DINERO
Enrique Galván Ochoa
De chivo los tamales
Los Saba doblan las manos
Fox: calambres
La escena política del país se ha trivializado tanto que ahora las noticias de este tema aparecen en las revistas de sociales. El escándalo de corrupción de la familia Fox-Sahagún estalló cuando la pareja exhibió sin pudor alguno parte de su fortuna en las páginas de la revista Quién, cuya editora general es Diana Penagos Mason. (Sin embargo, lo verdaderamente “gordo” lo tienen guardado fuera del país). Ahora nos enteramos que la señora Maude Versini, esposa de don Raturo, perdón, Arturo Montiel, el ex gobernador del estado de México, anda dilapidando la fortuna de su esposo –ya están separados, hay un litigio de divorcio en trámite– en las boutiques de París. Es clienta consentida de las joyerías de Plaza Vendome, ahí cerquita del legendario hotel Ritz. Según la misma revista Quién, la ex primera dama del Edomex no oculta que la acompaña un joven oriundo de España. Su biografía es modesta, no ha hecho carrera política, su única gracia es que tiene 40 años menos que don Raturo, perdón, Arturo.
Los ganadores
La puja por Aeroméxico entre Banamex y los Saba es la versión bursátil del triunfo de Madrazo en el maratón de Berlín. Banamex tomó un atajo para llegar primero a la meta. ¿Se inconformarán sus competidores, los señores Saba? Ya dijeron que no. ¿Estaban de acuerdo desde un principio en que serían los perdedores? Todo eso ya es secundario. Por el valor de tres o cuatro aviones, Banamex y socios se hicieron de la principal línea aérea del país, con una flotilla de más de 100 aeronaves. Y ni pagarán impuestos.
Tate quieto
A propósito de la pareja ex presidencial, no crean que todo es miel sobre hojuelas. La boda eclesiástica se ha aplazado; la señora Marta tendrá que darle toloache doble para volverlo a convencer. Y ahora que vuelvan de Canadá –abreviaron la gira de promoción del libro Revolución de la esperanza, cuyo titulo plagiaron ni más ni menos que a Erich Fromm– veremos a don Bizente alejarse de las luces de las cámaras de televisión y los micrófonos de los reporteros. Por ahí le llegó un tate quieto. Si no se aplaca lo veremos pronto gestionando una fianza para que salgan en libertad condicional los muchachos Bribiesca.
Los Saba doblan las manos
Fox: calambres
La escena política del país se ha trivializado tanto que ahora las noticias de este tema aparecen en las revistas de sociales. El escándalo de corrupción de la familia Fox-Sahagún estalló cuando la pareja exhibió sin pudor alguno parte de su fortuna en las páginas de la revista Quién, cuya editora general es Diana Penagos Mason. (Sin embargo, lo verdaderamente “gordo” lo tienen guardado fuera del país). Ahora nos enteramos que la señora Maude Versini, esposa de don Raturo, perdón, Arturo Montiel, el ex gobernador del estado de México, anda dilapidando la fortuna de su esposo –ya están separados, hay un litigio de divorcio en trámite– en las boutiques de París. Es clienta consentida de las joyerías de Plaza Vendome, ahí cerquita del legendario hotel Ritz. Según la misma revista Quién, la ex primera dama del Edomex no oculta que la acompaña un joven oriundo de España. Su biografía es modesta, no ha hecho carrera política, su única gracia es que tiene 40 años menos que don Raturo, perdón, Arturo.
Los ganadores
La puja por Aeroméxico entre Banamex y los Saba es la versión bursátil del triunfo de Madrazo en el maratón de Berlín. Banamex tomó un atajo para llegar primero a la meta. ¿Se inconformarán sus competidores, los señores Saba? Ya dijeron que no. ¿Estaban de acuerdo desde un principio en que serían los perdedores? Todo eso ya es secundario. Por el valor de tres o cuatro aviones, Banamex y socios se hicieron de la principal línea aérea del país, con una flotilla de más de 100 aeronaves. Y ni pagarán impuestos.
Tate quieto
A propósito de la pareja ex presidencial, no crean que todo es miel sobre hojuelas. La boda eclesiástica se ha aplazado; la señora Marta tendrá que darle toloache doble para volverlo a convencer. Y ahora que vuelvan de Canadá –abreviaron la gira de promoción del libro Revolución de la esperanza, cuyo titulo plagiaron ni más ni menos que a Erich Fromm– veremos a don Bizente alejarse de las luces de las cámaras de televisión y los micrófonos de los reporteros. Por ahí le llegó un tate quieto. Si no se aplaca lo veremos pronto gestionando una fianza para que salgan en libertad condicional los muchachos Bribiesca.