Mensaje Público del PRI al PELELE
Alvaro Cepeda Neri
miércoles, 24 de octubre de 2007
En aproximadamente 30 cuartillas (ignoro la cantidad de "golpes" o caracteres de computadora), se ha publicado lo que podría llamarse a medias un Manifiesto a la Nación y la otra mitad una carta abierta al señor Calderón. Está redactado el documento que, como el de la Reforma del Estado, apenas si se publicó en un periódico, cuando lo políticamente inteligente es difundirlo lo más masivamente posible, para que no sea un menaje intracupular. No se trata de un intercambio entre las élites, pues son cuestiones que le atañen directamente al pueblo o, para decirlo más exquisitamente, le concierne también a la sociedad civil.
Está demasiado largo porque, a decir verdad, es muy completo al abordar los problemas fundamentales del país y sus propuestas de soluciones.
Lo suscriben Beatriz Paredes (a quien dicho sea de paso hemos visto muy apagada, con desgano) Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRI; Manlio Fabio Beltrones Rivera, la estrella en ascenso, negociador habilísimo y uno de los cerebros políticos de la Reforma del Estado, quien firma como Coordinador del Grupo Parlamentario (en nuestras instituciones legislativas todavía no hay parlamento) del PRI en el Senado de la República. Y por Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los diputados priístas.
Está bien redactado. Sus autores y quienes lo revisaron: Paredes, Beltrones y Gamboa, le pusieron atención sobrada. Porque, los llamados Compromisos, que son cuatro en total y que desglosados ocupan las tres cuartas partes del escrito y donde "le proponemos Ciudadano Presidente, suscribir compromisos en lo fundamental, a fin (debe decir: con la finalidad) de dar a los mexicanos un rumbo cierto en el corto y mediano plazos".
Fallecidos, marginados y hasta expulsados los peores elementos del viejo PRI, no hay duda de que en el aprendizaje de haber perdido la Presidencia de la República, derrotado en varios otros cargos de representación y convertirse, de la noche a la mañana, en oposición, le está permitiendo al Revolucionario Institucional, creado en 1946, como dice al pie de su logotipo, estar en plena "Reconstrucción". Y como, además, es el pivote entre el PRD y el PAN (partido bisagra lo llaman en los análisis de los partidos) le ha permitido venir de atrás para adelante.
En una de esas el PRI, si remonta las elecciones intermedias del 2009, y por primera vez en su historia, puede doblar la página y colocarse, reposicionado, como el partido a disputar la sucesión calderonista con un amplísimo margen de posibilidades para obtener, también por primera vez, por elección el cargo presidencial. Llevan buen paso. Y es que tienen una cabeza política, que está mirando, no para el pasado ni para el futuro incierto, sino para el presente, organizando y conduciendo a los priístas, por el camino de la renovación. Esa cabeza política es el sonorense Manlio Fabio Beltrones, el coordinador y eficaz negociador de la en marcha Reforma del Estado.
miércoles, 24 de octubre de 2007
En aproximadamente 30 cuartillas (ignoro la cantidad de "golpes" o caracteres de computadora), se ha publicado lo que podría llamarse a medias un Manifiesto a la Nación y la otra mitad una carta abierta al señor Calderón. Está redactado el documento que, como el de la Reforma del Estado, apenas si se publicó en un periódico, cuando lo políticamente inteligente es difundirlo lo más masivamente posible, para que no sea un menaje intracupular. No se trata de un intercambio entre las élites, pues son cuestiones que le atañen directamente al pueblo o, para decirlo más exquisitamente, le concierne también a la sociedad civil.
Está demasiado largo porque, a decir verdad, es muy completo al abordar los problemas fundamentales del país y sus propuestas de soluciones.
Lo suscriben Beatriz Paredes (a quien dicho sea de paso hemos visto muy apagada, con desgano) Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRI; Manlio Fabio Beltrones Rivera, la estrella en ascenso, negociador habilísimo y uno de los cerebros políticos de la Reforma del Estado, quien firma como Coordinador del Grupo Parlamentario (en nuestras instituciones legislativas todavía no hay parlamento) del PRI en el Senado de la República. Y por Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los diputados priístas.
Está bien redactado. Sus autores y quienes lo revisaron: Paredes, Beltrones y Gamboa, le pusieron atención sobrada. Porque, los llamados Compromisos, que son cuatro en total y que desglosados ocupan las tres cuartas partes del escrito y donde "le proponemos Ciudadano Presidente, suscribir compromisos en lo fundamental, a fin (debe decir: con la finalidad) de dar a los mexicanos un rumbo cierto en el corto y mediano plazos".
Fallecidos, marginados y hasta expulsados los peores elementos del viejo PRI, no hay duda de que en el aprendizaje de haber perdido la Presidencia de la República, derrotado en varios otros cargos de representación y convertirse, de la noche a la mañana, en oposición, le está permitiendo al Revolucionario Institucional, creado en 1946, como dice al pie de su logotipo, estar en plena "Reconstrucción". Y como, además, es el pivote entre el PRD y el PAN (partido bisagra lo llaman en los análisis de los partidos) le ha permitido venir de atrás para adelante.
En una de esas el PRI, si remonta las elecciones intermedias del 2009, y por primera vez en su historia, puede doblar la página y colocarse, reposicionado, como el partido a disputar la sucesión calderonista con un amplísimo margen de posibilidades para obtener, también por primera vez, por elección el cargo presidencial. Llevan buen paso. Y es que tienen una cabeza política, que está mirando, no para el pasado ni para el futuro incierto, sino para el presente, organizando y conduciendo a los priístas, por el camino de la renovación. Esa cabeza política es el sonorense Manlio Fabio Beltrones, el coordinador y eficaz negociador de la en marcha Reforma del Estado.