INDICE POLITICO: NO TE CALLES CHACHALACA
FRANCISCO RODRÍGUEZ
¡NO TE CALLES, CHACHALACA!
"Ya me cortaron la lengua."
"Ya no voy a hablar porque el señor de allá arriba se enoja".
Vicente Fox
EN LO PERSONAL y por varias razones, a mi me disgusta que el ex Presidente Fox vaya a guardar silencio, porque ya le jalaron las enormes orejas "desde arriba".
Mundano, no creo que ese "arriba" sea el paraíso celestial.
Más bien, ese "arriba" debe ser el de su superioridad política que, aquí sí no hay duda, es ahora el señor Felipe Calderón.
A diferencia de lo que alguna ocasión dijera a Fox el señor Andrés Manuel López Obrador, a mí me gustaría mejor gritarle:
¡No te calles, chachalaca!
Y es que con su acostumbrada chabacanería, el deslenguado Fox ha dado claves, pistas de los misterios electorales del 2006 que ni siquiera sesudos textos como el del júnior Carlos Tello han logrado desentreñar.
En aras de la claridad democrática, yo por el contrario le pediría a Fox que siguiera hablando. Que siga soltando la lengua o "la sopa", como se dice coloquialmente.
Y para ello no solo invoco el derecho constitucional que, indudablemente, posee el ex Presidente.
Lo mismo, que escuche al de "arriba", quien ha dicho que Fox "se ha conducido con respeto hacia mi persona".
Así que, respetuosamente, siga hablando que al señor Calderón no le cae el veinte.
También imploro su locuacidad para seguir enterándonos del teje y maneje que, desde Los Pinos, desde no pocas oficinas de magnates y de sus gerentes, se llevó a cabo para conseguir que, como dijera un tycoon de la televisión, "la bala (AMLO) les pasara rozando" y no les diera en el monopolio de su corazón.
Que hable Fox. En una de esas hasta nos platica de su intervención a favor de su actual esposa, cual contendiente de López Obrador, y de cómo fue obligado a callarla él mismo.
O que nos diga cual de las mitades de la inconstitucional "pareja" presidencial ideó aquello del desafuero.
Que nos platique cuántas ñáñaras sintió y en donde, cuando su precandidato Creel perdió ante quien no era su precandidato Calderón.
Hable, señor Fox. No se calle. Demócrata que usted presumió ser, no debe asustarse por los de "arriba". Teóricamente, todos estamos en el mismo plano. Ni hay arribas ni hay abajos.
No se asuste.
Total, ¿qué le pueden hacer?
Si acaso nada más confirmar públicamente lo que, de suyo, ya todo mundo sabe. Que es usted un hombre inmensamente rico, que se sirvió del poder presidencial que le confiaran millones de mexicanos, para enriquecerse y acrecentar, también, las fortunas de su muy larga parentela.
¿Qué le pueden hacer? A usted nada. A sus parientes sí. No pocos de ellos podrían ir a la cárcel. Razones jurídicas no faltan.
Ahora que si algo les sucede a ellos, usted debe hablar más. ¡Gritar!
Y si todo va a acabar así, ¿por qué entonces se calla?
A fin de cuentas, usted va a vociferar, chillar, aullar.
No tiene caso que guarde silencio ahora.
Tarde o temprano va a berrear y a increpar.
Así que, con todo el respeto que se merece un ex, ¡no te calles, chachalaca!
"Ya me cortaron la lengua."
"Ya no voy a hablar porque el señor de allá arriba se enoja".
Vicente Fox
EN LO PERSONAL y por varias razones, a mi me disgusta que el ex Presidente Fox vaya a guardar silencio, porque ya le jalaron las enormes orejas "desde arriba".
Mundano, no creo que ese "arriba" sea el paraíso celestial.
Más bien, ese "arriba" debe ser el de su superioridad política que, aquí sí no hay duda, es ahora el señor Felipe Calderón.
A diferencia de lo que alguna ocasión dijera a Fox el señor Andrés Manuel López Obrador, a mí me gustaría mejor gritarle:
Y es que con su acostumbrada chabacanería, el deslenguado Fox ha dado claves, pistas de los misterios electorales del 2006 que ni siquiera sesudos textos como el del júnior Carlos Tello han logrado desentreñar.
En aras de la claridad democrática, yo por el contrario le pediría a Fox que siguiera hablando. Que siga soltando la lengua o "la sopa", como se dice coloquialmente.
Y para ello no solo invoco el derecho constitucional que, indudablemente, posee el ex Presidente.
Lo mismo, que escuche al de "arriba", quien ha dicho que Fox "se ha conducido con respeto hacia mi persona".
Así que, respetuosamente, siga hablando que al señor Calderón no le cae el veinte.
También imploro su locuacidad para seguir enterándonos del teje y maneje que, desde Los Pinos, desde no pocas oficinas de magnates y de sus gerentes, se llevó a cabo para conseguir que, como dijera un tycoon de la televisión, "la bala (AMLO) les pasara rozando" y no les diera en el monopolio de su corazón.
Que hable Fox. En una de esas hasta nos platica de su intervención a favor de su actual esposa, cual contendiente de López Obrador, y de cómo fue obligado a callarla él mismo.
O que nos diga cual de las mitades de la inconstitucional "pareja" presidencial ideó aquello del desafuero.
Que nos platique cuántas ñáñaras sintió y en donde, cuando su precandidato Creel perdió ante quien no era su precandidato Calderón.
Hable, señor Fox. No se calle. Demócrata que usted presumió ser, no debe asustarse por los de "arriba". Teóricamente, todos estamos en el mismo plano. Ni hay arribas ni hay abajos.
No se asuste.
Total, ¿qué le pueden hacer?
Si acaso nada más confirmar públicamente lo que, de suyo, ya todo mundo sabe. Que es usted un hombre inmensamente rico, que se sirvió del poder presidencial que le confiaran millones de mexicanos, para enriquecerse y acrecentar, también, las fortunas de su muy larga parentela.
¿Qué le pueden hacer? A usted nada. A sus parientes sí. No pocos de ellos podrían ir a la cárcel. Razones jurídicas no faltan.
Ahora que si algo les sucede a ellos, usted debe hablar más. ¡Gritar!
Y si todo va a acabar así, ¿por qué entonces se calla?
A fin de cuentas, usted va a vociferar, chillar, aullar.
No tiene caso que guarde silencio ahora.
Tarde o temprano va a berrear y a increpar.
Así que, con todo el respeto que se merece un ex, ¡no te calles, chachalaca!