INDICE POLITICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
OTRA TRANSA EN EL IPAB
LA SOSPECHA ENVUELVE a la subasta de Aeroméxico. Andrés Manuel López Obrador y, con él, no pocos observadores la han simplificado en una frase: "pago de favores de campaña". Todo pareciera indicar que así es.
Un regalo, dicen otros. Un obsequio por el que los nuevos propietarios, además, no pagarán impuestos, porque la operación se realizó cual intercambio de acciones entre el IPAB, heredero voraz del Fobaproa, y el grupo de nuevos adquirientes que encabeza el tristemente célebre banco donde Roberto Hernández aún asoma.
Más aún, Banamex jugó con dinero que no le es propio. Como denunciara el ex procurador fiscal Gabriel Reyes Orona, la institución está apostando el dinero de sus ahorradores en un negocio de alto riesgo cual sin duda es el de la alicaída aviación, no sólo en México –donde la situación es grave--, sino en todo el planeta.
Lo peor es que con dinero ajeno, el consorcio financiero estadounidense Citicorp se está haciendo del control de una empresa que debiera ser considerada cual estratégica para el país.
Son curiosos nuestros "servidores públicos". No abren los cielos a aerolíneas extranjeras. Mejor les entregan compañías completas, cuyas pérdidas hemos absorbido durante décadas los paga-impuestos mexicanos.
Y a cambio de ello, ahora el fisco no recibe nada en pago.
Sospecha en torno a la operación, sí, porque quien ha dado la cara por los inversionistas y por Banamex ha sido José Luis López Barraza, el mismo que como dirigente del Consejo Coordinador Empresarial no mostró el rostro al patrocinar, el año anterior, los spots que denostaron al candidato del PRD a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, y que sirvieron para alimentar la tosca campaña que inyectó miedo de una venezolización extrema entre los votantes.
Favor con favor se paga, ¿o no?
Resultó peor. Más de lo mismo.
Sospechosa la operación en Bolsa ---donde hasta enero próximo este tipo de transacciones comenzarán a pagar impuestos--, no sólo por la evidente prisa que los favorecedores tenían de entregar la primera aerolínea de América Latina a quienes ahora son sus nuevos dueños, también por la descalificación a los primeros postores, la familia Saba, por una aparente truculencia cibernética.
Banamex, en realidad Citibank, ya es dueña de Aeroméxico. Sus prestanombres, Roberto Hernández y José Luis Barraza, de plácemes por haber servido bien a sus amos estadounidenses.
Usted y yo, a cruzar los dedos para que después de haberla rescatado con el pago de nuestros impuestos, los "inversionistas" con dinero ajeno, no nos salgan dentro de un rato con que dijo su mamá que siempre no.
Y que otra vez la rescate su papá-gobierno, para que la saneemos con recursos del erario federal.
Y otra vez…
Y otra…
Más de las mismas porquerías y transas de siempre. ¿A poco no?
LA SOSPECHA ENVUELVE a la subasta de Aeroméxico. Andrés Manuel López Obrador y, con él, no pocos observadores la han simplificado en una frase: "pago de favores de campaña". Todo pareciera indicar que así es.
Un regalo, dicen otros. Un obsequio por el que los nuevos propietarios, además, no pagarán impuestos, porque la operación se realizó cual intercambio de acciones entre el IPAB, heredero voraz del Fobaproa, y el grupo de nuevos adquirientes que encabeza el tristemente célebre banco donde Roberto Hernández aún asoma.
Más aún, Banamex jugó con dinero que no le es propio. Como denunciara el ex procurador fiscal Gabriel Reyes Orona, la institución está apostando el dinero de sus ahorradores en un negocio de alto riesgo cual sin duda es el de la alicaída aviación, no sólo en México –donde la situación es grave--, sino en todo el planeta.
Lo peor es que con dinero ajeno, el consorcio financiero estadounidense Citicorp se está haciendo del control de una empresa que debiera ser considerada cual estratégica para el país.
Son curiosos nuestros "servidores públicos". No abren los cielos a aerolíneas extranjeras. Mejor les entregan compañías completas, cuyas pérdidas hemos absorbido durante décadas los paga-impuestos mexicanos.
Y a cambio de ello, ahora el fisco no recibe nada en pago.
Sospecha en torno a la operación, sí, porque quien ha dado la cara por los inversionistas y por Banamex ha sido José Luis López Barraza, el mismo que como dirigente del Consejo Coordinador Empresarial no mostró el rostro al patrocinar, el año anterior, los spots que denostaron al candidato del PRD a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, y que sirvieron para alimentar la tosca campaña que inyectó miedo de una venezolización extrema entre los votantes.
Favor con favor se paga, ¿o no?
Resultó peor. Más de lo mismo.
Sospechosa la operación en Bolsa ---donde hasta enero próximo este tipo de transacciones comenzarán a pagar impuestos--, no sólo por la evidente prisa que los favorecedores tenían de entregar la primera aerolínea de América Latina a quienes ahora son sus nuevos dueños, también por la descalificación a los primeros postores, la familia Saba, por una aparente truculencia cibernética.
Banamex, en realidad Citibank, ya es dueña de Aeroméxico. Sus prestanombres, Roberto Hernández y José Luis Barraza, de plácemes por haber servido bien a sus amos estadounidenses.
Usted y yo, a cruzar los dedos para que después de haberla rescatado con el pago de nuestros impuestos, los "inversionistas" con dinero ajeno, no nos salgan dentro de un rato con que dijo su mamá que siempre no.
Y que otra vez la rescate su papá-gobierno, para que la saneemos con recursos del erario federal.
Y otra vez…
Y otra…
Más de las mismas porquerías y transas de siempre. ¿A poco no?
posted by H2AGUA at
5:15 p.m.
