El Usurpador Abandera La Corrupción
Indice Político
AHORA CON CHAQUETA de policía federal, el señor Felipe Calderón dio hace dos días el banderazo de salida a uno de los más grandes actos de corrupción de lo que va de su Administración: la adquisición, por misteriosa adjudicación directa, de casi 2 mil 500 nuevas patrullas, por lo que seguramente "alguien" de la Secretaría de Seguridad Pública aún a cargo de Genaro (¿Pérez Rocha?) García Luna.
Adquiridas al estilo de la casa, con sobreprecios inimaginables (ver el Índice Político del 27/11/2007), el equipamiento de estos vehículos es otro filón de oro para la permanente corrupción. Lo peor es que, para no variar, ya está provocando problemas con empresas extranjeras que aún no salen de su azoro, por la venalidad que los mexicanos sí conocemos corroe a nuestros "servidores" públicos (jejeje).
Los equipos de radio, por ejemplo, cuyas frecuencias y tecnologías tienen problemas serios, fueron adquiridos en 2006 a 4 mil 500 dólares. El precio de lo pagado en 2007 es un misterio insondable aún para el mismísimo Instituto Federal de Acceso a la Información.
Por tal es que muchos proveedores ya preparan denuncias no sólo aquí, también en los Estados Unidos.
Otro caso es el de las cámaras de video que cada una de las patrullas lleva o llevará instaladas. También compradas sin licitación, por adjudicación directa, también ha adquirido reacciones de escándalo aquí y en el vecino país del norte, donde de lo menos de lo que se habla es de dumping.
En 2006 compraron cámaras al mismo precio que en 2007: 4 mil dólares cada una, pero las imágenes ¡se graban en una video casetera VHS! La más pura obsolescencia.
Y estamos hablando de 55 millones 845 pesos "invertidos" en cámaras. Todo para que dichos equipos se entreguen hasta abril de 2008, lo que seguro desconoce el señor Calderón, quien el martes dio el banderazo de salida a este gran escándalo de corrupción.
Escándalo que, como las ventas de las tiendas departamentales, ya es conocido cual "la tradicional tranza anual".
Muchos, habrá que aceptarlo, han creído en las palabras del señor Calderón. Que se acabaría la corrupción…
"Yo quiero –ha dicho hace poco el ocupante de Los Pinos-- que establezcamos un compromiso ustedes y yo, amigas y amigos, un compromiso que va a quedar al honor y a la palabra, pero también, desde luego, a la ley y a la obligación de todos.
"Son muchos recursos, pero sabemos que para un país con la pobreza y la marginación que tiene México siempre, siempre serán recursos insuficientes.
"Por eso es importante que cada peso que se presupueste se gaste bien, se gaste sin corrupción y se gaste sin trampas.
"De mi parte sé que el compromiso es que funcionario que meta la mano a la caja en los programas públicos tendrá que ser castigado y llevado a la cárcel…" bla, bla, bla.
Hace dos días, pues, dio el banderazo de salida o bendición, si usted quiere, a uno de los mayores actos de corrupción de su incipiente sexenio.
And the beat goes on…
AHORA CON CHAQUETA de policía federal, el señor Felipe Calderón dio hace dos días el banderazo de salida a uno de los más grandes actos de corrupción de lo que va de su Administración: la adquisición, por misteriosa adjudicación directa, de casi 2 mil 500 nuevas patrullas, por lo que seguramente "alguien" de la Secretaría de Seguridad Pública aún a cargo de Genaro (¿Pérez Rocha?) García Luna.
Adquiridas al estilo de la casa, con sobreprecios inimaginables (ver el Índice Político del 27/11/2007), el equipamiento de estos vehículos es otro filón de oro para la permanente corrupción. Lo peor es que, para no variar, ya está provocando problemas con empresas extranjeras que aún no salen de su azoro, por la venalidad que los mexicanos sí conocemos corroe a nuestros "servidores" públicos (jejeje).
Los equipos de radio, por ejemplo, cuyas frecuencias y tecnologías tienen problemas serios, fueron adquiridos en 2006 a 4 mil 500 dólares. El precio de lo pagado en 2007 es un misterio insondable aún para el mismísimo Instituto Federal de Acceso a la Información.
Por tal es que muchos proveedores ya preparan denuncias no sólo aquí, también en los Estados Unidos.
Otro caso es el de las cámaras de video que cada una de las patrullas lleva o llevará instaladas. También compradas sin licitación, por adjudicación directa, también ha adquirido reacciones de escándalo aquí y en el vecino país del norte, donde de lo menos de lo que se habla es de dumping.
En 2006 compraron cámaras al mismo precio que en 2007: 4 mil dólares cada una, pero las imágenes ¡se graban en una video casetera VHS! La más pura obsolescencia.
Y estamos hablando de 55 millones 845 pesos "invertidos" en cámaras. Todo para que dichos equipos se entreguen hasta abril de 2008, lo que seguro desconoce el señor Calderón, quien el martes dio el banderazo de salida a este gran escándalo de corrupción.
Escándalo que, como las ventas de las tiendas departamentales, ya es conocido cual "la tradicional tranza anual".
Muchos, habrá que aceptarlo, han creído en las palabras del señor Calderón. Que se acabaría la corrupción…
"Yo quiero –ha dicho hace poco el ocupante de Los Pinos-- que establezcamos un compromiso ustedes y yo, amigas y amigos, un compromiso que va a quedar al honor y a la palabra, pero también, desde luego, a la ley y a la obligación de todos.
"Son muchos recursos, pero sabemos que para un país con la pobreza y la marginación que tiene México siempre, siempre serán recursos insuficientes.
"Por eso es importante que cada peso que se presupueste se gaste bien, se gaste sin corrupción y se gaste sin trampas.
"De mi parte sé que el compromiso es que funcionario que meta la mano a la caja en los programas públicos tendrá que ser castigado y llevado a la cárcel…" bla, bla, bla.
Hace dos días, pues, dio el banderazo de salida o bendición, si usted quiere, a uno de los mayores actos de corrupción de su incipiente sexenio.
And the beat goes on…