías y deficiencias detectadas por los vecinos en las señalizaciones y otras instalaciones superficiales, sin que a la fecha las instancias señaladas hayan mostrado interés o dado respuesta satisfactoria a esta inquietud. Desde la instalación del ducto no hemos visto a persona o instancia inspeccionar o monitorear la red, ni revisar el estado de las señalizaciones y demás instalaciones superficiales. Por el peligro latente que representa tener un ducto de gas a alta presión en la puerta de nuestros hogares, vecinos del oriente de Iztapalapa solicitamos sea modificada la ruta por la que corren actualmente los ductos en cuestión”