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viernes, 31 de agosto de 2007

AHHHHH PA BOQUITA, SI CON ESA BOCA TRAGA COMO TENDRA EL ESTOMAGO!!!!!!!!

Voces

Javier Cadena Cárdenas

El tiempo mexicano que estamos viviendo está lleno de vaivenes producto del mismo actuar de los mexicanos –todos-, así como de la propia naturaleza que no perdona y, año con año, nos hace sentir su poder y su inconformidad a través de las lluvias, sequías, heladas, huracanes, desbordamientos, temblores y demás manifestaciones que nos deben orillar a pensar y actuar de manera diferente a como lo hemos hecho desde generaciones pasadas.

Circunscribiéndonos únicamente al primer punto –el humano-, es fundamental reconocer que existen voces que su decir resulta imprescindible para darnos cuenta de lo que no hay que hacer o decir, o, en caso contrario, para orientarnos hacia lo que sí hay que considerar ampliamente en nuestro propio decir, oír y hacer, y con ello, como mínimo, entender qué pasa en nuestro alrededor, y para darnos, al menos, una idea de qué camino seguir para zanjar los baches que otras voces y otras acciones van dejando en su paso por el territorio nacional.

De las voces que lamentablemente oímos pero que afortunadamente nos sirven para que les demos la vuelta a ellas mismas y a las acciones con las que vienen acompañadas, sobresale la del presidente nacional del PAN, sí la del dirigente del otrora partido de la decencia y de la honradez, quien en su reciente visita al estado de Veracruz nos regaló un ramillete de verdaderas joyas lingüísticas. Así, don Manuel Espino dijo:

1.- “Vengo aquí con ganas de partirle la madre a Fidel Herrera Beltrán y a su PRI”.

2.- “Le vamos a poner una madriza en las urnas”.

3.- “Después del 1 de enero de 2008 le vamos a decir al gobernador que se vaya a la chingada”.

4.- Dicen que el miedo no anda en burro, pero yo he visto al gobernador montado en el miedo en todo el estado de Veracruz”.

Otra de las voces a la que mejor habría que hacerle oídos sordos es la del obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, don Felipe Arizmendi, quien en su texto “El aborto, exterminio hitleriano”, dijo la siguiente lindura: “Es una aberración y una ignorancia culpable afirmar que la mujer es dueña de su cuerpo y que se puede deshacer del feto que lleva en su seno. Este no es responsable de los deslices de la madre. Además, no somos dueños de nuestro cuerpo, sino administradores del mismo. El feto, aunque está en el cuerpo de la mujer, es una persona distinta”.

Afortunadamente existe otro tipo de voces al que sí hay que tener en cuenta y que, para nuestro beneplácito, su grado de influencia es amplio, por no decir infinito y decisivo, de entre las cuales sobresale la del rector de la UNAM, el doctor Juan Ramón de la Fuente, quien apenas la semana pasada se planteó dos interrogantes, mismas que a decir verdad todos los mexicanos debemos hacer propias. Ante la Barra Mexicana Colegio de Abogados, preguntó:

1.- “¿Cómo avanzar en el país en los tiempos actuales cuando uno de los reclamos de la sociedad es que el Estado funcione y lo haga mejor de lo actual, que atienda sus responsabilidades básicas y sea capaz de proveer a los ciudadanos de seguridad, orden, salud y educación”.

2.- “¿Cómo aspirar a una sociedad más segura si no se atienden las necesidades básicas, si en una nación como México los signos ominosos son la pobreza y la desigualdad”.

