CONJETURAS
Bisquet para el PAN
Alvaro Cepeda Neri
¿Cuento chino o veraz historia política-penal? Las averiguaciones apenas empiezan, y hasta que no se aclare del todo si es información falsa o verdadera, las declaraciones del chino-mexicano Zhenli Ye Gon (aquí entre nos: Zenaido L. González) que los 205 millones de dólares, que le encontraron en su mansión de Las Lomas, pertenecen al PAN y que fueron almacenados por orden del actual secretario del Trabajo: Javier Lozano Alarcón (rico ex priísta poblano, profesor en la Libre de Derecho, alma mater de Calderón), bajo la amenaza de chitón o cuello, queda como una imputación bastante grave.
Ye Gon hizo tales declaraciones a través de una carta entregada a su abogado estadounidense, en un enredo donde apareció el defensor mexicano desmintiendo lo que ahora dicen que no dijo el asiático-azteca huido o escondido, como aconsejan las mañas de los penalistas mientras tramitan amparo para, manteniendo a su defendido en libertad, comparecer ante las instancias judiciales. Y mientras son “peras o manzanas”, el chisme les echó a perder la fiesta a los panistas que celebraban la declaración ilegal del IFE que hizo Presidente al michoacano de derechas. Y en lugar de los bocadillos tuvieron que tragarse un bisquet con café con leche, al estilo chino.
Nadie esperaba, ni como maniobra vengativa de Manuel Espino, que esa montaña de dólares fuera de los panistas los cuales, ya en el poder, han salido corregidos y aumentados para enriquecerse a pesar de sus golpes de pecho y sus alardes, más por honestidad, que por honradez.
El historial foxista acusa una rapiña que supera con creces o al menos se iguala con algunos casos priístas. Están, también, los asuntos de los cuñados de Calderón, el de Luis Pazos imprimiendo sus libros con cargo al erario público y su participación en el desvío del subsidio a “Pro-Vida” de su compinche Serrano Limón. Los panistas ya ingresaron al diccionario de la corrupción. Son peores que sus antecesores, porque durante medio siglo que fueron oposición se desgarraron las vestiduras (y los hábitos) contra el robo de los dineros públicos y los abusos del poder. Y salieron buenos hasta para el fraude electoral, deslegitimando la cuestionada legalidad de un sexenio, que apenas sietemesino, sigue sobre el volcán de una crisis política.
El bisquet que les sirvió Ye Gon, con el espumoso café con leche, de todas maneras se les mantendrá atorado, pues es un sapo difícil de tragar. Después del bombardeo comercial chino, esta granada de mano china, a la puerta del PAN.