LA VERGUENZA DE LOS DERECHOS HUMANOS EN MEXICO, ES SU PROPIO PRESIDENTE, POR ARRASTRADO, AGACHON Y LAME EGGS
Félix Fuentes
José Luis Soberanes involucra a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en problemas ajenos a su función humanística e imparcial. En el deceso de la anciana Ernestina Ascensión Rosario asumió el papel de Ministerio Público, como se lo echaron en cara varios legisladores y en la despenalización del aborto pretende interpretar la aplicación de leyes federales y locales.
Durante el gobierno de Vicente Fox, el ombudsman Soberanes fue ignorado en diversos planteamientos y recomendaciones, pero hoy es notoria su proclividad al régimen de Felipe Calderón, al punto de convertirse en factor de choque entre corrientes de extrema derecha e izquierda.
En la discusión sobre las causas de la muerte de Ernestina Ascensión en la sierra de Zongolica, Veracruz, Soberanes quiso ofrecer pruebas sobre la supuesta “anemia aguda por sangrado del tubo digestivo”, pero tres comisiones legislativas las rechazaron en la Cámara de Diputados. Quedó la duda de si la humilde mujer fue violada por soldados, como de entrada lo afirmó el gobernador veracruzano Fidel Herrera.
En ese caso, el titular de la CNDH se convirtió en abierto defensor de los militares y ahora se coloca al lado del gobierno calderonista, del clero católico y en general de la corriente de derecha, porque a su juicio las modificaciones al Código Penal “rebasan al ámbito local” dado que el artículo 73 fracción 16 de la Constitución prevé que la legislación en materia de salud corresponde al Congreso de la Unión.
Soberanes se cree revisor de leyes aprobadas o modificadas por legisladores, pese a que la función de derechos humanos se limita a formular recomendaciones, y no le compete interponer recursos de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Vaya coincidencia. Al unísono, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Procuraduría General de la República promueven una acción de inconstitucionalidad por las reformas aprobadas en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, referentes a la despenalización del aborto.
Los verdaderos juristas deben precisar si la PGR también está facultada para realizar esa clase de promociones ante la Corte y ésta ha de ser receptáculo de cuantos conflictos políticos, incluso con el sello de la intriga o de carácter ideológico, deban dirimirse en ese tribunal.
Es claro que al clero católico y a la extrema derecha les caló la despenalización del aborto y ahora van por la revancha a través de la PGR y de José Luis Soberanes, quien se presta a ese juego de profunda división nacional.
Los clericales tienen los pelos de punta porque la mayoría de mujeres que suspenden sus embarazos llegan de la provincia al Distrito Federal, son católicas y casadas por todas las de la ley. Las solteras, en particular jóvenes, prefieren el aborto clandestino y siguen el mismo procedimiento las de sectores popular y campesino. ¿Esto satisface a la Iglesia?
Y Soberanes, a quien caricaturizan con la cabeza de Jorge Serrano Limón, conductor de Pro-vida y operador de 41 antros de abortos, se duele de acusaciones del PRD, entre otras haber ignorado los muertos del pasado conflicto de Oaxaca.