DE POLITICA, EL URSURPADOR Y COSAS PEORES

María Teresa Jardí
miércoles, 30 de mayo de 2007


El mundo va mal, pero...

Muy cierto es que Felipe Calderón no hablará con el Papa de la Iglesia Católica, ni sobre el aborto ni sobre ninguna otra cosa. Fecal callará y escuchará lo que Benedicto XVI le ordenE. A eso va el usurpador al Vaticano y, además, así ha sido, desde que, pasándose por el arco del triunfo la constitución mexicana, la ultraderecha mexicana dio al traste con lo del Estado laico.

Que siga por el camino por el que va, --le dirá José Ratzinger-- y que no escuché a sus críticos, como él no lo hace. Y aunque a veces se vea obligado a ratificar lo que declara y hace, lo dicho, dicho está y algo queda y lo hecho, hecho está y eso es lo que cuenta. Y aunque a veces otros lo tengan que desmentir de cara al público intolerante, ya se sabe que el que manda, manda y a fin de cuentas alguien tiene que sacrificarse por el bien de la causa y el vocerito ya será bien recompensado por alguna de las universidades católicas que le publicarán, cuando deje la difícil encomienda, uno o varios libros.

Lo importante es tener el poder para acceder a los ríos de dinero que el poder trae aparejado, en algunos lugares del mundo, en otros, cuando se pierde la ética y se es descubierto, como en Japón, los políticos se suicidan, pero, también ya se sabe, que no hay que hacerles mucho caso a los orientales, con esas culturas milenarias que ya busca acabar el imperio yanqui, que a fin de cuentas es el único que importa.

¿Qué importancia puede tener que el yanqui sea un imperio asesino? Lo importante es que sabe valorar a quien "merece" ser valorado como es el caso de un Papa nazi.

No cualquier Iglesia logra tamaña proeza. Imperio tan contento y agradecido con servidores "de la talla" del usurpador mexicano. ¿Qué haría el mundo sin los Fox y sin los Espino para perseguir a los Chávez?

¡Qué horror! Tan populista y avalado por millones de ciudadanos. El mundo necesita de fascistas como Aznar y de entreguistas como Calderón amigos de Aznar. Hasta aquí habla el Papa con Fecal y ahora les comento lo que me acaban de comentar los que se mueven en los corredores de los palacios.

Que el Córdoba Montoya de Salinas era una dama de la caridad al lado del Mouriño de Felipillo. Así son las cosas, dicen esos políticos. Y como así son las cosas en política, dicen también, incluso hay que saber sobrellevar a esperpentos grotescos como Elba Esther Gordillo.

De rodillas Fecal, mientras le besa los pies al que "no sabía lo que hacía cuando se enrolaba en las juventudes nazis", recibirá la felicitación por haber exigido a Soberanes y a Medina Mora presentar en la Corte a modo de la ultraderecha, el recurso de impugnación de la única ley moderna del México real donde lo común es que el Obispo Vera reciba amenazas constantes desde que se vio obligado, como uno de los pocos pastores que le quedan a la Iglesia Católica, a exigir que se haga justicia a las prostitutas violadas por militares borrachos que las ultrajaron en una zona de tolerancia en la Diócesis a la que se envió a Monseñor ¿a fungir cómo Obispo pastor de esa iglesia? No. Qué va. En castigo por haber entendido que el pisoteo a la dignidad de los pueblos indígenas es intolerable. Y tan tonto el Monseñor en lugar de callar para ser perdonado y chance y hasta convertido en Cardenal, que vuelve a denunciar, lo que la iglesia en pleno tendría que estar denunciado, incluso en un acto de inteligencia para no seguir engrosando el número de fieles de las otras iglesias y no se diga de las sectas, sin entender que para el Papa y sus jerarcas los aceptable está en la defensa de los pederastas.

El mundo va mal. Pero el caso mexicano hace las delicias hoy de la psiquiatría mundial.

El Ejército en la calle cumpliendo con funciones policiacas, debido a la corrupción policiaca, y el policía mayor presentando recursos de inconstitucionalidad a la única ley moderna de los últimos sexenios, porque así se lo ordenó el usurpador que viaja a arrodillarse ante el Papa, para distraer a los espectadores del Circo, es decir al pueblo mexicano, en tanto los ministros de la Corte le dicen Sí a la Ley Televisa.

Y entretanto van aumentando los desaparecidos y las ejecuciones ya alcanzan a familias enteras, menores incluidos.

De Soberanes ya se sabe que es un caso perdido y hasta me cuentan, conocidos comunes, que está dispuesto a conformarse con la rectoría de la UNAM si no lo premia Fecal con el cargo de ministro del Poder Judicial. Sí, el mundo va mal. Pero en México la baja en la escalera descendente alcanza ya el primer lugar.