CONJETURAS
Alvaro Cepeda Neri
jueves, 10 de mayo de 2007
I.- En el cacicazgo de los (des)gobernadores en los 31 Estados de nuestro todavía incipiente federalismo, los jueces del fuero común o sea de los funcionarios que integran, en cada uno de ellos, el Poder Judicial, en lugar de ser servidores públicos que para interpretar y ejecutar las leyes deberían normar su criterio conforme a las disposiciones apuntaladas democrática ya republicanamente, se someten a lo que les ordena el gobernador en turno.
II.- El derrumbamiento del sistema presidencial priísta, con motivo de la alternancia en la Presidencia de la República, aflojó el tradicional centralismo político y los gobiernos federales panistas no le han encontrado la cuadratura al círculo del antiguo control, por lo cual los gobernadores están imponiendo sus férreos caciquismos y ellos son la última palabra.
III.- De tal manera los gobernadores son los nuevos virreyes, que reúnen en sus manos los tres poderes, ya sea sobornando a los diputados de todos los partidos, presionando a los jueces (a los que amenazan con ser despedidos) y, como tienen el mando directo de las policías y del ministerio público, entonces tienen un poder absoluto. Y coludidos con el poder económico de los empresarios, presionan a los medios de comunicación, para que éstos solamente publiquen lo que es de su agrado.
IV.- Además y para rematar, en las pasadas elecciones federales esos caciques estatales ayudaron al PAN para que Calderón pudiera, contra viento y marea, ganarle al PRD con López Obrador, por la pírrica diferencia de 300 mil votos que, de todas maneras deslegitimaron al panista sobre todo con la negativa de que a toro pasado podamos los ciudadanos tener acceso a los paquetes electorales que el IFE, el TRIFE y la Corte, para beneplácito de Los Pinos, habrán en breve de incinerar, para que no quede huella de la sospecha de que haya habido un fraude electoral.
V.- En el Estado de México, entre los reinados autoritarios de Arturo Montiel, el corruptísimo (des)gobernador a quien le han perdonado su saqueo, y el actual Peña Nieto (éste sobrino de Montiel), se han generado varias crisis políticas, porque gran parte del pueblo se ha inconformado por el despotismo con el que es "gobernado". Manifestaciones también a caballo entre el foxismo y el calderonismo quienes se han sumado a ese autoritarismo.
VI.- Precisamente en Atenco, uno de los 121 municipios, es donde los mexiquenses han estado más activos defendiendo sus derechos y exigiendo más republicanismo-democrático para resolver sus problemas sociales, recibiendo a cambio respuestas represoras, a sangre y fuego, de sus (des)gobernadores. Hace poco más de un año tuvo lugar un levantamiento en esa comunidad, cuando brutalmente la policía arremetió contra sus pobladores y éstos respondieron, a la violencia gubernamental, defendiéndose y más los reprimieron.
VII.- Y hubo homicidios y encarcelados. A los primeros sus familiares los llevaron a sus tumbas. A los segundos les imputaron todos los delitos contemplados en el código penal mexiquense, con la orden al juez para que los juzgara con todo el rigor, interpretando las sanciones al máximo. Y así a los tres dirigentes de las protestas les impusieron, a cada uno 67 años y seis meses. No les decretaron la pena de muerte, porque está derogada.
VIII.- Otros más están en capilla. Se trata de atizar la crisis política. Está claro que los atenquenses se habrán de movilizar, aparte de que sus abogados interpondrán amparos hasta agotar los demás recursos, pero, por lo pronto, esos mexicanos que defendieron sus derechos contra los excesos del abuso del poder, han sido encarcelados de por vida y solamente saldrán con los pies por delante rumbo al panteón o el incinerador.
IX.- El juez los sentenció a más de 67 años, mientras que el Procurador, que depende directamente del (des)gobernador Peña Nieto, insiste en pedir la revisión, ya que pide para cada dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra... ¡120 años de prisión! Estamos frente a un hecho del abuso del poder y la complicidad entre dos poderes: el Judicial y el Ejecutivo, para ejecutar una venganza.
X.- Se llama Abel Villicaña el Procurador del Estado de México, cuando mejor debió llamarse Caín. La sanción quiere ser, al estilo de los trogloditas, una "lección", cuando solamente está avivando la inconformidad social y que en cualquier momento volverá a estallar con más furia contra el (des)gobernador Peña Nieto quien, como está claro, no tiene límite en ejercer autoritariamente el poder, precisamente cuando los gobernadores hacen y deshacen a su capricho sobre la vida y los bienes de quienes tienen la desgracia de sobrevivir en esas entidades.