INDICE POLITICO

FRANCISCO RODRÍGUEZ


INCOMUNICACIÓN OFICIAL

Los medios de comunicación han acostumbrado a ciertos sectores sociales a escuchar sólo lo que halaga los oídos.

Juan Pablo II

QUE PRÁCTICAMENTE NADIE conozca a los integrantes del equipo de colaboradores del señor Felipe Calderón revela un grave problema de incomunicación con los pretendidos gobernados.

Tal no es responsabilidad exclusiva de los burócratas que dicen "manejar prensa", pues –insisto--, en la mayor parte de los casos su tarea equivale a la de un pinche de cocina a quien el chef ordena hacer una crema de chocolate blanco y le da como ingredientes cebollas, ajos, tomates y chiles verdes.

Responsabilidad mayor es del diseño de la supuesta "política de comunicación" gubernamental que, como lo indican los cánones del Departamento de Estado norteamericano en su mamotreto denominado "Modelo Uribe" –en referencia al reelecto mandatario colombiano--, focaliza en la figura del ocupante de Los Pinos toda la atención pública.

Se lo comenté aquí 13 días después de que el señor Calderón llegara a la residencia que le dejó en renta Vicente Fox:

Este "modelo Uribe" tiene como ejes principales la centralización del poder y, entre otras, la campaña permanente. Dichos elementos han conducido a un debilitamiento de las restantes instituciones en favor del presidente y a un fortalecimiento del tradicional presidencialismo en Colombia. De ese debilitamiento han sido objeto incluso las restantes instituciones del poder ejecutivo y por supuesto el Congreso y los órganos de control, que además son cooptados por el presidente.

El "modelo Uribe" tiende a cerrar espacios para que se expresen otras fuerzas políticas y ha conducido a un bloqueo en los canales de acceso al poder… Desde el punto de vista de la oposición dicho bloqueo se expresa en la ausencia de unas condiciones justas para el ejercicio de los derechos de la oposición y en un retroceso en los indicadores de derechos humanos…

La estrategia conocida como "campaña permanente" tiene unas pretensiones que desafían la cultura política colombiana y sobredimensionan las capacidades del marketing político en un entorno tan conflictivo como el colombiano.

El "modelo Uribe" ha venido asegurando su base social a partir de una estrategia que, como se evidenció en la campaña, fue creando una opinión favorable a partir del temor, la vacilación y la desconfianza hacia otras alternativas. Los uribistas y la alta jerarquía católica y las iglesias cristianas aprovecharon aspectos que tocan a una gran parte de la población, tergiversando las propuestas de los opositores.

La campaña política de los sectores uribistas se fundamentó en una intensa propaganda de desprestigio y señalamiento, que además de los epítetos, desinformación y calumnias se acompañó de persecución, allanamientos, detenciones y asesinatos, es decir se acudió al discurso y las prácticas históricas intolerantes y criminales del anticomunismo de las elites, lo que al final les produjo resultados electorales.

Todo parecido no es mera coincidencia, le decía a usted aquí el 13 de diciembre de 2006.

Se lo reitero ahora. Exactamente 10 meses después.