INDICE POLITICO

FRANCISCO RODRÍGUEZ


MADRAZO NOS TRAICIONA

* LA VERDAD ES que los fans de Roberto Madrazo esperábamos más, mucho más, de él.

Pero, para no variar, para no ser incongruente con su larga saga de incoherencias, el hijo de Carlos A. Madrazo nos vuelve a traicionar. Como el alacrán de la fábula, el tabasqueño de Miami es fiel a su naturaleza. Y su naturaleza no es otra que la mediocridad.

Aparecen en los medios adelantos del libro de Manuel S. Garrido "La Traición", cuyo contenido es una entrevista con el derrotado candidato presidencial del PRI en los comicios del año anterior. Una explicación a modo y tardía –se fue "como las chachas", dos días después de ser vencido por él mismo--, que sólo confirma su carencia de autocrítica y, cual sucede con todos aquellos que son como él, confirma que es incapaz de asumir sus responsabilidades y, en los fracasos, culpa invariablemente a los demás. Los gobernadores. Elba Esther Gordillo. Pobrecito, todos contra él.

Mediocre, muy mediocre, pues.

¿Por qué sale Madrazo a la luz pública en estos momentos? ¿Por qué a pocos días de que se recuerde el primer aniversario de las aún poco claras elecciones del 2006?

Obedece órdenes. Nada más.

Y las órdenes se las da Carlos Salinas. Nadie más.

¿Para qué sale Madrazo a la luz pública en estos momentos?

Para empezar a desbrozar el camino del candidato presidencial del PRI en 2012, ya designado por Salinas, ¡faltaba más!

Y ese candidato, o precandidato si usted prefiere, es el verdadero beneficiario de la derrota de Madrazo en el 2006. No hay otro, por más que se quiera –costosa campaña mediática de por medio--, presentar a la maestra Elba Esther Gordillo cual la verdadera beneficiaria de que el país se haya salvado de quien, cual dirigente del PRI, violentara la legalidad –"a pesar de que por estatutos le correspondía"--, no dejando pasar a la chiapaneca a la dirigencia formal del tricolor. Dictadorzuelo, las normas se las pasaría por el arco del triunfo.

Pero se equivoca Madrazo. Para no variar. El beneficiario de su derrota, a la que contribuyó en parte, está hoy en el Congreso. Sus paniaguados, incluso, lo llaman "el vicepresidente". Cogobierna con el señor Calderón, agregan.

Y él es, otra vez, el candidato de Salinas. Para eso se publica el libro. Para empezar a despejarle el camino. Para amenazar, de paso, a los gobernadores –destacadamente a Enrique Peña, quien pudiera ser contendiente--, llamados "caciques" y "rufianes" por el muñeco que el ventrílocuo Salinas tiene aún sentado en las piernas.

Involuntariamente, Madrazo también hace un favor a su paisano Andrés Manuel López Obrador. Omite hablar del papel vergonzante e indecoroso que el IFE jugó en los comicios federales. Por algo es.

A la postre, como cualquier columnista desinformado, Madrazo no hace sino dar su punto de vista sobre lo publicado en los diarios. Nada aporta. De los entretelones de la "grilla" –de acuerdo a los adelantos--, no habla.

Cualquiera pensaría que de las traiciones a las que se referiría serían de las muchas que ha cometido él. Y no. Nos traicionó.