SERPIENTES Y ESCALERAS
Salvador García Soto
Si los miembros del EPR tienen radio o televisión en sus guaridas clandestinas deben estar muy preocupados, asustados. Porque ayer, después del que parece ser su segundo atentado de gran escala contra instalaciones estratégicas de Pemex, la respuesta inmediata del gobierno fueron unas durísimas, terribles, directas y contundentes… “condenas enérgicas”.
De confirmarse lo que anoche se veía como una nueva acción de la guerrilla eperrista, ejecutada con la misma precisión y planeación, las explosiones que volaron varios tramos de gasoductos en Veracruz y Tlaxcala serían el segundo acto de sabotaje que en dos meses realiza el EPR.
¿Y qué ha hecho el gobierno mexicano ante el abierto desafío de un grupo subversivo que va escalando en el tamaño y en la precisión de sus acciones? Responderle con “condenas enérgicas”.
Ayer, oficialmente, fueron cinco “condenas enérgicas” las que dedicó el gobierno de Calderón a los actos de sabotaje presuntamente cometidos por el EPR. Primero, fue el propio Presidente quien, desde Nueva Delhi, en la India, lanzó la primera condena. Después fueron el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, el procurador Eduardo Medina Mora y el secretario de la Defensa, Guillermo Galván, quienes secundaron a su jefe y lanzaron sus terribles “condenas”. Y tras ellos vinieron los diputados, senadores, líderes de los partidos, empresarios. Toda una batería de “condenas” a la violencia “que atenta contra la tranquilidad de los mexicanos”.
Dos meses después de los precisos y dañinos atentados a ductos de Pemex en El Bajío, los nuevos ataques a las redes de distribución de energéticos, ahora en el oriente de la República, serían la confirmación de que el Ejército Popular Revolucionario no está jugando y tiene una estrategia bien armada para sabotear instalaciones estratégicas para el país. Las seis explosiones ocurridas la madrugada del lunes, ayer ya provocaban desabasto del energético a empresas del valle de México, de Puebla y Tlaxcala.
En los bombazos de Guanajuato y Querétaro, el pasado 5 de julio, las afectaciones llegaron a causar desabasto en plantas industriales del Bajío, y hasta armadoras trasnacionales, como Honda en Jalisco, tuvieron retrasos en sus producciones. Aquella vez, Pemex tardó tres días para normalizar el abasto de gas en las zonas afectadas por las explosiones.
Jesús Reyes Heroles informó ayer que esta vez, reparar gasoductos afectados y restablecer la distribución en regiones afectadas llevará de cuatro a cinco días. Es decir, el nuevo ataque perpetrado por el EPR —de confirmarse su autoría— habría sido igual de preciso y bien planeado que hace dos meses, pero más dañino en sus repercusiones.
Pasaron dos largos meses desde el primer atentado que anunció la reactivación y el crecimiento del EPR que, por primera vez en 11 años de historia, actuó en regiones donde no se le conocían células, como Guanajuato y Querétaro, y también por primera ocasión ejecutó una acción con explosivos sofisticados y mecanismos de sincronización y precisión que no se le conocieron en sus primeros años de actividad. Ayer se repitió la misma mecánica, el ataque fue mayor, y el gobierno sólo respondió con “condenas”. Nada de información sobre lo que ocurre, nada de avances sobre las acciones contra el grupo guerrillero.
Lo dicho: a los guerrilleros eperristas se les debió congelar la sonrisa cuando oyeron al Presidente y a cuatro de sus secretarios del gabinete de seguridad nacional lanzarles sus temibles “condenas enérgicas”.
Notas indiscretas… Anoche en una entrevista con Adriana Pérez Cañedo, en canal 11, Enrique Peña Nieto dijo dos cosas que nomás no checan: que la abundante publicidad de su gobierno no busca promover su imagen personal, y que lo que gasta en anunciarse todos los días en radio y televisión, en los horarios más costosos, está autorizado por el Congreso de su estado. ¿Si no promueve su imagen, por qué aparece él en todos los spots?.. y ¿sabrán los diputados de su estado que tan sólo el paquete de promoción que tiene con una televisora le cuesta 740 millones de pesos al año?.. Los dados mandaron Serpiente.
Caída libre.