SE LE ESTA HUNDIENDO EL BARCO A FeCAL EL ESPURIO

Naufragio Político de Felipe Calderón: Resurgimiento del EPR

Alfredo Velarde

Mientras el gobierno impuesto fraudulentamente de Felipe Calderón da muestras inequívocas de su rotunda descomposición política, el esperanzador resurgimiento del Ejército Popular Revolucionario (EPR) coloca la naturaleza de la lucha política mexicana en la verdadera dimensión que indefectiblemente está condenada a adoptar, si lo que efectivamente se desea, desde la explotada y oprimida condición de los de abajo , es un genuino y profunda cambio radical en las obsoletas estructuras económicas, políticas y sociales para un país, como México, envilecido por el capitalismo salvaje de credo neoliberal .

Una semana completa de dislates de la mayor parte de la oficiosa prensa gobiernista que demuestra su profunda ignorancia e incomprensión del fenómeno, la cual no ha parado de descalificar instantáneamente al alineamiento guerrillero y exhibir en su desnudez plena las afirmaciones de los políticos profesionales, gubernamentales y no gubernamentales, nos enseña además, cuan ruin puede ser la ausencia completa de ética periodística por los medios electrónicos y escritos. Se conculca, así, el dato cardinal: que el necesario resurgimiento del EPR, es una reacción perfectamente legítima, ante las trapacerías del reaccionario grupo gobernante y la reanudación emplazada en el país de los sumamente preocupantes indicios de una nueva guerra sucia , incluso cuando, además, Edmundo Reyes Amaya y Raymundo Rivera Bravo (o Gabriel Alberto Cruz Sánchez ), efectivos activistas militantes del grupo guerrillero, fueran detenidos y desaparecidos desde el 25 de Mayo en Oaxaca. ¿Qué esperaban los detractores del EPR? ¿Un enésimo llamado al inútil y contraproducente civilismo rampante que explica la genuina pero limitada oposición de baja intensidad desde las golpeadas organizaciones sociales, civiles y populares?

Salvo honrosas excepciones, la mayor parte de los comentaristas de los medios han oscilado, desde la más supina ignorancia sobre las motivaciones de fondo que explican las detonaciones en los oleoductos de PEMEX , a la descalificación o la condena a los atentados dinamiteros del EPR , y no han faltado quienes, sin un solo elemento a favor de sus desorbitadas conjeturas, demostrara que las detonaciones fueran explicables a partir de una oblicua y turbia urdimbre que concibió y ejecutó una suerte de “auto atentado”, desde el gobierno mismo, a fin de tender una “cortina de humo” en el escándalo financiero del calderonato , en el caso del extrañamente y volátil itinerante derrotero de los 205 millones de dólares, que el mexicano de origen chino, Zhenli Ye Gon -una especie de Carlos Ahumada de la ultraderecha calderonista- denuncia como dinero sucio del gobierno –que ya se está lavando- y que exhibe la ya inocultable y mafiosa corrupción del gobierno del “presidente” con las nauseabundas y auténticamente pestilentes “manos limpias” .

Ni auto atentado , ni cortina de humo , los acontecimientos que derivaron hacia la en principio inadvertida perpetración de las detonaciones que reivindicó el EPR, y que pasaron inicialmente por “accidentes normales” u “ordeñas ilegales” en la obsolescente y chatarrizada infraestructura de la paraestatal , bajo la deliberada y planeada quiebra financiera para su remate privatizador en el supermercado global del neoliberalismo, nos demuestra la profunda vesania y torpeza del grupo gobernante, el cual, embebido en sacar avante su regresivo, desnacionalizador y reaccionaria proyecto económico, e inmerso en su ficticia “guerra contra el narcotráfico” , de la cual hemos mostrado antes aquí cómo el régimen ha sido apenas un torpe testigo presencial más , que no ha hecho otra cosa que dilapidar los recursos del erario para dar insustanciales “palos de ciego”, termina por hacer ostensiblemente claro el naufragio político del gobierno pirata de Felipe Calderón .

La realidad de las cosas, bien visto el momento de complicaciones que vive el temporal partido de estado blanquiazul, es que las ocho detonaciones que se adjudicó el EPR, son tan reales, como verdadero resulta el hecho de que el gobierno de facto calderonista no ha cesado de mentir, una y otra vez, en lo que hace al turbio y maloliente caso del dinero sucio decomisado en el domicilio de Zhenli Ye Gon y que ha inodado directamente, en la burda operación, al mismo Secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón , quien la semana que pasó viajó a Nueva York , no a buscar abogado para demandar por calumnias al mexicano de origen chino, sino para abrir una rendija de negociación con el abogado de Zhenli Ye Gon antes de que las nuevas revelaciones anunciadas sobre el asunto, supusieran para el gobierno pirata de Calderón , un daño mayor y un auténtico equivalente a destapar la “caja de Pandora”.

Ni en un caso, ni el otro, el gobierno ha dicho la verdad, y se trata de la acumulación en dos planos diferentes de su naufragio político y de cómo las cosas se están saliendo de su control. Falso resulta, en todo caso, creer lo que dice el gobierno del acaudalado empresario de origen chino; y falso, también, darle credibilidad a la hipótesis desorbitada del “auto atentado”. Ya que, si así fuera, ¿por qué el EPR no emitió un desmentido categórico en la operación de suplantación bajo sus siglas? La respuesta a la pregunta, es porque los atentados fueron reales . Es inútil pretender chantajearnos con que, la paraestatal, por ser un bien de todos los mexicanos, el EPR es una “organización terrorista” que está ayudando a la “privatización de PEMEX”. Más allá de confundir “estatización” con “nacionalización” , y aún más con “socialización”.

Las desorbitadas acusaciones derechistas, ocurren en un momento en que el resurgimiento del EPR, nos está demostrando la vigencia y actualidad que está conquistando la lucha revolucionaria, justo cuando la así denominada “lucha civil, pacífica y democrática”, no ha producido ningún otro resultado que la rabia impotente frente al inmoral poder neoliberal. Hay que reconocer, por tanto, que las incursiones del EPR, lejos del terrorismo que se singulariza por el uso indiscriminado por el uso de la violencia, las acciones del EPR, son propias de una guerrilla clásica que se resuelve a actuar y cuida muy bien los efectos colaterales a fin de evitar víctimas inocentes, ante la cerrazón de las otras vías. Y por eso, ¡bienvenido sea en la lucha común contra el gobierno de los poderosos!