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jueves, 10 de mayo de 2007
Busca infundir Felipe Calderón, donde no impere la ley sino la fuerza, advierte el Obispo de Saltillo, Raúl Vera López / Estamos entrando a una dictadura en México
SALTILLO, Coahuila, 9 de mayo (APRO-CIMAC).- Cuando se quiere actuar por la fuerza, por la irracionalidad, no sirve la inteligencia. Esa es la tesis del Obispo de Saltillo, Raúl Vera López.
El gobierno federal busca infundir un régimen de temor, donde no impere la ley sino la fuerza, la característica del Ejército, dice Vera, tras advertir que “estamos entrando a una dictadura en México”.
Frente a un “mal manejo de las instituciones se le enseña al pueblo que puede ir contra la legalidad, que puede hacer lo que quiera. Por eso digo que estamos entrando a una dictadura, donde el que trae uniforme y armas puede ir contra todo. Lo viví en Chiapas, lo vivo ahora en todo México”, dice el Obispo católico.
Entrevistado poco antes de viajar a Guadalajara, donde asistirá a una reunión de la Red de los Derechos para Todos, con el tema de la migración, Vera sostiene que hay signos que hacen pensar en una dictadura.
Afirma que “en Zongolica terminaron por negar la violación de Ernestina Ascencio a manos de cuatro soldados que, dicho por el señor Felipe Calderón y ratificado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, habría muerto por gastritis”.
En Castaños, con el cambió de régimen, dos de las mujeres agredidas se retractaron y dijeron que no fueron violadas por militares y que les dieron dinero para denunciarlos. A eso hay que añadirle “la mano dura contra los defensores de la justicia social”, como el caso de Ignacio Valle y otros dirigentes de San Salvador Atenco, que recibieron una sentencia de 67 años de prisión, así como la represión en Oaxaca.
Vera, quien estuvo cinco años en la diócesis de Chiapas, emite un pronóstico sobre el caso Castaños: los ocho soldados detenidos y en proceso “podrían ser liberados, les pueden poner una sentencia mínima o, de plano, podrían decir que no hay sustento para su castigo. Son capaces de eso, como de manera tan absurda `resolvieron` Zongolica”.