Este “cómo avanzar” y este “cómo aspirar” planteados por quien ha llevado a la UNAM a un grado de excelencia nunca antes alcanzado, son dos cuestionamientos a los que los mexicanos debemos auxiliar en su búsqueda de respuestas adecuadas, y lo deben hacer principalmente los funcionarios públicos de orden federal, con el presidente de la república a la cabeza, así como los insignes integrantes de la sacrosanta iniciativa privada, por su capacidad no puesta en marcha o postergada de generar empleos. Y es que en verdad uno se indigna al conocer, al menos, los siguientes dos aspectos:

1.- El reconocimiento que hace el licenciado Felipe Calderón ante los jóvenes que asistieron a la ceremonia de entrega del Premio Nacional de la Juventud, en el sentido de que los empleos creados durante su administración -700 mil según el IMSS- son insuficientes para, al menos, paliar un poco el problema del desempleo y sus consecuencias.

2.- La información que el Banco de México da a conocer en el sentido de que durante el mismo periodo de la información anterior, más de 15 mil millones de dólares fueron enviados por mexicanos fuera del país, a fin de ser colocados principalmente en bancos del exterior y como inversión directa en otras economías.

Aquí, entonces, vale hacer tres preguntas:

1.- ¿No que el licenciado Calderón iba a ser el “presidente del empleo”

2.- ¿No que sus “principales aliados” iban a ser los dueños del capital, los empresarios

3.- ¿Qué tan mexicanos son los dueños del capital invertido en otros países

En fin, y mientras conocemos las respuestas a las tres preguntas anteriores, resulta conveniente traer a colación otra voz a la que hay que tener presente y, en la medida de que existan coincidencias, hacerle caso más allá si uno está o no de acuerdo con el partido político en el que milita y al que, por cierto, dirige.

Hay que empezar reconociendo que Beatriz Paredes sabe muchas cosas, pero también es cierto que si de algo sabe más es del poder y de lo que para éste significa la ceremonia del informe presidencial, por lo que resulta de vital importancia conocer sus expresiones en estos tiempos turbulentos e inmersos en los dimes y diretes que traen entre sí las diferentes fuerzas políticas nacionales, incluyendo a los legisladores y demás funcionarios públicos y dirigentes de partidos políticos, así como a los representantes de los medios de comunicación y a los ciudadanos en general.

Con la amplia experiencia que trae a cuestas, la presidenta nacional del PRI ha dicho esta boca es mía y, con ello, ha prendido una luz que a lo mejor ilumina un posible camino orientado a destrabar este entuerto. La semana pasada, ante los diputados federales de su partido, Beatriz Paredes dijo: “La Constitución es muy clara y señala que el informe se puede entregar por escrito. Me parece que el ritual está rebasado y este asunto se tratará dentro del marco de la reforma del Estado”.

Estas palabras externadas en la ciudad de Querétaro, tienen como sustento el que quien las dijo simple y llanamente posee la virtud de contar en su haber con una gran experiencia parlamentaria y ejecutiva, amen de tres puntos a su favor:

1.- Ser la primer militante del PRI que en su papel de diputada federal respondió el informe a un presidente del país emanado de otro partido político -2001-.

2.- Ser la única diputada federal en responder dos informes presidenciales continuos -2001 y 2002-.

3.- Ser la única diputada federal en haber respondido tres informes presidenciales -1979, 2001 y 2002-.

Esta experiencia parlamentaria de Beatriz Paredes le ha traído aparejada una gran capacidad discursiva, de debate y de manejo de micrófono, misma que hace ameno el momento que uno tiene para oír su voz y escuchar sus conceptos. Pero no todos los mexicanos que han tenido en suerte representar a los ciudadanos o a sus entidades federativas en el Congreso de la Unión, han adquirido experiencia en el hablar, en el decir esta voz es mía, es más, se puede afirmar que son más los que durante el tiempo que han sido legisladores no han hecho uso de la tribuna, que los que sí lo han hecho.

Y sobre el aspecto anterior, es conveniente tener presente a Benito Pérez Galdós, ese gran escritor quien en 1886 llegó a las Cortes españolas representando a Puerto Rico, en donde, según él, fue un diputado “sin despegar los labios”, pero a diferencia de muchos, él no despegaría los labios pero desplegó la pluma y nos regaló una maravillosa obra literaria cuya lectura se hace necesaria.

¡Ah…, esas voces!